Sánchez quiere poner en marcha la próxima semana la «mesa de reconstrucción» y empieza la ronda de contactos «sin concretar nada»
ESPAÑA
Arrimadas rompe su sintonía con el Gobierno y avdvierte de que no aceptará «sermones bolivarianos», el BNG rechaza acuerdos con la derecha y JxCAT no pactará nada «en clave española»
16 abr 2020 . Actualizado a las 19:17 h.«Solo quedarán fuera aquellos que se autoexcluyan». El Gobierno ha comenzado esta mañana la ronda de conversaciones políticas con los grupos parlamentarios con la intención de poner en marcha ya la próxima semana una mesa política de «reconstrucción social y económica» que siente las bases para diseñar las medidas que deban adoptarse una vez que se supere la pandemia del COVID-19. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abierto esos contactos mediante una reunión telemática con el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, los representantes del Grupo Plural, entre los que se encuentran Junts per Catalunya, Más País, BNG y Compromís, y con la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. Esta tarde se comunicará entre otros partidos minoritarios con el PNV. Pero, pese al entusiasmo del Ejecutivo, las primeras reacciones no invitan precisamente al optimismo sobre unos posibles acuerdos que Sánchez planteó «sin concretar nada», según han afirmado los que han hablado con él.
Aunque la portavoz de JxCAT, Laura Borràs, trasladó al presidente que no participarán en unos pactos de «reconstrucción nacional en clave española» porque son «un partido independentista que quiere la construcción nacional en clave catalana», y el representante del BNG, Néstor Rego, pospuso su respuesta hasta consultarla con la dirección del partido y exigió que las medidas económicas a tomar no tengan en cuenta a la derecha, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, aseguró que todos habían mostrado su «rotunda disponibilidad» para participar en el diálogo y asistir a la mesa que propone un Gobierno «fuerte y cohesionado». Arrimadas aceptó participar en el diálogo para «salvar vidas y empleos», pero no para que el vicepresidente social del Gobierno, Pablo Iglesias, «hable de bolivarianismo». «Si seguimos en la indefinición y lo único que nos traslada el Gobierno es básicamente lo que traslada el señor Iglesias, esto no va a dar frutos», señaló, añadiendo que «si estos pactos se orientan para que el señor Iglesias dé sermones bolivarianos, no van a ningún lado», y tampoco si incluyen los postulados de los nacionalistas. «No hay concreción respecto a esa mesa, ni sobre el contenido ni el calendario de las reuniones. La única información es que se nos convoca a una mesa la semana que viene y que no hay más detalles», ha señalado Arrimadas, visiblemente decepcionada.
Todos los portavoces concidieron en que Sánchez no les propuso nada concreto durante las conversaciones. Ni siquiera una metodología concreta sobre el funcionamiento de la mesa que propone. El portavoz el BNG, Néstor Rego, señaló que es «imposible» implicar a partidos de derechas en salir de la crisis y advirtió do de que se excluirá de participar si el PP o Cs entran en posibles acuerdos. El BNG, dijo, no estará en «políticas de recortes sociales, privatización, precarización de servicios públicos o de recentralización política». A su juicio, Sánchez debe atraer el apoyo de partidos de izquierda y del «soberanismo de las diferentes naciones del Estado».
Sánchez sigue sin cerrar la fecha de la cita con el líder del PP, Pablo Casado, pero el Gobierno espera que se produzca «a la mayor brevedad posible» porque la intención es comenzar los trabajos de inmediato. «El país no entendería que el PP se autoexcluyera», señaló Montero, que indicó que nadie comprendería «que en una situación tan dramática como la que vivimos» los populares «no se comprometieran». Paralelamente, el Gobierno quiere mantener un diálogo «interinstitucional» con comunidades autónomas y ayuntamientos y también con los agentes económicos y los sindicatos para que contribuyan «con su conocimiento y talento» a la salida de la crisis.
Sánchez expresó su agradecimiento a todos los portavoces, a los que, según la ministra, trasladó la idea de que es necesario «anteponer los intereses del país y de los ciudadanos a sus propias estrategias» y apartar las diferencias para buscar «puntos de encuentroSánchez expresó su agradecimiento a todos los portavoces, a los que, según la ministra, trasladó la idea de que es necesario «anteponer los intereses del país y de los ciudadanos a sus propias estrategias» y apartar las diferencias para buscar «puntos de encuentro». En la mesa de reconstrucción se abordará la creación de unas «bases sólidas» para «el fortalecimiento del Estado del bienestar y la recuperación económica. Lo que Sánchez plantea es una «gran alianza» que permita al país establecer las prioridades para los próximos años en base al «común denominador que estimemos correcto» y crear así un «colchón de seguridad» para ayudar a las personas más afectadas y tener la certidumbre de que ante nuevas enfermedades se disponga de los medios adecuados determinado «cuáles son los colectivos a proteger».
En la mesa de reconstrucción se abordará la creación de unas «bases sólidas» para fortalecer «el Estado del bienestar y la recuperación económicaSánchez expresó su agradecimiento a todos los portavoces, a los que, según la ministra, trasladó la idea de que es necesario «anteponer los intereses del país y de los ciudadanos a sus propias estrategias» y apartar las diferencias para buscar «puntos de encuentro». En la mesa de reconstrucción se abordará la creación de unas «bases sólidas» para «el fortalecimiento del Estado del bienestar y la recuperación económica. Lo que Sánchez plantea es una «gran alianza» que permita al país establecer las prioridades para los próximos años en base al «común denominador que estimemos correcto» y crear así un «colchón de seguridad» para ayudar a las personas más afectadas y tener la certidumbre de que ante nuevas enfermedades se disponga de los medios adecuados determinado «cuáles son los colectivos a proteger». Lo que Sánchez plantea es una «gran alianza» que permita al país establecer las prioridades para los próximos años en base al «común denominador que estimemos correcto» y crear así un «colchón de seguridad» para ayudar a las personas más afectadas y tener la certidumbre de que ante nuevas enfermedades se disponga de los medios adecuados determinado «cuáles son los colectivos a proteger».
Montero no dio por hecha una nueva prórroga del estado de alarma y señaló que Sánchez no ha hablado con los portavoces de esta cuestión. Serán los técnicos, ha dicho, los que determinen si hay prórroga o no. Y cuando eso se produzca, el Gobierno volverá a contactar con todos los grupos.