En Comú Podem urge a Aragonès a mover ficha ante la «deslealtad absoluta» de JxCat

La Voz

ESPAÑA

El diputado de En Comú Podem, Joan Mena.
El diputado de En Comú Podem, Joan Mena. Quique Garcia | EFE

Los comunes pueden convertirse en el socio decisivo de Aragonès para pactar los próximos presupuestos

14 ago 2022 . Actualizado a las 13:49 h.

El portavoz de Catalunya en Comú y diputado de En Comú Podem en el Congreso, Joan Mena, ha urgido al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, a «tomar una decisión» con respecto a sus socios de JxCat, que intentan «bloquear» el diálogo con el Estado, en una muestra de «deslealtad absoluta».

En una entrevista con Efe, Mena ha considerado «una irresponsabilidad» que una formación de gobierno, como JxCat, «trabaje activamente en contra de los intereses de Cataluña», al oponerse a la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Ejecutivo central.

Para los comunes, que pueden convertirse en el socio decisivo de Aragonès para pactar los próximos presupuestos, como ya ocurrió el año pasado, no es sostenible la posición de «bloqueo» de JxCat en el seno de un Govern cuyo presidente apuesta por la mesa de diálogo.

JxCat «debilita las posiciones del Govern en la mesa del diálogo», lo que supone, ha dicho, «una muestra de deslealtad absoluta a su propio gobierno», frente a la cual «es evidente que el presidente Aragonès debería tomar alguna determinación». Mena no ha querido precisar qué tipo de «decisión» debería adoptar Aragonès, porque «le corresponde a él» fijarla, pero entiende que el presidente de la Generalitat «debe tomar cartas en el asunto, para cortar esta deslealtad constante».

Ha remarcado que en la mesa de diálogo se abordan cuestiones que afectan a los catalanes y que, en la reunión de finales de julio, se alcanzaron «acuerdos concretos», aunque en lo que respecta a «derechos nacionales» es necesario «mucho tiempo para abordarlos».

En su opinión, «está claro que Pere Aragonès se equivocó al priorizar a JxCat como socio de coalición, cuando todos sabíamos que sería un gobierno fracasado, porque JxCat está demostrando que quiere bloquear los avances que se den en el terreno del diálogo». Mena ha subrayado que Aragonès tuvo «otras alternativas posibles encima de la mesa» cuando negoció su investidura y, entre ellas, figuraba la de un «gobierno de izquierdas» con PSC, ERC y comunes.

 «Una suma deseable»

Una eventual coalición tripartita con socialistas, republicanos y comunes, ha dicho, sería «una suma deseable», y de hecho esa es «la forma de gobierno por la que se ha optado en el conjunto del Estado», donde ERC es «socio prioritario» de PSOE y Unidas Podemos, un modelo similar al del Ayuntamiento de Barcelona.

«Cuando las izquierdas nos entendemos, hay la posibilidad de que se avance desde el punto de vista social, aunque es verdad que también hay un gran riesgo, porque el PSC en muchas ocasiones mira hacia su derecha», ha señalado en alusión a JxCat.

Las alianzas «sociovergentes» entre PSC y JxCat, ha destacado, siguen vigentes en la Diputación de Barcelona y en «muchas ciudades» catalanas, como Sabadell (Barcelona), donde Mena se presentará como candidato a la alcaldía en las elecciones municipales del 2023.

Por lo tanto, según Mena, «hay el peligro de que esta sociovergencia, que ha sido histórica en Cataluña, se vuelva a imponer en determinadas administraciones y que el PSC vuelva a mirar hacia su derecha, cuando hay alternativas hacia la izquierda».

Mano tendida para negociar los presupuestos

Sobre la posibilidad de apoyar un gobierno en solitario de ERC si JxCat abandona el ejecutivo actual, Mena ha apuntado que los comunes han demostrado que ponen «los intereses de Cataluña por delante de los de partido, por ejemplo al aprobar los últimos presupuestos, porque lo que no puede ser es que el desgobierno entre ERC y JxCat y sus desavenencias las acaben pagando los ciudadanos».

Ante las negociaciones de los próximos presupuestos, ha afirmado, los comunes van a ejercer un papel de «oposición responsable, constructiva y transformadora» y están abiertos a negociar. Una de sus líneas rojas será, ha remarcado, una «fiscalidad progresiva», por lo que no avalan la supresión del Impuesto de Sucesiones que plantea JxCat.