El fiscal general denuncia una campaña de «ataques personales» para «socavar» su nombramiento

Mateo Balín MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, en Mariñán.
El fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, en Mariñán. M. Dylan | Europa Press

Reprende a los vocales del CGPJ que rechazaron su elección por su cercanía al Gobierno y augura más crispación por próximas designaciones en el Ministerio Público como la de Dolores Delgado

21 sep 2022 . Actualizado a las 19:33 h.

El nuevo fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, denunció este miércoles la existencia de una campaña de «ataques personales», «frivolidades» y falsedades para «socavar» su nombramiento y auguró más crispación por las próximas designaciones que se van producir —y sobre las que él tiene la última palabra— en la cúpula del Ministerio Público.

Este es el caso de su antecesora en el cargo Dolores Delgado, que tras su renuncia por motivos de salud ha optado a una plaza en la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo junto a una veintena de compañeros. Existe mucha expectación sobre el futuro laboral de la anterior responsable de la institución. «Su labor ha sido impecable y honesta», alabó este miércoles García Ortiz.

El Consejo Fiscal es el órgano asesor del fiscal general, que ahora tiene una mayoría de integrantes de procedencia conservadora. Un bloque muy crítico en su momento con Delgado —cuya plaza sigue estando en la Fiscalía de la Audiencia Nacional— y que ya ha anticipado un marcaje a la actividad de García Ortiz y a su toma de decisiones dado el sistema jerarquizado del Ministerio Fiscal.

Consciente de que estas primeras semanas no serán fáciles, García Ortiz alertó de las posiciones extremas de determinados actores judiciales. Una estrategia que está traspasando «determinadas líneas» y que va camino de dinamitar las cordiales relaciones que deben tener los órganos constitucionales. «Si sigue este camino los vamos a estropear todo», advirtió el fiscal general en una entrevista en Las Mañanas de Radio Nacional de España (RNE).

«Las críticas son absolutamente exacerbadas»

La mención del fiscal general era en respuesta al durísimo voto particular de siete vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en contra de su designación por parte del Gobierno, según prevé la Constitución. Los vocales, de procedencia conservadora, expusieron las dudas sobre su imparcialidad por su proximidad al Ejecutivo y detallaron varios episodios para reafirmar su postura, como la intervención en un curso de una fundación socialista que contó con la presencia del candidato de ese partido a las elecciones gallegas. Unos argumentos que ya fueron reprochados por el propio García Ortiz en el Congreso, durante su comparecencia en julio pasado antes de asumir el cargo, al decir que tras leer el voto particular se sintió como si estuviera delante de un «tribunal de honor».

«Del voto particular me preocupa cómo y de qué manera un órgano constitucional (en referencia al CGPJ), que debería ser prudente, es capaz de escribir cosas que objetivamente no son ciertas, emite opiniones frívolas o no rigurosas. Las críticas son absolutamente exacerbadas. El voto tenía la finalidad de socavar cualquier nombramiento que se produjera. Estoy seguro de que volverán los ataques personales o irán a más», auguró el anterior jefe de la Secretaría Técnica del Ministerio Público, el laboratorio jurídico de la institución y mano derecha de Delgado durante dos años y medio.

Para evitar esta vinculación al Gobierno no solo desde una parte del CGPJ, sino también desde «poderes mediáticos», García Ortiz reiteró que se siente «libre, independiente y autónomo» para cumplir con su mandato y recordó que una vez nombrado por el Ejecutivo este no le puede cesar del cargo. «Soy fiscal de carrera desde hace 24 años y lo tengo muy claro: nunca aceptaré presiones. Ahora soy el escudo de toda la carrera fiscal para evitarlas. El Gobierno no puede meter mano en los procedimientos penales. No puede hacerse. De ninguna de las maneras», advirtió el fiscal como aviso a navegantes.