El nuevo portavoz socialista en el Congreso supo reconciliarse con Sánchez tras enfrentarse a él en las primarias
21 jul 2022 . Actualizado a las 18:39 h.«¿Vamos a ver, Pedro, ¿tú sabes lo que es una nación?». Sobrevivir a semejante zasca a Pedro Sánchez en pleno debate de las primarias del PSOE da una idea de la capacidad de resistencia de Francisco Javier López Álvarez (Baracaldo, 1959), más conocido como Patxi López. El nuevo portavoz en el Congreso es un referente del PSOE vasco y el único lehendakari socialista de la democracia, cargo que ocupó entre 2009 y 2012 gracias al apoyo del PP y de UPyD, a pesar a la victoria del PNV en las elecciones. Durante su mandato, ETA anunció el cese definitivo de la violencia. Un dato que marca su biografía y que recuerda siempre con orgullo.
López es un hombre respetado y querido por casi todos en el partido, en el que ingresó en 1975, con solo 16 años. Fue elegido presidente del Congreso el 13 de enero del 2016 gracias al acuerdo del PSOE con Ciudadanos y el PP. Su breve mandato durante esa fallida legislatura de solo seis meses estuvo marcado por la agitación introducida en el hemiciclo por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que llegó a acusar a Felipe González de tener «el pasado manchado del cal viva» sin que López lo llamara al orden.
En 2017, tras la defenestración de Pedro Sánchez en el comité federal, López optó a las primarias a la secretaría general del PSOE frente a Susana Díaz y el propio Sánchez, quedando el tercero, con el 9,85% del voto de la militancia. Su postulación fue decisiva para el triunfo del actual secretario general frente a la lideresa andaluza.
De carácter dialogante, templado y pactista, supo reconciliarse con Sánchez, que lo mantuvo en su ejecutiva, primero como secretario de Política Federal y después como secretario de Memoria Democrática y Laicidad, cargo que ahora deja y que ocupará el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta. Sus críticos reprochan a López su defensa de los pactos con Bildu, aunque, según afirmó recientemente, estos se deben a que «la derecha no quiere acordar nada con el Gobierno».
Su nombramiento como portavoz del PSOE se interpreta como un intento de otorgar más peso político a un cargo en el que Héctor Gómez no ha sabido brillar, y de mejorar la comunicación de cara a las elecciones municipales, autonómicas y generales del 2023. Con el PP al alza y por encima del PSOE en las encuestas, Sánchez recurre a uno de los pocos resistentes de la vieja guardia socialista para tratar de frenar el empuje de los populares tras la llegada al liderazgo del partido de Alberto Núñez Feijoo.