Adriana Lastra controlará el PSOE hasta el congreso de renovación de octubre tras el portazo de Ábalos
ESPAÑA
Sánchez hace guiños al partido recuperando a Oscar López, que apostó por Patxi López, y nombrando ministra y portavoz a Isabel Rodríguez, aliada de Madina y «susanista»
12 jul 2021 . Actualizado a las 23:08 h.Tras la remodelación del Gobierno, llega ahora la del PSOE. El secretario de organización, José Luis Ábalos, abandonó ayer al cargo, como estaba previsto, mediante una carta dirigida a Pedro Sánchez en la que presenta su renuncia como «una decisión madurada y necesaria desde el punto de vista personal y familiar». Santos Cerdán, hasta ahora secretario de coordinación territorial, asumirá la secretaría de organización que deja Ábalos. El inesperado portazo, decidido en realidad de forma inmediata tras conocer que no seguiría como ministro, causó desconcierto en el partido, porque el PSOE está a solo tres meses de su 40 congreso federal, precisamente en Valencia, tierra del ya ex titular de Transportes, que llevaba tiempo diseñando ese cónclave.
Ábalos da un golpe en la mesa decepcionado con Sánchez. El hecho de que este lunes ni siquiera nombrara al presidente en su despedida pública, que fue desabrida y sin presencia de ningún miembro del Gobierno ni de la dirección del PSOE, abona esa hipótesis. Sánchez le agradeció sus servicios, pero mira ya al futuro del partido. Después de culminar la toma de control en Andalucía con la salida de Susana Díaz y su sustitución por Juan Espadas, pretende reconciliarse con todos los sectores del PSOE para fortalecerse. Alguno de los cambios en el Gobierno son de hecho guiños en ese sentido. El líder del PSOE ofrece una imagen de generosidad recuperando a Óscar López, viejo amigo, pero que se enfrentó con él cuando decidió dirigir la campaña de Patxi López a la secretaría general frente al propio Sánchez en las últimas primarias. López, apreciado en el partido desde su etapa de secretario de organización con Rubalcaba, sustituye además en la jefatura del Gabinete a Iván Redondo, cuya salida es celebrada en casi todas las federaciones.
Otra muestra de que quiere enterrar viejas rencillas es situar como portavoz y ministra de Política Territorial a Isabel Rodríguez, que apostó por Eduardo Madina en las anteriores primarias, que llevaron por primera vez a Sánchez a la secretaría general. Por si fuera poco, Rodríguez fue una decida susanista y pertenece además al PSOE de Castilla-La Mancha, liderado por el díscolo Emiliano García-Page, aunque no es de su equipo. Lo tiene todo.
En ese deseo de reunificar el partido y devolver al PSOE el control del Gobierno dando el mando total al madrileño Félix Bolaños, con muy buena imagen en el socialismo, se cruza solo el nubarrón de Ábalos. Sin que hayan trascendido nombres para la futura cúpula, de momento es Adriana Lastra, vicesecretaria general y fiel entre los fieles a Sánchez, la que va a pilotar todo el proceso hasta la celebración del congreso de octubre, que pretende relanzar el partido de cara a las próximas citas electorales. Se especula con que Carmen Calvo sería recompensada tras su salida del Gobierno con la presidencia del PSOE, en sustitución de Cristina Narbona.