Los narcos sofistican sus medios en el Estrecho con drones aéreos y semisumergibles
ESPAÑA
Con los nuevos aparatos se podía transportar hasta 200 kilos de droga
05 jul 2022 . Actualizado a las 21:05 h.La Policía Nacional ha desmantelado en el Campo de Gibraltar (Cádiz), una organización que se dedicaba a suministrar a redes de narcotráfico de distintos países drones aéreos y semisumergibles, nuevos sistemas para transportar hasta 200 kilos de droga. En la denominada «Operación Kraken» han sido detenidas ocho personas en municipios de Cádiz, Málaga y Barcelona, seis de las cuales han ingresado ya en prisión provisional, según ha informado este lunes la Policía.
Entre ellas están un padre y un hijo, uno de ellos piloto de helicópteros, que tenían suficientes conocimientos tecnológicos como desarrollar estos sofisticados vehículos no tripulados.
Las investigaciones que han permitido desmantelar esta red se iniciaron en abril del 2021 cuando la policía francesa alertó a la española de que en Castellar de la Frontera (Cádiz) había una potente organización que había suministrado vehículos con «caletas» (huecos en los coches para esconder alijos) y sofisticados artilugios a redes galas para transportar droga.
Durante una investigación, que ha durado catorce meses, los agentes detectaron unas naves industriales sin aparente actividad que podían servir de talleres de la organización y comprobaron cómo los sospechosos recibían multitud de visitas de organizaciones criminales de distintas zonas de España (Cataluña, Costa del Sol, Campo de Gibraltar o Ceuta) y de países como Italia, Francia o Dinamarca.
En los ocho registros realizados han sido intervenidos, además de 145 kilos de hachís, 8 kilos de marihuana y 157.370 euros en efectivo, diez vehículos y seis drones de gran tamaño con hasta 12 motores y autonomía para 30 kilómetros, suficientes para cruzar de forma autónoma el Estrecho de Gibraltar. La policía cree que podrían tener un valor superior a los 50.000 euros.
También han sido intervenidos tres semisumergibles no tripulados, uno terminado y dos en fase de construcción, que iban a ser entregados a una organización francesa para el transporte de cocaína.
Estos aparatos, conocidos como «drones submarinos», son una especie de tabla de surf que viaja por la superficie de agua, con un depósito en su parte inferior con capacidad para transportar entre 150 y 200 kilos de carga. Se trata de la primera ocasión en la que se han intervenido este tipo de vehículos, que operan bajo el agua sin tripulación a bordo.
Controlados por «tablets»
Ambos aparatos, con dispositivos GPS, podían ser operados por los narcotraficantes desde cualquier lugar a través de dispositivos como tablets, con los que se controla la salida, la ruta y la llegada hasta un punto en el que otro miembro de la organización recogía el cargamento.
Los investigadores han detectado hasta trece vehículos de distinto tipo a los que se les habrían practicado de forma artesanal dobles fondos para ocultar y transportar drogas, algunos de ellos fabricados en el interior de remolques y capaces de albergar hasta 800 kilos.
En concreto uno de estos transportes fue interceptado cuando se dirigía hacia Dinamarca a bordo de una grúa con la intención de evitar posibles controles policiales, con 218 tabletas de hachís en el interior de una caleta.
Dado el carácter internacional de los contactos que mantenía la red se estableció una estrecha colaboración con la Policía Nacional francesa, ya que un importante número de estos vehículos con dobles fondos se dirigían, una vez cargados con droga, hacía el país vecino.
En las pesquisas se ha identificado también a varios ciudadanos marroquíes y daneses que estarían enviando desde el sur de España importantes cantidades de hachís hacía el norte de Europa destinadas a las organizaciones criminales de origen magrebí conocidas como Mocro-maffia.
La operación concluyó con la detención de ocho personas en Ceuta (1), Málaga (2) y Cádiz (5) acusadas de los delitos de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.
En una rueda de prensa, el jefe superior de Policía Nacional de Andalucía Occidental, Andrés Garrido, ha destacado que la operación muestra como los narcos van sofisticando sus medios «con un nivel tecnológico altísimo», buscando alternativas para tratar de «burlar» a la Policía.
Los agentes han subrayado también el peligro que podrían suponer el vuelo de estos drones que pueden volar con hasta dos kilómetros de altura, sin comunicar a las autoridades sus rutas. «Un impacto de un ave de 4 o 5 kilos puede ser ya peligroso para una aeronave, estos drones pueden pesar 20 o 30 kilos», indicaba un agente.
Los agentes creen que la red llevaba dos años trabajando en el diseño de estos drones, y que han sido interceptados antes de que estuvieran operativos.
Su tecnología tendría que ser capaz de burlar los sistemas antidrones de la Policía, capaces de detectar vuelos de estos vehículos no tripulados y de neutralizarlos. Cuenta con sistemas portátil y con antenas en La Línea de La Concepción, Ceuta, Cádiz y Marbella.