Montero alude a Justicia al cuestionar los datos de rebajas de penas por el «sí es sí»
ESPAÑA
Reitera que acepta reformar las condenas, pero sin tocar el consentimiento
06 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El pulso entre el PSOE y Unidas Podemos en el Gobierno ante la reforma de la ley del «solo sí es sí» ordenada por el presidente Sánchez prosigue cuando se acerca el horizonte temporal —este lunes o, todo lo más, el martes— que se han dado los socialistas para tirar hacia adelante en solitario con una proposición de ley en el Congreso, tras una prórroga sobre el plazo inicial que vencía el pasado viernes. La ministra de Igualdad, Irene Montero, incidió ayer en que accede a cambiar la norma aunque ni ella ni su partido lo crean necesario y en asumir ajustes como la elevación de penas, pero siempre y cuando eso no toque el núcleo del consentimiento. Igualdad continúa sin dar el visto bueno —tampoco a la inversa— a las propuestas de Justicia en manos del PSOE. Montero apuntó implícitamente al ministerio de Pilar Llop al cuestionar los datos que se están conociendo sobre las rebajas de condena a agresores sexuales; 400 ya, con una treintena de excarcelaciones.
Lo hizo en un acto de reafirmación en las bondades de la ley pese al «agujero» que, según Montero, «nadie» sabe ni explicar ni «cómo taparlo», y de pedagogía interna celebrado por Podemos en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, bajo el elocuente lema de «¿Consentiste o no?» y en plena pugna con el socio mayor del Ejecutivo. Ante 300 militantes, que le recibieron con gritos a favor del «solo sí es sí» en el estrado que compartió con la líder del partido, Ione Belarra, y otros cargos como la jueza y delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, la titular de Igualdad tildó de «inaudito que aún no tengamos los datos de cuántas sentencias se han revisado y cuántas no» y cuántas son firmes o no, una acusación de falta de transparencia dirigida a Justicia.
«Machismo de los jueces»
La tesis que subyace en el reproche de Podemos es que son más las resoluciones que dejan las penas como están que las que las rebajan; ello después de haber atribuido un «machismo» generalizado a los jueces.
Tanto Montero como Belarra evitaron cargar las tintas, por sus siglas, en el PSOE con el que continúan negociando. Pero han venido a criticar a sus socios por la vía de dejar constancia de que si los socialistas sacan adelante la reforma solo con su firma, van a tener que aprobarla en el Congreso de la mano del PP de Alberto Núñez Feijoo, a quien los morados han acusado de liderar la «ofensiva» contra la norma de Igualdad. «¿Quién manda aquí?», volvió a preguntarse Montero, en una alocución casi calcada de la pronunciada el sábado en Murcia.
Según los morados, la propuesta del ministerio de Pilar Llop pretende volver al modelo anterior en el que el consentimiento estaba sepultado, a ojos de Unidas Podemos, por el requerimiento de violencia para condenar y la exigencia a la víctima de que aclarara si se había resistido o no. Y esa regresión es, a ojos de Podemos, casi lo mismo que aspira a hacer la derecha.
Montero ahondó en que se ha abierto a modular la ley y asumir «condiciones» del PSOE como la elevación de penas en pro de una posición «unitaria» en el Gobierno que evite una quiebra. Pero no va a «tragar», volvió a advertir al presidente y a la ala socialista del Ejecutivo, con que se retorne del «¿Consentiste?» al ¿»Te resististe»? en una norma que, enfatizó, es «de las mujeres».
Belarra se sumó a la carga de Montero contra el PP. Los populares ofrecieron a Sánchez su respaldo para reformar la ley. Para la líder de Podemos, el partido de Feijoo carece de «ADN democrático» y no acepta aún hoy que perdió las últimas generales. «Va quedando claro que todo este tema de rebaja de penas es una excusa utilizada por el PP para volver al modelo de la violencia y la intimidación», apuntó.
Convenio de Estambul: «El consentimiento debe prestarse voluntariamente»
El Convenio de Estambul es un documento del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. Fue ratificado por España en el 2009. Su artículo 36 trata de la violencia sexual, incluida la violación: 1. Las partes adoptarán las medidas legislativas o de otro tipo necesarias para tipificar como delito, cuando se cometa intencionadamente: la penetración vaginal, anal u oral no consentida, con carácter sexual, del cuerpo de otra persona con cualquier parte del cuerpo o con un objeto; los demás actos de carácter sexual no consentidos sobre otra persona; el hecho de obligar a otra persona a prestarse a actos de carácter sexual no consentidos con un tercero.
2. El consentimiento debe prestarse voluntariamente como manifestación del libre arbitrio de la persona considerado en el contexto de las condiciones circundantes.
3. Las partes adoptarán las medidas legislativas o de otro tipo necesarias para que las disposiciones del apartado 1 se apliquen también contra los cónyuges o parejas de hecho antiguos o actuales, de conformidad con su derecho interno.