El Gobierno vasco y las víctimas califican de «ofensivas» las «confesiones» de Barrionuevo sobre los GAL
ESPAÑA
![El exministro socialista José Barrionuevo, en mayo del 2001](https://img.lavdg.com/sc/5yi42UOYT47wm9IzxGJY9G8D-K0=/480x/2022/11/06/00121667754542111175527/Foto/Z28A1073.jpg)
El exministro del Interior admite su implicación en al menos dos acciones de la guerra sucia contra ETA, incluido el secuestro de Segundo Marey
06 nov 2022 . Actualizado a las 18:21 h.El Gobierno vasco y las víctimas de ETA han calificado de «incalificables» y «profundamente ofensivas» las declaraciones realizadas por el exministro del Interior José Barrionuevo en las que confiesa su implicación en los actos que cometieron los GAL a finales de los ochenta, en especial en el secuestro de Segundo Marey, la primera acción reivindicada por este grupo. Barrionuevo fue condenado en 1998 por el Tribunal Supremo a 10 años de cárcel por los delitos de secuestro y malversación de fondos. Su participación ya estaba demostrada, pero tres décadas después de producirse, Barrionuevo no muestra arrepentimiento.
El que fuera máximo responsable de las fuerzas de seguridad durante los primeros gobiernos de Felipe González explica este domingo en una entrevista en El País los detalles de la operación con la que los GAL se dieron a conocer y su implicación en la guerra sucia contra ETA. Barrionuevo relata cómo él mismo ordenó la captura en el sur de Francia del dirigente etarra José Mari Larretxea Goñi para tratar de averiguar dónde estaba el capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios, al que ETA tenía secuestrado y asesinó unos días después.
Operación frustrada
El exministro del Interior narra cómo se frustró la operación. «¡Era un tipo tan grande que no cabía en el maletero del coche! Y como se resistió llegaron los gendarmes y se desbarató el asunto», explica Barrionuevo. Cuatro policías españoles fueron detenidos por los agentes galos. El propio Barrionuevo cuenta que él mismo explicó en el Congreso que había «mandado» ejecutar la operación y que entonces «no hubo ninguna repercusión».
También alude al secuestro de Marey. La sentencia dictada por el Supremo establece que Barrionuevo se enteró de que había sido secuestrado por miembros de las fuerzas de seguridad y que entonces ordenó que le dejasen en libertad. Pero el extitular de Interior rebate el fallo. Según su versión, se encontró con una «operación de los servicios de información de la Policía de Bilbao cuando ya estaba realizada». «Había una cierta autonomía, había muchas cosas que te enteras cuando los acontecimientos van ocurriendo», apunta.
Barrionuevo señala que una vez que se confirma que se había cometido un error, hay quien plantea asesinar a Marey. «Digo que ni hablar. Basándome en el principio de que con el desorden causado ya es suficiente». Cuando se le pregunta si al ser consciente de que se estaba cometiendo un delito no hubiese sido lo correcto haber tomado medidas, el exministro del Interior responde: «Los etarras decían que era una guerra. Yo no puedo actuar contra los que están disparando desde mi trinchera aunque hagan algún disparo equivocado. Así son las reglas».
Amedo y Rajoy
Barrionuevo también se refiere a José Amedo y a Mariano Rajoy. Del excomisario, condenado a más de 100 años por su implicación en la guerra sucia, dice que «hizo muchas cosas mal, pero que tenía un confidente en la ejecutiva de HB». Del expresidente del Gobierno, asegura que en su etapa como ministro del Interior y tras el indulto parcial que le concedió el Ejecutivo le llamó para decirle: «No puedo consentir que vuelvas a la cárcel. Confía en mí».
Una declaraciones que han provocado la inmediata reacción del Gobierno vasco y de víctimas del terrorismo. La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha definido de «incalificables» las palabras, «o mejor dicho confesiones del exministro socialista José Barrionuevo justificando el terrorismo de Estado». «Confío que reciban respuesta de todas las sensibilidades políticas que condenamos todos los terrorismos», afirmó. En una línea parecida, la Fundación Fernando Buesa considera «profundamente ofensivo y doloroso para las víctimas de los GAL y para la sociedad leer esta entrevista. Es absolutamente inaceptable e indigno defender la guerra sucia contra ETA en un país democrático. Fue un error y un horror injustificables».