Logró ser investido y aprobar presupuestos y concedió indultos y reformas penales
12 nov 2022 . Actualizado a las 18:31 h.El Gobierno de Pedro Sánchez presentó el viernes en el Congreso una proposición de ley para reformar el delito de sedición y tipificar esos actos como desórdenes públicos agravados, lo que conlleva penas inferiores a las contempladas por la sedición. Este delito, que parte del año 1822, cambia en 1995, cuando el Ejecutivo de Felipe González lo reubicó en el Código Penal contra el orden público y lo sacó de entre los actos punibles contra la Constitución. Tirando de hemeroteca es posible comprobar cómo tanto cuando estaba en la oposición como hace un tiempo desde el Gobierno, Pedro Sánchez no pensaba lo mismo sobre la sedición. Este giro respecto a los independentistas no es el único. Por citar un ejemplo, cambió la postura española sobre el Sáhara. El primer gran cambio de rumbo en su estrategia política fue respecto a Podemos.
con podemos no
«No dormiría por la noche». «Sería un presidente del Gobierno que no dormiría por la noche, por eso no acepté esa propuesta que me hizo el señor Iglesias [para formar Gobierno]», aseguró Pedro Sánchez el 19 de septiembre del 2019. Solo dos meses después, pronunció un «gracias Pablo» y ambos se fundieron en un abrazo. Acababan de alcanzar un pacto por el que el socialista hizo a Iglesias su vicepresidente. Y eso que Sánchez había repetido hasta la saciedad que no quería pactar con Iglesias ni con Bildu.
rebelión y sedición
«Ha habido un delito de rebelión, de sedición». «Creo que clarísimamente ha habido un delito de rebelión, de sedición en España, y que en consecuencia deberían ser extraditados esos responsables políticos a España», dijo el presidente del Gobierno a Susana Griso en el programa Espejo Público, de Antena 3 en mayo del 2018. Luego pasó a que era conveniente reformar el delito de sedición. Los independentistas exigían su derogación, mientras el Gobierno aceptaba solo reformarlo. Finalmente, el secesionismo ganó. Y Sánchez allanó la aprobación de los Presupuestos.
independentistas
«Falso es falso, no es no y nunca es nunca». La hemeroteca muestra la mutación del socialista con los secesionistas. El 25 de mayo del 2015, un Sánchez convincente aseguraba: «Estoy diciendo que con Bildu no vamos a pactar, si quiere se lo digo cinco veces. Con Bildu, se lo repito, no vamos a pactar». Estaba entonces en la oposición. Cuatro años más tarde, el 23 de abril del 2019, ya desde el Gobierno y en un debate electoral con Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera, un Sánchez incisivo abría la contienda advirtiendo: «Las mentiras vuelan entre el señor Casado y el señor Rivera y, en fin, aquí son indistintas... Yo quiero dejar una cosa clara desde el principio del debate: es que yo no he pactado con los independentistas. Es mentira, Es falso. Es falso». «Señor Sánchez no tome el pelo a los españoles», le replicó Rivera. «Es falso y, por tanto, usted podrá repetir mil veces una mentira, pero es falso. Falso es falso. No es no y nunca es nunca», incidió con rotundidad.
«Con Bildu no se acuerda nada». Dos meses después, el 6 de junio del 2019, Sánchez repudiaba a los independentistas vascos: «No vamos a pactar con Bildu, con Bildu no se acuerda nada». Después amarró su investidura con los de Arnaldo Otegi y la abstención de ERC, pese a que desde la oposición prometía: «Yo no voy a permitir que la gobernabilidad de España descanse en partidos independentistas».
indultos
Del no a no estar sobre la mesa y a concederlos. Cierto es que se refería a los condenados por corrupción, pero siendo jefe de la oposición, el 29 de agosto del 2014, Sánchez aseguró: «Los indultos políticos deben acabar en nuestro país», e insistió el 28 de marzo del 2015: «Proponemos acabar con los indultos». Desde esa oposición a la medida de gracia giró hacia «el debate de los indultos es que no está sobre la mesa porque el Gobierno ni lo ha planteado y porque hasta incluso los independentistas no lo quieren», que afirmó el 31 octubre del 2019 en Onda Cero. Pero, hete aquí que el 22 junio del 2021, desde el porche del palacio de la Moncloa anunció la concesión de «los indultos a los nueve condenados del juicio del procés que permanecen en prisión».
delito de referendo
Traer a Puigdemont. Sánchez dedicó la campaña de noviembre del 2019 a anunciar medidas contra el independentismo porque no estaba claro que pudiese seguir en la Moncloa, como la tipificación del delito de referendo ilegal para evitar otro l 1-O. Y no volvió a hablar del asunto. Además, prometió «traer a Puigdemont de vuelta a España para juzgarlo». «La Fiscalía de quien depende? Pues ya está», respondió cuando se le preguntó cómo tenía pensado lograrlo.
El PP acusa al PSOE de dar gasolina al independentismo y este lo rebate y asegura que es el extintor
La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, criticó ayer «la hipoteca» que Pedro Sánchez tiene contraída con los independentistas a los que «entrega gasolina» al derogar el delito de sedición para seguir siendo presidente del Gobierno: «Sánchez ha demostrado un absoluto desprecio por la verdad y una absoluta ansia de poder», dijo desde La Rioja, según recoge Europa Press.
Durante su intervención en la convención regional del PP riojano, la número dos del PP lamentó la decisión de Pedro Sánchez sobre la reforma de la sedición asegurando, además, que el presidente del Gobierno «ha mentido a los españoles». Lo hizo porque, recordó Gamarra, «cuando se presentó a las elecciones dijo que traería a Puigdemont, le pondría ante la justicia y tipificaría el delito de referendo ilegal además de que agravaría las penas para el delito de sedición».
Ante ello, «hoy vemos que justo ha materializado lo contrario, proponer la derogación del delito de sedición». En definitiva, indicó Gamarra, «lo que hizo Pedro Sánchez es pagar su supervivencia política». Así, Gamarra se preguntó: «¿Quién gana con esta reforma, a quién le beneficia o a quién se ayuda con estas medidas?. Lo único que hace es bajar las penas de aquellos que deben rendir cuentas ante la justicia porque intentaron romper nuestro marco de convivencia».
«El PP ha sido y es la gasolina para la vida política en Cataluña y los socialistas somos el extintor de todo lo que ha pasado», le respondió el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López.
El líder de En Comú Podem en el Congreso, Jaume Asens, por su parte, defendió la supresión del delito de sedición, que es, recalcó, un triunfo de su partido y no del independentismo, y advirtió al PP que «un ataque a la democracia es mantener secuestrado el Consejo General del Poder Judicial», en alusión al bloqueo a la renovación de los cargos caducados.
El BNG avala la sustitución de la sedición al igual que el PNV y ERC
La viceportavoz parlamentaria del BNG, Olalla Rodil, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, y el exportavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardá, avalaron ayer la decisión del Gobierno de sustituir el delito de sedición por el de desórdenes públicos agravados.
Aunque dijo desconocer el texto con exactitud, Rodil valoró que lo que parece que va a formular el Gobierno español es una homologación al resto de los Estados miembros de la Unión Europea y del entorno. El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, indicó que a su formación le «parece bien» el cambio. «Si se procede a una modificación, nosotros no vamos a poner pegas e intentaremos facilitar todo lo posible», insistió. En esa línea, el exportavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardá, sostuvo que se trata de «un paso hacia adelante y nada más». Pero insistió en que su formación mantiene «dos objetivos claros»: «la amnistía y alcanzar un acuerdo para poder ejercer el derecho a la autodeterminación mediante un referendo».
Por su parte, Toni Comín (Junts) avisó de que con el delito de desórdenes públicos agravados «se podrán hacer barbaridades aún más grandes de las que ya se hacían» contra el independentismo porque cree que ensanchará la base de las personas que pueden ser perseguidas. Criticó la posición de ERC ya que le parece «muy irresponsable salir a hacer declaraciones institucionales triunfalistas». Coincide con él la ANC, que convocó para el 6 de diciembre una manifestación contra la derogación del delito de sedición.