Desmantelan una de las primeras fábricas de hachís en España e incautan 8,3 toneladas de droga
ESPAÑA
La operación Overdose se ha saldado con la detención de seis personas, tanto en Bigastro (Alicante) como en Murcia, por los presuntos delitos de elaboración y tráfico de droga y pertenencia a organización criminal
08 jun 2021 . Actualizado a las 13:24 h.La Guardia Civil ha desmantelado una de las primeras fábricas de hachís en España, localizada en Bigastro (Alicante). La operación Overdose se ha saldado con la detención de 6 personas, tanto en Bigastro como en Murcia, por los presuntos delitos de elaboración y tráfico de droga y pertenencia a organización criminal, así como la incautación de 8.300 kilos de sustancias estupefacientes y de una maquinaria industrial especialmente diseñada para convertir la marihuana en polvo de hachís.
Es novedosa ya que «permitiría evitar las complejas y costosas estructuras que se precisan para traerlo por mar y tierra, fabricando directamente hachís de gran calidad en España». Así lo ha anunciado este martes en rueda de prensa la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, en la sede de la Comandancia de Murcia, acompañada del delegado del Gobierno en la Región de Murcia, José Vélez; el coronel jefe de la Zona, Jesús Arribas; y el teniente Antonio Corbalán, jefe del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA).
La investigación comenzó a finales del pasado año, a raíz del fallecimiento de cuatro internos del Centro Penitenciario Murcia II, en Campos del Río, por causas relacionadas con el consumo de drogas y psicotrópicos, en concreto sobredosis de heroína y cocaína, según ha apuntado Arribas.
Gracias a la colaboración de Instituciones Penitenciarias, funcionarios que integran el Grupo de Seguridad Interior de la citada prisión alertaron a la Guardia Civil de que uno de los presos era un importante narcotraficante de origen gaditano que, desde su juventud, contaba con un amplio historial por tráfico de drogas en el Campo de Gibraltar, informa Europa Press.
Desde ese momento, los agentes del Equipo de Delincuencia Organizada Antidroga (EDOA) centraron la investigación en este principal sospechoso, que les permitió conocer que contaba con una red de colaboradores en el exterior.
La directora general ha explicado que después de meses de investigación, los agentes identificaron a uno de estos colaboradores del que supieron que tenía un papel destacado dentro de la organización y que, casualmente, había cumplido condena durante cuatro años junto al principal sospechoso y líder de la organización delictiva ahora desmantelada.
Los investigadores averiguaron que esta persona no solo se dedicaba a captar y manipular a personas para que introdujeran droga en el centro penitenciario, sino que también manejaba su pequeña red de distribución de droga en el exterior, principalmente cocaína, y también hachís.
Para ello, contaba con una mujer, de nacionalidad brasileña, que supuestamente vendía la droga entre alguno de los clientes en el local en el que trabajaba.
Centrada la investigación en sus movimientos, los guardias civiles detectaron sus visitas frecuentes a una nave industrial del municipio alicantino de Bigastro, donde se pudo constatar el trasiego de personas y de sacas, supuestamente repletas de hachís. Tras la autorización judicial, se realizó un registro en esta nave, en la que se localizó una máquina, especialmente diseñada para convertir la marihuana previamente procesada en un polvo.
«Ese polvo o polen de hachís, después de unos procesos de transformación, añadido de aditivos y de aplicación de calor, se convierte en una rudimentaria resina de hachís», ha explicado la directora general.