Casado rompe amarras con la etapa de Rajoy y dice que «ese PP ya no existe»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Acusa a Sánchez de filtrar la confesión de Bárcenas para dañar a su partido

06 feb 2021 . Actualizado a las 09:55 h.

«Ese Partido Popular ya no existe». Tras guardar silencio durante dos días en torno a las acusaciones del extesorero del PP Luis Bárcenas sobre la existencia de una financiación irregular del partido, el líder de los populares, Pablo Casado, reaccionó ayer de forma contundente, desmarcándose por completo de las etapas de gestión de sus antecesores José María Aznar y Mariano Rajoy, en las que se enmarcan las nuevas revelaciones del exresponsable de las finanzas de la formación. La estrategia de la dirección del partido es defender la presunción de inocencia de los anteriores equipos, pero sin asumir ninguna responsabilidad por los casos de corrupción que están ya en los tribunales.

 «No me temblará el pulso»

Casado se presenta precisamente como el hombre elegido por los suyos en un congreso «de regeneración» para «pasar página de cualquier conducta no ejemplar». Aseguró que desde que él está al frente del partido no se tolera ninguna «conducta no ejemplar». «No me va a temblar el pulso con cualquier persona que haga algo irregular», indicó, aunque añadió que tomará medidas contra los responsables «siempre que lo diga un juez» porque él no es un «justiciero».

Pero el desmarque de la cúpula popular de cualquier etapa anterior para desligarse de las acusaciones de Bárcenas llega hasta el punto de romper amarras con cualquier miembro de la anterior cúpula del partido encabezada por Rajoy, dando a entender que, al contrario que Casado, todos ellos podrían estar contaminados. «Si Pablo Casado no hubiera ganado las primarias, hoy el PP estaría en disolución», afirmó el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, en una andanada dirigida contra Soraya Sáenz de Santamaría, exvicepresidenta del Gobierno y rival de Casado en las primarias tras la dimisión de Rajoy, provocada por su destitución en una moción de censura. Según el número dos de los populares, los militantes del PP le dieron su confianza a Casado «para que dejara atrás todo esto y construyera el futuro del partido, que no merece pagar eternamente que personas se hayan aprovechado de sus siglas, como el señor Bárcenas».

La estrategia de Casado a una semana de que comience el juicio sobre la caja B del PP, en el que Rajoy y Aznar declararán como testigos, es culpar al presidente del Gobierno, Pero Sánchez, de «filtrar» el escrito de la confesión de Bárcenas ante la Fiscalía para perjudicar al PP en plena campaña de las elecciones catalanas. El líder conservador presentó esa supuesta filtración como un intento de desviar la atención cuando el Gobierno está en dificultades por la ocultación del informe del Consejo de Estado sobre el decreto de los fondos europeos y la presunta contratación de una cuidadora con cargo a fondos públicos por parte del vicepresidente segundo del Ejecutivo, Pablo Iglesias.

 Bárcenas ya pide permisos

El PP apunta además a la posibilidad de que la Fiscalía General del Estado, dirigida por la exministra de Justicia y exdiputada del PSOE, Dolores Delgado, haya llegado a algún tipo de pacto con Bárcenas para ofrecerle beneficios penitenciarios a cambio de acusar al PP. Una posibilidad que ayer negó el abogado del extesorero, Gustavo Galán, que calificó de «rotundamente incierto» que su cliente haya llegado aun acuerdo con el ministerio público. Lo que sí ha hecho Bárcenas es pedir a la Audiencia Nacional el cómputo de su condena para solicitar ya permisos penitenciarios. Fuentes cercanas al extesorero citadas por Europa Press indican que Bárcenas pide que se tenga en cuenta que el máximo tiempo que puede pasar en prisión es el triple de la mayor pena a la que ha sido condenado, que son cuatro años por un delito de blanqueo de capitales, lo que daría un máximo de 12 años de cárcel, de los que ya ha cumplido la cuarta parte.