La ex secretaria general del PP declara como imputada en el caso Kitchen y carga en un escrito contra Bárcenas
14 jul 2021 . Actualizado a las 12:01 h.María Dolores de Cospedal reconoció ayer ante el juez de la operación Kitchen que se reunió en varias ocasiones con José Villarejo en la sede nacional del PP, si bien grabaciones realizadas por el excomisario de sus conversaciones y difundidas por la prensa probaban ya los encuentros. No obstante, la ex número dos del PP negó que hiciera encargo alguno a Villarejo.
Poco antes de declarar como investigada por el supuesto espionaje a Luis Bárcenas, Cospedal presentó un escrito en el que vuelve a señalar al extesorero del PP como una persona que carece de credibilidad y afirma que el trabajo del investigador principal de Gürtel, el inspector jefe Manuel Morocho, no se vio afectado por las presuntas «presiones» de sus mandos, según denunció este ante el juez.
En cuanto a la ex número dos del PP, declaró ayer en calidad de imputada para esclarecer si ella y su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, tuvieron una participación «decisiva» a la hora de captar al chófer de Luis Bárcenas para que espiara al extesorero del PP.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número seis atribuye a Cospedal y a su marido delitos de cohecho, malversación y tráfico de influencias, en relación con el dispositivo parapolicial costeado con fondos reservados que se habría montado en el 2013 desde el Ministerio de Interior para espiar a Bárcenas y su familia y evitar que la información comprometedora que tuvieran sobre el PP y sus dirigentes cayera en manos de la Justicia.
Las agendas de Villarejo
El instructor cree que la intervención del matrimonio, a través del que fuera jefe de seguridad de Cospedal, Andrés Gómez Gordo, pudo ser «decisiva» para que el chófer de los Bárcenas, Sergio Ríos, accediera a espiar a la familia. Según declaró él mismo en el marco de la pieza secreta vinculada a Kitchen, aceptó el encargo porque venía de su «admirado» Gómez Gordo, conocido como Andy en la trama.
Para el juez, el detonante para la imputación de la pareja fueron las agendas incautadas al comisario jubilado José Manuel Villarejo en octubre, con notas referidas a los años 2012 y 2014, en las que figuran como «MD y COSPE» y como «ILH». Estos cuadernillos sitúan el nacimiento de la Kitchen el 11 de julio del 2013 mediante un apunte relativo a CHISCO, el ex número dos de Interior Francisco Martínez, que dice: «Charla de 45 minutos. Plan contra LB. Interv. comunicaciones, registros y citación de mujer e hijo». «Es en este momento cuando se detecta una cadena de anotaciones que permiten interferir la participación de Cospedal y López del Hierro en la captación de Ríos», explicó García Castellón en el auto de imputación. El día 18 de ese mes, junto a las siglas ILH, Villarejo escribió: «Aviso contacto Sergio. Él se encarga de hablar con Andrés Gordo». Y añadió sobre Cospedal: «Varios contactos y posible cita». Meses después, en septiembre, hizo un apunte revelador sobre COSPE: «Control LB».
A esa nota siguen otras en las que se describe a Gómez Gordo como su canal de comunicación con Cospedal. A este respecto, el juez subrayó que el inspector jefe era «una persona cuya trayectoria profesional se había desarrollado en gran medida junto a Cospedal» tanto en Madrid como en Castilla-La Mancha, donde fue presidenta. Villarejo plasmó en sus agendas registros como «Aviso copia dada al Andi. Agradeció mensaje, lo transmitirá a COSPE» o «Andi muy contento por los datos que le di para la COSPE».
No obstante, el magistrado observó también cierto «recelo» de Villarejo hacia Gómez Gordo por su «cercanía» a Cospedal. «Aunque COSP le ha dicho que se fíe de mi, como su jefe de seg., le puede decir que está equivocada», reflexiona el comisario. En concreto, al instructor le resultó «sorprendente» un escrito del agente jubilado: «Espera recibir instrucción. Para recoger discos y grabaciones. Y todo lo demás».