Sánchez, González y Zapatero, la segunda foto de la unidad del Congreso Federal del PSOE

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado VALENCIA | ENVIADO ESPECIAL

ESPAÑA

El presidente del Gobierno se fundió en un abrazo con sus predecesores en Ferraz y Moncloa

17 oct 2021 . Actualizado a las 00:40 h.

Unidad y gestión. Son los dos pilares sobre los que se ha edificado el 40º Congreso Federal del PSOE que se celebra en Valencia este fin de semana y que mañana refrendará a Pedro Sánchez como secretario general. Y si la foto del viernes fue la del presidente del Gobierno arropado por los ministros y barones socialistas, la de este sábado fue la de Sánchez flanqueado por José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, con los que más temprano, con el primero, o más tarde, con el segundo, ha logrado reconciliarse después de varios desencuentros.

Los dos predecesores socialistas de Pedro Sánchez en La Moncloa arroparon al secretario general en el nuevo proyecto que comenzó a gestarse este verano con la remodelación en el Gobierno irrumpieron juntos en el plenario en medio de una larga y sonora ovación, que alcanzó el nivel máximo de decibelios con el abrazo en el que se fundieron Sánchez y González. En Ferraz tienen claro que el próximo ciclo electoral solo será posible afrontarlo con garantías partiendo desde la unión, tanto entre territorios como entre generaciones, y Sánchez la ha conseguido.

Zapatero fue el primero en intervenir: «Buenos días. Son algo más que buenos días, hoy podemos decir muy buenos días; excelentes días, porque este va a ser un gran congreso. El de la unidad», arrancó, en un discurso marcadamente feminista en el que se mostró firmemente partidario de abolir la prostitución, una de las cuestiones que han sido objeto de debate y que recogerá el documento base que aprobará mañana la dirección y sobre el que se fundamentará la acción política de los próximos años.

El expresidente leonés también reivindicó a su partido «como el centro de gravedad de la democracia española y de la convivencia», un PSOE que «va trenzado etapas y liderazgos» pero que siempre mantiene «una senda de progreso y de modernización». Zapatero cerró su intervención con la misma idea con la que abrió: «De este congreso vamos a salir a ganar, porque es un congreso de unidad».

El más esperado

El más esperado en la jornada de ayer era González, quien hasta hace poco se mostró crítico con la gestión de Sánchez al frente del Gobierno, especialmente en relación a Cataluña. En un tono más pausado que Zapatero, el histórico dirigente andaluz pareció justificarse cuando mencionó que en ocasiones se malinterpretan sus palabras, pero a renglón seguido avanzó que continuará opinando abiertamente: «Yo me siento libre porque digo lo que pienso, pero pienso lo que digo», matizó, para a continuación pedirle «expresamente» al secretario general «que estimule la libertad de expresarse críticamente. Así se construye un gran partido», recomendó. González también llamó a defender la Constitución del 78 como «la base fundamental de la convivencia, y si alguien quiere cambiarla, que cumpla las reglas».

Biel Aliño | EFE

A la conclusión, los tres posaron en el escenario junto a Joaquín Almunia y una gran imagen de fondo del fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba, los cinco líderes del PSOE desde la Transición.

Bolaños y cinco ministras entran en la ejecutiva para afinar el entendimiento entre Ferraz y Moncloa

El ministro de la Presidencia y hombre fuerte de Pedro Sánchez en el Gobierno, Félix Bolaños, pasará a formar parte de la comisión ejecutiva federal del PSOE, por lo que a sus tareas en el Ejecutivo se les añade ahora la misión de convertirse en el puente entre Ferraz y la Moncloa. Uno de los objetivos de Sánchez para este congreso federal era renovar la cúpula del partido, para hacerla más reducida, que pasa de 49 a 42 electos; más joven, la media de edad es de 47 años, diez menos que la saliente; y con mayor presencia femenina, con un 60% de mujeres. Al frente de ella seguirá como presidenta Cristina Narbona. Como secretario de organización se mantendrá Santos Cerdán. Y como vice secretaria general, Adriana Lastra. El portavoz de la ejecutiva será el diputado andaluz Felipe Sicilia. Llanos Castellanos, adjunta del gabinete de la Presidencia, será otra de las caras nuevas en la dirección. La misión de engrasar la maquinaria entre partido y Gobierno también recaerá en las ministras Isabel Rodríguez, Diana Morant, María Jesús Montero, Pilar Alegría y Carolina Darias. En total hay seis ministros en la dirección. También acceden el líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas, y su homólogo en Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Javier Izquierdo renuevan. Todos ellos serán compañeros de Pilar Cancela, la única gallega designada por Sánchez, que también renueva su asiento en Ferraz, y de Abel Caballero, que como presidente de la FEMP es miembro nato. También son fijos los portavoces en las Cortes. Eva Granados, del PSC, en el Senado, y Héctor Gómez, que relevó a Adriana Lastra en la Cámara Baja. Andalucía es la comunidad con más representación, con ocho designados y uno electo. Cataluña gana un asiento respecto a la anterior. La toledana Milagros Tolón se pondrá al frente del comité federal.