El caso Dalmases reabre la guerra interna en Junts y aumenta el riesgo de escisión
ESPAÑA
El sector radical del partido de Puigdemont acusa al posibilista de lanzar «ataques» de «caza mayor» contra Laura Borràs
30 mar 2023 . Actualizado a las 11:31 h.La paz interna apenas ha durado 20 días en Junts. El caso Dalmases, que ha concluido con el cese del diputado nacionalista como vicepresidente del partido, por zarandear a una periodista de TV3, ha reabierto las heridas en la formación cuando aún supuraban tras la consulta interna en la que se decidió la salida del Gobierno catalán. Han vuelto las hostilidades entre los dos sectores en pugna: los posconvergentes y los rupturistas, que libran una batalla por el control del partido de Carles Puigdemont.
Francesc de Dalmases, del sector radical, se vio obligado a dimitir de sus responsabilidades orgánicas y corre el riesgo de ser forzado también a apartarse como diputado autonómico. Es la mano derecha de Laura Borràs y en el partido ya han aflorado voces para denunciar que lo que existe en el fondo es un «ataque» orquestado por el sector posconvergente para abatir a Laura Borràs, presidenta de la formación y líder del ala más inflexible. «No era un ataque contra Dalmases, sino también contra la presidenta Borràs, que es caza mayor», afirmó ayer Jaume Alonso Cuevillas en la Ser.
Ambas facciones se enfrentaron a cara de perro a cuenta de la decisión sobre si el partido debía o no salir de la Generalitat. Laura Borràs forzó la consulta a la militancia y la ganó con un 55 % de los votos, el pasado 7 de octubre. Junts acabó rompiendo con ERC y los consejeros junteros abandonaron el Gobierno de Aragonès.
Cuevillas, del sector radical, admitió ayer lo que hace tiempo es un secreto a voces, pero los dirigentes negaban: que en el partido coexisten dos almas claramente diferenciadas, lo que es una realidad notoria a pesar de que se intenta camuflar.
Venganza
Las relaciones son cada vez más complicadas entre los dos bandos y el riesgo de escisión está latente. El propio Cuevillas verbalizó la amenaza de ruptura interna durante la campaña de la consulta para salir del Gobierno. La dirección pensó que con la salida del Ejecutivo cerraría durante un tiempo la crisis para poder consolidar su estrategia desde la oposición, pero lo hizo en falso.
Los posconvergentes y algunos exconsejeros se han cobrado la venganza, con el cese del colaborador de Borràs. De hecho, en la reunión del martes de la cúpula de la formación, ni siquiera participó Dalmases, ingresado por ansiedad. En su entorno solicitaron que se aplazara la ejecutiva, pero la dirección no accedió. Buscaba una salida rápida.
Este caso, no obstante, no ha concluido, pues en el seno de Junts hay un sector que está recogiendo firmas para obligar a Dalmases a dejar su acta de diputado y otras dos parlamentarias lo acusan de prácticas intimidatorias como las que denunció la periodista de TV3, certificó el informe elaborado por Magda Oranich y provocó su cese. Además, Dalmases soporta presiones del Parlamento para que dimita como diputado. ERC, CUP y comunes urgen para que se convoque la comisión del estatuto del diputado, que preside Cuevillas.
La falsa periodista que defendía en Twitter a parte de Junts frente a otra
El método de las falsas noticias a las que el independentismo catalán se abonó para atraer a sus intereses a los ciudadanos tuvo su culmen con la creación de una cuenta en Twitter a nombre de Joana Masdeu, una supuesta periodista a la que nadie conoce. El grupo de profesionales que cubre habitualmente la información en el Parlamento catalán concluyó que es un perfil falso. La tuitera fantasma se dedicaba —ya cerró su cuenta— a defender a Francesc Dalmases, quien tuvo que dejar la vicepresidencia de Junts tras zarandear a una periodista de TV3 por hacer una entrevista a Laura Borràs que no le gustó. Masdeu criticaba también a los periodistas que arremetían contra Dalmases y se quejaba de que cuando otros presionaron a la prensa, no se había denunciado.
Algunos creen que todo esto es una campaña de un sector de Junts para apoyar a Dalmases. Masdeu, que tenía entre sus seguidores a Borràs y a Alonso-Cuevillas, acusó a Jordi Sànchez y a Albert Batet de haber emitido amenazas. Sànchez le respondió: «La política no se puede hacer así. Me ofrezco donde y cuando quieras para que me entrevistes y lleves pruebas de dónde, cuándo y a quién he amenazado e insultado».