Interior autoriza el uso masivo material antidisturbios en las vallas limitado tras la tragedia del Tarajal

Melchor Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Fotografía de una vecina del Barrio Chino, tomada durante el asalto de cientos de emigrantes subsaharianos a la valla.
Fotografía de una vecina del Barrio Chino, tomada durante el asalto de cientos de emigrantes subsaharianos a la valla. Stringer | Efe

La Guardia Civil admite que en el salto a Melilla hizo una utilización «proporcionada» de ese arsenal disuasorio que había sido restringido al máximo tras el ahogamiento de Ceuta

05 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La Guardia Civil vuelve a usar de manera masiva material antidisturbios en las vallas de las ciudades autónomas. Es más, lo hizo el pasado 24 de junio durante el asalto de más de 2.000 inmigrantes al vallado de Melilla, que acabó con entre 23 y 37 subsaharianos muertos en el lado marroquí de la frontera, según difieren las diferentes estimaciones. El uso de pelotas de goma para frenar las avalanchas humanas en los perímetros de Ceuta y Melilla en teoría, según el Ministerio del Interior, había sido restringido a situaciones extremas después de la tragedia del Tarajal el 6 de febrero del 2014, en Ceuta, cuando 15 inmigrantes murieron ahogados mientras los efectivos del instituto armado disparaban a su alrededor pelotas de goma.

Diferentes fuentes de la seguridad del Estado admitieron hoy que efectivamente la Guardia Civil hizo uso de «este arsenal disuasivo» durante la violenta avalancha del pasado meses, después de que el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu, desplazado a la ciudad autónoma para entrevistarse con asociaciones de defensa de derechos humanos a raíz de la tragedia y visitar el perímetro, denunciara este lunes y desde la misma frontera que diez días después de los sucesos había en la parte española «centenares» de vainas rojas de fogueo de las usadas habitualmente por la Guardia Civil para disparar botes y pelotas de gomas.

La versión de Interior sobre la denuncia del parlamentario del partido socio de Gobierno es que «la Guardia Civil actúo en todo momento con pleno respeto a la legalidad y con criterios de proporcionalidad, tanto en el plano operativo como en el del material utilizado».

Todos estos proyectiles rojos que sirven para municionar las armas antidisturbios -explicó el diputado- se encontraban concentrados en los 200 de metros de vallado correspondientes al paso de Barrio Chino, donde se produjeron las refriegas con las fuerzas de seguridad y las avalanchas que el 24 de junio acabaron con la vida de los inmigrantes. Hasta ahora, todas las grabaciones publicadas apuntan a que todos los fallecidos se produjeron en lado marroquí, en el paso de Barrio Chino de Nador.

En esa misma zona exacta pero en lado español de la valla, según el diputado, también encontró «innumerables» bolas de caucho y botes de humo, cuyas fotos publicó en redes sociales.

Diversos responsables policiales confirmaron que, efectivamente, en los últimos meses, y al menos en Melilla, se está volviendo a hacer un «uso extendido» de material antidisturbios, cuya utilización se había ordenado restringir «al extremo» tras la llegada de Fernando Grande-Marlaska a Interior. Ya el pasado marzo, explicaron estas mismas fuentes, el uso de este arsenal impidió un asalto masivo a Melilla. La única novedad con respecto a los gobiernos anteriores es que ahora es necesaria la autorización de la Delegación del Gobierno para disparar gases o pelotas. Un permiso que en algunos círculos de la Guardia Civil, que reclaman mayor permisividad con el uso de este material para poder enfrentarse a inmigrantes cada vez más violentos y organizados, se ve excesivo y poco «operativo».