ERC y Junts cumplen tres meses de bloqueo y llevan la investidura al límite

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Pere Aragonès, este viernes en un acto en Tarragona
Pere Aragonès, este viernes en un acto en Tarragona Fabián Acidres | EUROPA PRESS

Aragonès apela a la «palabra dada» por los de Puigdemont para ser elegido presidente

15 may 2021 . Actualizado a las 23:30 h.

Esquerra y Junts siguen sin encontrar una fórmula para desencallar la investidura de Pere Aragonès. Ayer se cumplieron tres meses desde que se celebraron las elecciones catalanas, ganadas por el PSC por delante de ERC, y las negociaciones continúan atascadas. Quedan once días para que se agote el tiempo antes de la repetición automática de las elecciones en julio y las posiciones de unos y otros se mantienen inamovibles. Esquerra insiste en que quiere gobernar en solitario y reclama el voto prestado de Junts para la investidura de Aragonès. Los posconvergentes reiteran que solo apoyarán al candidato republicano si antes pactan un Ejecutivo de coalición, como negociaron ambas fuerzas durante casi tres meses. Hasta el sábado pasado, cuando ERC dijo basta, dio un puñetazo en la mesa y anunció que su intención es gobernar sin socios.

El vicepresidente de la Generalitat y candidato a la Presidencia, Pere Aragonès, evitó ayer presionar públicamente a sus socios independentistas durante un acto en Tarragona para presentar el Valle del Hidrógeno Verde, a diferencia de lo que hizo el jueves en sede parlamentaria. Aragonès coincidió en Tarragona con dos consejeros de Junts, Ramón Tremosa y Damià Calvet, y con el líder del PSC, Salvador Illa.

Aragonès guardó silencio, pero no Sergi Sabrià, dirigente relevante de ERC, quien instó a Junts a cumplir con su palabra de investir a Aragonès al menos para evitar el adelanto electoral, haya o no acuerdo entre los secesionistas. Sabrià recordó las palabras que pronunció semanas atrás el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, quien se mostró dispuesto a prestar los votos de JxCat para la elección del candidato republicano aunque Junts no entre en el Ejecutivo. No obstante, el propio Sànchez y Junts han descartado esta posibilidad durante la semana.

Aragonès solo cuenta en estos momentos con el apoyo de la CUP (en total sumaría 42 de 135 escaños), después de que los comunes rompieran este jueves las negociaciones. Sabrià, en cualquier caso, abrió la puerta en una entrevista en el digital El Nacional a una opción inédita en Cataluña, y que ya empleó el PNV en el pasado, que consistiría en dejar espacio en el Gobierno, tras la investidura, a la espera de la formación de una coalición más adelante con Junts. Es la fórmula que usó Juan José Ibarretxe en el 2001 con Javier Madrazo, de Ezker Batua. 

Negociaciones y vetos

Es muy poco probable que JxCat acepte esta fórmula, pero sí visualiza que ERC está empezando a rectificar, como le exigen los nacionalistas, que le reclaman negociar una coalición.

Las conversaciones siguen en punto muerto, a pesar de que ayer trascendió una reunión celebrada el lunes pasado por ERC, Junts, la CUP, la ANC y Òmnium. Fue el primer encuentro después de que Aragonès anunciara su intención de gobernar en solitario. El cónclave secesionista tuvo su continuidad el miércoles con otro entre ERC, Junts y la CUP. La ANC y Òmnium, mientras, aumentan la presión (hoy hay una movilización en Barcelona) y reivindican la mayoría secesionista del 52 % de los votos obtenidos.

En el flanco no independentista, aún creen que la crisis entre ERC y Junts puede propiciar un tripartito. El PSC y los comunes reclamaron a los republicanos que levanten el veto a los socialistas. La líder de los comunes, Jéssica Albiach, emplazó a Esquerra y al PSC a «acercarse» y dialogar para evitar una repetición electoral.

Illa reclama a los secesionistas que le levanten el cordón sanitario y pide un reencuentro de la izquierda

El líder del PSC en el Parlamento catalán, Salvador Illa, insistió ayer en la necesidad de que los independentistas levanten «cordones sanitarios inéditos» a su partido y de que haya un reencuentro de la izquierda para hacer posible un Gobierno presidido por él.

«Los catalanes votaron cambio, dieron su apoyo mayoritario a las fuerzas de izquierdas y situaron al PSC como primer partido de Cataluña», recalcó en diversos mensajes en Twitter recogidos por Europa Press al cumplirse tres meses de las elecciones del 14 de febrero.

Para Illa, el bloque independentista -ERC, Junts y CUP- «se empeña en repetir fórmulas fracasadas, a hacer circular la política catalana por vías muertas que no llevan a ningún sitio», aseguró. 

Ni Junts ni la CUP

En su opinión, el futuro de Cataluña no puede quedar en las manos de una Generalitat «tutelada por la CUP ni tampoco pasa por cuatro años más de políticas neoliberales y de desmantelamiento del Estado del bienestar como las que promueve Junts». Por ello, defiende que la alternativa pasa por un Gobierno de izquierdas liderado por el PSC, que ganó las elecciones, y que es «el buen camino» para hacer posible la recuperación económica y la reconstrucción social. «Es el momento de desterrar el bloqueo y la confrontación», reiteró el líder socialista, al tiempo que destacó que se necesita salir más fuertes y unidos de la actual crisis económica y social sin precedentes.

El exministro de Sanidad acusó a las fuerzas independentistas de «faltar al respeto» a los catalanes al cumplirse tres meses desde las elecciones del 14F sin que hayan sido capaces de ponerse de acuerdo. Illa recordó que «hay dos mayorías existentes». Por un lado, señaló, hay «una mayoría independentista que no consigue cuajar un Gobierno y que ha recogido algunos fracasos», como la doble investidura fallida de Pere Aragonès. Y otra «de izquierdas, que debería estar liderada por quien ganó las elecciones», remarcó.

Illa pidió que se le permita «concurrir a la investidura e intentar articular esta mayoría de izquierdas», para lo que exigió a Esquerra Republicana que, por coherencia, «levante el veto» al PSC y «reconozca que quien ganó las elecciones tiene derecho a liderar» el Gobierno.