El Supremo confirma otra condena por corrupción a Jaume Matas por la adjudicación del mayor hospital de Palma

Melchor Sáiz-Pardo COLPISA | MADRID

ESPAÑA

Jaume Matas, en una imagen de archivo.
Jaume Matas, en una imagen de archivo. CATI CLADERA | EFE

El expresidente balear del PP suma 10 meses más de prisión por tráfico de influencias y como inductor de delitos de prevaricación continuada y fraude a la Administración. Matas sigue sumando condenas confirmadas a su ya larga lista de penas por corrupción al frente del Gobierno balear entre el 2003 y el 2007.

02 nov 2021 . Actualizado a las 17:30 h.

Jaume Matas sigue sumando condenas confirmadas a su ya larga lista de penas por corrupción al frente del Gobierno balear entre 2003 y 2007. El Supremo ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial de Palma que le condenó 10 meses de prisión y 10 años de inhabilitación especial para cargo público por delito de tráfico de influencias y como inductor de delitos de prevaricación continuada y fraude a la Administración en el llamado caso Son Espases, la millonaria adjudicación irregular a OHL de la construcción del mayor hospital de Mallorca.

Matas recurrió al Supremo solo su condena por el delito de tráfico de influencias (de 6 meses de prisión y 3 años de inhabilitación). El alto tribunal desestima íntegramente sus alegaciones y subraya que, de acuerdo a los hechos probados, el acusado se aseguró la cercanía de personas de su confianza en el proceso de adjudicación por concurso del proyecto de construcción del hospital para garantizarse la adjudicación a una empresa amiga.

Con ese mismo fin, recuerdan los magistrados, para asegurar su control e influir en el proceso de adjudicación de la obra, dio la orden de contratar a una determinada consultora «prescindiendo de las normas de procedimiento y con el fin de que fuera ella quien llevara a la Mesa de Contratación las valoraciones de las ofertas de los licitadores», forzando así su designación como beneficiada de la adjudicación.

«Presión moral»

Los magistrados insisten en «la presión moral y jerárquica» que Matas ejerció sobre dos de sus subordinados (la exconsejera de Salud Ana Castillo y el director general del Instituto Balear de Salud Joaquín Sergio Beltrán) para amañar la adjudicación, forzando que la Mesa hiciera «una propuesta que fuera coherente con la decisión final del órgano de contratación». «Se trataba de crear una apariencia de realidad que respaldase la decisión que desde el principio perseguía Matas», insiste el fallo.

Para el Supremo, el expresidente incurrió en un delito de libro de tráfico de influencias: ejerció «presión moral eficiente» sobre las autoridades que tenían que resolver el concurso para «obtener una resolución arbitraria o injusta y ajena a los intereses públicos». «Tal resolución iba dirigida a la obtención de un beneficio económico, en este caso a favor de un tercero (OHL), que además de conseguir los beneficios derivados de la construcción del hospital, obtendría los beneficios procedentes de su mantenimiento y de otros servicios relacionados con su gestión», recuerda la resolución.

La confirmación de la sentencia por el amaño de la construcción del hospital era la última que tenía pendiente Matas, que se ha sentado en el banquillo en una docena de ocasiones, aunque solo ha sido condenado a penas que suman menos de diez años de prisión. El también exministro de Medioambiente de José María Aznar desde el verano del pasado año se encuentra en tercer grado.