La madre granadina confiesa en un audio que han sido días «muy duros, de mucha impotencia y frustración»
20 jul 2021 . Actualizado a las 13:19 h.«Nos alegra mucho anunciarles que Juana Rivas ha abandonado ya el establecimiento penitenciario en el que ingresó el pasado viernes, porque se le ha concedido un tercer grado penitenciario». Así comenzaba este martes el último comunicado remitido a la prensa por la defensa de la madre de Maracena, que ya duerme en su casa, aunque sin despojarse de la condición de rea, tras pasar cuatro días en el Centro de Inserción Social Matilde Cantos de Granada.
El abogado de Juana, Carlos Aránguez, explicó que obtener esa clasificación como reclusa significa que permanecerá en su domicilio, del que podrá salir para sus tareas habituales, aunque siendo supervisada mediante un brazalete de control telemático.
«Lógicamente, valoramos muy positivamente esta decisión. Juana cumple todos los requisitos legales para poder disfrutar de este beneficio penitenciario», agregó el abogado en su nota de prensa, al tiempo que garantizó que la batalla judicial para que tenga consigo a sus hijos no ha cesado.
En este punto, garantizó que seguirán luchando en Italia para que Juana recupere a sus dos vástagos, que residen con su padre en Carloforte tras obtener este su custodia exclusiva. «Para ello seguiremos impulsando la petición de indulto que formulamos el pasado 4 de mayo, y que aún está pendiente de resolución», garantizó el jurista.
Audio desde casa
Durante la jornada de este martes, se difundió por WhatsApp un audio con las primeras palabras de Juana como reclusa de tercer grado. «Quería daros las gracias en mi nombre y el de mis hijos porque estoy en mi casa. Gracias: sin vosotras y vosotros no lo habría conseguido», manifiesta la mujer en la grabación, que dirige a sus «compañeras». En el audio afirma que ha tenido ánimo pese a que «sabía que había entrado». Han sido, según añade, «días muy duros, de mucha impotencia y frustración», pero sabía «que no me ibais a dejar sola».
Juana solicitó al Gobierno central un indulto total de su condena, que es de dos años y medio de prisión por el secuestro parental de sus dos niños durante el verano del 2016. Cometió un delito de sustracción de menores.
Precisamente sobre su petición de indulto se pronunció este martes la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. «Es un tema extraordinariamente complicado, conocen bien el sentir de este Gobierno respecto a todos los elementos que tienen que ver con cuestiones feministas, pero me va a permitir ser prudente hasta que pueda ser visto por los servicios jurídicos», precisó.