Sánchez releva a sus portavoces en el Congreso y el Senado y prepara una catarsis en el congreso federal
ESPAÑA
El cese de Adriana Lastra se suma a la remodelación del Gobierno para frenar el desgaste político de cara a las elecciones generales
03 sep 2021 . Actualizado a las 09:51 h.Cuando el pasado mes de julio Pedro Sánchez sorprendió con una amplísima remodelación del Gobierno que superó todas expectativas, y que dejó fuera a todos los que hasta entonces formaba el núcleo duro del PSOE en el Ejecutivo, dirigentes socialistas advertían de que aquello era solo el preludió de una revolución aún más amplia en el partido, que se concretará en el próximo congreso federal de octubre. Sánchez ha empezado a conformar esa tesis con la destitución de Adriana Lastra como portavoz del PSOE en el Congreso.
Si con el cese de figuras clave como José Luis Ábalos, Carmen Calvo o Iván Redondo el presidente pretendía librarse de los perfiles más duros y desgastados para sustituirlos por figuras con un discurso más amable y renovado, como Isabel Rodríguez, Félix Bolaños u Óscar López, la operación se repite ahora con el relevo de Lastra, hasta ahora látigo de la oposición, y su sustitución por el canario Héctor Gómez, que ha mantenido un perfil bajo y mucho más técnico que la anterior portavoz.
Lastra, a diferencia de los caídos en el Gobierno, mantiene la confianza de Sánchez y se centrará ahora en la labor interna del partido, del que es vicesecretaria general, y en la preparación del congreso socialista junto a Santos Cerdán, ascendido a secretario de Organización tras la salida de Ábalos. Lo que no está claro es si la diputada asturiana, que hasta ahora ha ejercido eficientemente como negociadora del grupo parlamentario con el resto de fuerzas que apoyan al Gobierno, seguirá como número dos del partido tras el cónclave socialista que se celebrará del 15 al 17 de octubre en Valencia.
Revolución en la ejecutiva
Sánchez ha elegido también a una nueva portavoz en el Senado, aunque en este caso el cambio era obligado por el nombramiento de Ander Gil, que ocupaba ese cargo, como presidente de la Cámara Alta el pasado mes de julio en sustitución de Pilar Llop, nueva ministra de Justicia. Eva Granados, diputada en el Parlamento catalán, tendrá que ser elegida por designación autonómica como senadora y luego ser designada portavoz. Tendrá también protagonismo en el congreso federal, ya que Sánchez la designó como portavoz del comité organizador y le encargó una de las ponencias. Su ascenso es un nuevo guiño al PSC, del que Granados es miembro de la ejecutiva.
Los socialistas catalanes abordan también un proceso de renovación con la salida de Miquel Iceta, un histórico del partido, como primer secretario, para dejar el liderazgo de la formación catalana en manos de Salvador Illa, muy próximo a Sánchez y ganador de las últimas elecciones celebradas en Cataluña.
Toda esta revolución es solo el preludio de la auténtica catarsis que se espera para el congreso federal, en el que, según fuentes socialistas, dos tercios de la actual ejecutiva federal podrían abandonar la dirección. El objetivo es preparar al PSOE para engrasar la maquinaria electoral de cara a los comicios generales y llegar a esa cita con un equipo renovado en el Ejecutivo y el partido que no cargue sobre sus espaldas el desgaste propio de cuatro años de Gobierno de coalición.