Sánchez buscó destruir la imagen de gestor del líder del PP

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / ALA VOZ

ESPAÑA

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez Juanjo Martín | EFE

Fueron 47 minutos seguidos de ataques personales al jefe de la oposición en una réplica que llevaba preparada de antemano

07 sep 2022 . Actualizado a las 18:43 h.

Fueron 47 minutos de ataque inmisericorde por parte del presidente del Gobierno al líder de la oposición sin relación con el objeto del debate, que era el decreto de medidas de ahorro energético. Tras un primer discurso largo, pero en tono explicativo, Pedro Sánchez llevaba preparada su réplica a Feijoo y se aplicó a ella sin responder a la intervención del líder el PP. En el PSOE habían adelantado que la intención del jefe del Gobierno era desmontar la imagen de gestor del expresidente de la Xunta. Y creen haberlo conseguido.

Aunque los propios socialistas reconocen que Sánchez estuvo muy duro en su intervención, consideran que era necesario para impedir que cale la imagen de moderación y de gestor pragmático que ha conseguido labrarse Feijoo.

Los asesores de Sánchez le habían preparado un dosier con todos los lapsus y errores cometidos por Feijoo desde que llegó al liderazgo del PP. Y Sánchez no se salió del guion. La idea era transmitir que es un político que no está preparado para gobernar por su desconocimiento en materia económica, fiscal y energética. Por ello, entre una ristra de supuestos errores, Sánchez le reprochó su declaración en el mes de marzo, cuando dijo que el Gobierno se estaba «forrando» con la recaudación de impuestos, cuando en realidad la mayoría de esos impuestos van a parar a las comunidades autónomas, o que afirmara que en Galicia el rural no paga tributos. «Su conocimiento en impuestos, permítame que se lo diga, es justito» afirmó el presidente para tratar de dejar en evidencia a Feijoo.

 Poner a Feijoo, «ante el espejo»

Tan preparada estaba la réplica de Sánchez a la intervención de Feijoo, que, a pesar de que el líder popular no nombró a ETA en su discurso, Sánchez la sacó a colación agradeciendo al presidente del PP que no hubiera utilizado en esta ocasión a la banda terrorista para atacarle.

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, confirmó este miércoles que la estrategia de Sánchez en el debate celebrado en el Senado era la de poner a Feijoo «ante el espejo» para impedir que arraigue la imagen de moderación del líder popular. Y se mostró convencido de que el presidente del Gobierno logró su objetivo.

Bolaños se burló de las quejas de Feijoo por los insultos que recibe por parte de Sánchez y de los ministros de su Gobierno. Consideró «entrañable» que el PP se queje de recibir improperios cuando, según dijo, lleva cuatro años atacado al presidente del Gobierno con calificativos como «ególatra, dictador, felón o ilegítimo». Admitió que el tono fue duro, pero insistió en que «sin faltar, se le recordó a Feijoo declaraciones suyas y se le puso frente al espejo». La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, señaló también que, tras el resultado del cara a cara en el Senado, al líder de la oposición «se le van a quitar las ganas de pedir debates». Rodríguez lamentó además que las propuestas que Feijoo dijo que iba a trasladar al Gobierno en materia de ahorro energético fueran solo «una carátula» sin contenido.