Feijoo culpa a Sánchez del efecto «letal» de la ley del «sí es sí» en un clima de euforia en el PP

María Eugenia Alonso VALENCIA / COLPISA

ESPAÑA

Alberto Núñez Feijoo saluda a su llegada a la clausura de la intermunicipal del PP en Valencia, el domingo
Alberto Núñez Feijoo saluda a su llegada a la clausura de la intermunicipal del PP en Valencia, el domingo Kai FORSTERLING | EFE

Mete presión a los suyos: «Si no consigo ganar no merezco ser presidente del PP»

06 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El PP clausuró ayer su 26 intermunicipal en Valencia en un clima de éxtasis generalizado después de un arranque en el que los populares lograron la imagen de unidad que ansiaba Alberto Núñez Feijoo al juntar a José María Aznar y Mariano Rajoy, las dos almas del partido, en un mismo escenario. Ante las 4.000 personas que abarrotaron ayer el Museo de las Ciencias, el líder gallego dio el pistoletazo de salida para las elecciones autonómicas y municipales del 28 mayo entendidas como el «punto de partida del fin del sanchismo». Una cita que le puede servir de trampolín para la Moncloa si el PP consigue «mayorías contundentes» para construir gobiernos en monocolor, sin tener que enfrentarse a la encrucijada de pactar con Vox.

Tras haber encadenado cuatro mayorías absolutas en Galicia y haber asfixiado las opciones electorales de la extrema derecha y Ciudadanos en esta comunidad, el expresidente de la Xunta reniega de las coaliciones cuando se gobierna «en el anacronismo y en el revanchismo» como sucede, a su juicio, con el Ejecutivo que preside Pedro Sánchez al que responsabiliza de los efectos «letales» derivados de la ley del «solo sí es sí» y al que tachó de «cobarde» por acabar asumiendo la norma «a sabiendas de que era una equivocación». «Lo peor era señalar a una ministra cuando el Gobierno sabía que esa decisión era letal para las mujeres. El primero y el máximo responsable del Gobierno es su presidente, no una ministra de 22», señaló en alusión a la responsable de Igualdad, Irene Montero.

Hizo sangre también con la dependencia lesiva de Sánchez de sus socios populistas que no le dejan gobernar. «¡Váyase y convoquemos elecciones de nuevo!», exclamó en una referencia que recordó al conocido «váyase señor González» de Aznar, que atendía en primera fila. «Ya ve qué cosas pasan al cabo de los años», bromeó el expresidente del Gobierno a la salida del acto. 

Unidad y diversidad

Feijoo también recogió otro guante de Aznar, quien el sábado aseguró que «el cambio consiste en la España atractiva capaz de llamar a todos». En ese sentido, incidió en su propuesta de «reunir» al país en torno a las siglas del PP para «superar la política de bloques, la separación territorial y la separación abismal que hay entre la realidad y el actual Ejecutivo». «Tenemos un proyecto nacional que preserva la unidad desde la diversidad», defendió. Y aprovechó para meter presión a los dirigentes territoriales y a los 52 candidatos de las principales capitales de provincia y pedirles un empujón. «Hoy estoy seguro de que España va a tener un mejor Gobierno. Y ya sabéis —dijo— que no me gusta hablar por hablar». De no conseguir los resultados esperados cuando se pongan las urnas, Feijoo reiteró su intención de dar un paso al lado para que otro tome el timón. «Si no consigo ganar, no merezco ser presidente del partido. Por tanto, ¡ayudad un poco!», pidió a sus barones, igual de eufóricos que él, tras el cierre de filas de Rajoy y Aznar.