Feijoo tilda la moción de censura de «show» y Tamames presume de que tiene «absoluta libertad» para su discurso
ESPAÑA
El propio Sánchez se encargará de rebatir en el Congreso el discurso del veterano aspirante a la presidencia, que ha girado desde el PCE a Vox con escalas en la socialdemocracia y el CDS de Suárez
23 feb 2023 . Actualizado a las 19:43 h.«Esto solo sucede una vez en la vida y si lo rechazas puedes tener muchas probabilidades de arrepentirte toda la vida por no haber aprovechado la oportunidad». Así justificaba Ramón Tamames hace unos días, en una entrevista con El Mundo, su decisión de liderar, a solo unos meses de cumplir 90 años, la moción de censura promovida por Vox para desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa con el único respaldo de 52 de los 350 diputados del Congreso.
Después de semanas de incertidumbre desde el anuncio del 9 de diciembre, la formación de Santiago Abascal confirmó que el lunes 27 registrarán en la Cámara Baja su segunda moción de censura de esta legislatura. Tras el fracaso de la iniciativa que encabezó el propio Abascal en octubre del 2020 —derrotada con el peor registro de la democracia: 298 a 52—, Vox probará ahora suerte con un candidato que, según su secretario general, Ignacio Garriga, «puede despertar amplios consensos».
Pero el único consenso que ha suscitado entre el resto de partidos es el rechazo a un proceso inviable que Alberto Núñez Feijoo tildó este jueves de «show parlamentario». El máximo logro cosechado por ahora por el antiguo dirigente comunista es la abstención anunciada por el PP.
Una vez que se registre la propuesta de Vox y su veterano candidato a la presidencia del Ejecutivo, la Mesa del Congreso tendrá que dar luz verde a la iniciativa. Quedará en manos de la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, la convocatoria del debate, en el que Tamames tendrá que desgranar sin límite de tiempo un detallado programa de gobierno. El aspirante a la Moncloa asegura que Vox le ha dado «absoluta libertad» para escribir su discurso. «Sin vetar nada», presume.
Aunque por ahora se desconocen los plazos que manejará Batet, la cita no será en ningún caso antes del 5 de marzo (deben transcurrir un mínimo de cinco días desde su registro) ni en fechas próximas a las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, por lo que se baraja la segunda quincena de marzo, antes del descanso de Semana Santa.
Durante la sesión, se da por hecho que el propio Pedro Sánchez se va a encargar de rebatir en nombre del PSOE los argumentos de Tamames. Con el líder del PP ausente del Congreso, Cuca Gamarra será quien explique las razones de la abstención de los conservadores, que en el 2020 votaron en contra de la moción con un durísimo discurso de Pablo Casado, que dinamitó todos los puentes con Santiago Abascal.
Un viraje ideológico del PCE a Vox con escalas en la socialdemocracia y el CDS
La montaña rusa ideológica de Ramón Tamames (Madrid, 1933) no es insólita en su generación. Jorge Verstrynge pasó sin apenas pestañear de la secretaría general de la Alianza Popular fundada por siete exministros de Franco a ser el director espiritual de Pablo Iglesias y los acampados del 15M. Tamames ha recorrido el itinerario en dirección contraria. Como su ahora correligionario Hermann Tertsch, que se deslizó desde el Partido Comunista de sus años mozos al escaño de Vox en la Eurocámara.
El autor del superventas Estructura económica de España se hizo el carné del PCE en 1956, partido por el que fue elegido diputado en 1977. En esa época fue nada menos que el representante comunista en los pactos de la Moncloa. Del Congreso saltó a la política municipal como candidato al Ayuntamiento de Madrid. Fracasó, pero empezó ya a descafeinar su catecismo comunista hacia una tibia socialdemocracia al ejercer como primer teniente de alcalde de Enrique Tierno Galván (1979-1981). En 1981, Tamames rompió con el PCE para fundar la Federación Progresista, una de las plataformas de las que nació Izquierda Unida en 1986, año en el que se sumó con entusiasmo a la movilización a favor de la salida de España de la OTAN.
Reelegido diputado por IU, en 1989 rompió con Gerardo Iglesias y se fugó al CDS del expresidente Adolfo Suárez. Tras ese volantazo, dejó la primera línea política y se instaló en un giro perpetuo a la derecha que le ha llevado a aterrizar en los aledaños Vox.
En el 2013 justificaba así, en una entrevista con César Coca en Las Provincias, su deriva desde el PCE al conservadurismo: «En temas internacionales y ecológicos, mi postura no ha variado nada. En lo económico, sí, aunque nunca estuve por la nacionalización de los medios de producción ni la dictadura del proletariado».