El PSOE cosecha su peor resultado en la región y se ve superado por Más Madrid
05 may 2021 . Actualizado a las 00:26 h.Tercer fracaso consecutivo de Ángel Gabilondo como candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid. El catedrático de Metafísica, que en los comicios del 2019 había logrado convertir al PSOE por primera vez desde 1987 en la fuerza más votada de la Asamblea, se desplomó este martes en las urnas de forma estrepitosa: 24 escaños, 609.167 sufragios y solo un 16,85 % de los votos (con el 99,73% escrutado), muy por debajo de las cifras de la anterior convocatoria (37 diputados, 884.218 papeletas y un 27,31 % del total).
Su estrategia inicial de atraer hacía sí parte del voto en fuga de Ciudadanos no funcionó. Y tampoco lo hizo su posterior volantazo hacia Podemos y Más Madrid para vender una oferta conjunta —tres por uno— de los partidos de izquierdas, que con la falta de liderazgo del PSOE, y pese al ligero crecimiento de las candidaturas de Mónica García y Pablo Iglesias, han caído de la mano al abismo.
Es el peor resultado para los socialistas desde que se creó la Comunidad de Madrid en 1983. Sus peores cifras hasta la fecha eran las del 2015, cuando el PSOE cosechó el 25,43 % de los sufragios (37 escaños y 807.385 votos), también con Gabilondo de candidato frente a la entonces líder popular Cristina Cifuentes.
El único consuelo posible de la noche era mantener al PSOE como el partido más votado en el espacio de la izquierda, pero Más Madrid consumó el temido sorpasso. Mónica García empató a 24 escaños con los socialistas, pero los adelantó en votos emitidos, hundiendo por primera vez al PSOE en la tercera posición en la Asamblea madrileña.
Divididos hasta en el recuento
Si la tensión entre los estrategas de la Moncloa, los gurús de Ferraz y el equipo de Gabilondo ya marcó en parte la debacle de la campaña socialista, esa división se escenificó este martes con el seguimiento del escrutinio en los cuarteles socialistas: el candidato estuvo en el Hotel Princesa junto a sus fieles, los dirigentes del PSOE analizaron los resultados desde la sede de Ferraz y Pedro Sánchez se atrincheró en la Moncloa para tratar —en vano— de evitar que le salpicase la sangre de la hecatombe. Sánchez fue el único líder nacional que no apareció anoche en las televisiones. Prefirió lanzar dos mensajes a través de Twitter. El primero, para felicitar a Ayuso por su «gran resultado» y el segundo, para infundir ánimos a los suyos: «¡Siempre con el PSOE para avanzar por un país más justo e igualitario!».
Le costó al PSOE salir a valorar la catástrofe. Ferraz mandó por delante a la secretaria de organización de la federación madrileña, Carmen Barahona, que con el escrutinio aún en marcha se limitó a felicitar a los madrileños por la alta participación. Al filo del toque de queda —en Madrid, a las once de la noche—, compareció Ángel Gabilondo en su hotel, acompañado por el núcleo de su equipo y arropado únicamente por la ministra Reyes Maroto de entre la primera línea de dirigentes del partido y del Gobierno.
«Seguiremos trabajando estemos donde estemos. Soy Ángel Gabilondo y este el Partido Socialista Obrero Español», saludó el aspirante socialista a sus fieles, que trataban de levantar el ánimo con tímidos aplausos en medio del hundimiento.
«He tratado de ofrecer propuestas sosegadas, y obviamente no lo he logrado, a la vista de los resultados. No he sido capaz de abrir espacios para un debate sosegado», asumió en primera persona el candidato socialista, que admitió que se ha encontrado fuera de juego en una contienda de alto voltaje polarizada entre los dos extremos del espectro ideológico. «Seguiremos trabajando para evitar la crispación, Madrid necesita estar unida para afrontar la necesaria recuperación social y económica», concluyó Gabilondo.
Tras el candidato, salió a escena en Ferraz el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, que subrayó en todo momento que los resultados habían sido logrados por el «Partido Socialista de Madrid» y que las cifras no se podían extrapolar a nivel nacional: «Han sido unas elecciones solo en la Comunidad de Madrid, que es una comunidad muy importante, pero no representa al conjunto de España».
También aprovecho Ábalos para acusar al PP de «abrazar a la ultraderecha hasta mimetizarse con ella». Y puso deberes a Gabilondo y los suyos: tienen dos años para resucitar el partido de sus cenizas en Madrid.