La presidenta del Congreso pide «educación» a los diputados para acabar con los insultos
ESPAÑA
Batet alertó, en una inusual intervención, de la mala imagen de la Cámara Baja que se está trasladando a los españoles
28 sep 2021 . Actualizado a las 19:21 h.La presidenta del Congreso reclamó este martes a los diputados «respeto y educación» porque «en demasiadas ocasiones» utilizan el derecho a la libertad de expresión para lanzar insultar y ofensas. «La dureza parlamentaria -subrayó- es compatible con la buena educación».
La socialista Meritxell Batet, en una inusual intervención al comienzo del pleno de ayer, exigió que «los insultos y las ofensas deben quedar fuera de esta Cámara». La presidente dirigió su admonición a «todos» los grupos parlamentarios pero a nadie se le escapó que la intervención se produjo una semana después de que el diputado de Vox y juez José María Sánchez llamara «bruja» a la diputada socialista Laura Berja. Fue expulsado del hemiciclo por el vicepresidente primer, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que en ausencia de la presidenta dirigía el debate, pero se negó a abandonarlo.
Batet recordó que las decisiones de la Presidencia del Congreso «deben ser acatadas» por los diputados y así se recoge en el reglamento de la Cámara. Pero lo más grave, apuntó, no fue el incidente, es la imagen que se traslada de la institución. «Y eso -afirmó- no lo podemos permitir como representantes de la soberanía popular y de toda la sociedad española».
Reclamó a los 350 diputados una «reflexión» sobre el clima instalado en el Congreso y lo que trasladan a las generaciones jóvenes con esas conductas. «No estamos teniendo los debates en los términos adecuados ni proyectamos lo que queremos para la sociedad», una sociedad que debe ser «capaz de escuchar y entender las posiciones del otro y cuyos ciudadanos se relacionen con quien piensa distinto. Debemos empezar a dar ejemplo».
La foto de la hija de Villacís
Mientras Batet amonestaba a los diputados, a pocos metros, en el Ayuntamiento de Madrid, el concejal de Vox Fernando Martínez Vidal colgaba en las redes sociales una foto de la vicealcaldesa, Begoña Villacís, con su hija recién nacida. Lo hacía después de que el pleno municipal, con el voto de Ciudadanos, aprobara la retirada de las subvenciones a las asociaciones que acosen a mujeres a las puertas de las clínicas que practican abortos.
«¿Se ha ofendido? Le he pedido disculpas y la he retirado», dijo el ultraderechista ante la queja de todos los grupos municipales. «Es lo más bajo que he visto», se quejó Villacís.