Las contradicciones de Tamames como candidato de Vox: una «nación catalana» tras el 1-0

Javier Arias Lomo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El economista, historiador y escritor Ramón Tamames ha aceptado finalmente la oferta de Vox para ser su candidato en la moción de censura.
El economista, historiador y escritor Ramón Tamames ha aceptado finalmente la oferta de Vox para ser su candidato en la moción de censura. MARISCAL | EFE

Un libro del economista revela una correspondencia con el expresidente Artur Mas en el que hace propuestas para superar el conflicto territorial

28 feb 2023 . Actualizado a las 17:10 h.

La distancia que separa a Vox del candidato escogido para liderar su moción de censura parece ser cada vez más abismal. La más llamativa, probablemente, la que hace referencia a Cataluña y el modo de resolver el conflicto latente en la región desde hace años. Ramón Tamames puso encima de la mesa, tras el 1-0 protagonizado por los líderes independentistas del procés, el reconocimiento de la «Nación Catalana» a través de un «nuevo estatus» para la autonomía como vía para solucionar la escalada de tensión.

Lo hizo en una misiva enviada al ex presidente de la Generalitat Artur Mas el 3 de octubre de 2017, dos días después del intento de golpe secesionista. La carta se incluye en el libro que el exdirigente del PCE escribió en el 2014: Adónde vas, Cataluña. Este fue reeditado en el 2018, para incluir la relación epistolar que mantuvo durante el procés el profesor tanto con Mas como con el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En sus escritos, Tamames propone medidas como el traslado del Senado a Barcelona; la creación de un «Ministerio de Cuestiones Territoriales» en la misma ciudad o la implantación de una Agencia Tributaria Federal.

Vox, por su parte, aboga por una dirección completamente opuesta con Cataluña. El primer punto de su programa electoral en el 2019, las primeras elecciones donde obtuvo representación, prometía la «suspensión de la autonomía catalana hasta la derrota sin paliativos del golpismo y la depuración de responsabilidades civiles y penales». El ideario para esos comicios también recoge una de las banderas de los de Santiago Abascal: la «transformación del Estado autonómico en un Estado de Derecho unitario que promueva la igualdad y la solidaridad en vez de los privilegios y la división. Es decir, el fin de las autonomías y el viraje al centralismo.

Ya había trascendido que Vox y Tamames han acordado no abordar en el discurso -el secreto mejor guardado ahora mismo por ambas partes- temas en los que mantienen diferencias demasiado importantes, como el modelo autonómico o el feminismo. Y ayer Santiago Abascal recalcaba, de manera sorpresiva para algunos en el partido, que se conforman con una «coincidencia de mínimos» con el candidato. «Si hubiésemos querido defender los postulados ideológicos de Vox, subiría yo mismo a la tribuna», ha repetido ya en varias ocasiones el líder del partido para defender la elección del candidato.

La posición del también ex teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Madrid con el socialista Enrique Tierno Galván respecto a Cataluña se suma a su particular carrera política. Pasó a formar parte del (PCE), en el que fue miembro del Comité Ejecutivo hasta 1976, tras las protestas estudiantes de 1956 contra Francisco Franco en las que participó y en las que fue detenido. Con los nuevos tiempos de la Transición fue elegido diputado por Madrid en 1977-encargándose en esa etapa de negociar los Pactos de La Moncloa por el Partido Comunista-. En 1979 fue de nuevo elegido como diputado, y posteriormente pasó a ser concejal y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid durante la alcaldía de Enrique Tierno Galván hasta 1981.

Abandonó en 1984 para fundar la Federación Progresista, con la que participó en la creación de Izquierda Unida dos años después. A través de dicha alianza volvió a desempeñar el cargo de diputado hasta 1989, momento en que abandonó la dirección de Federación Progresista e ingresó en el Centro Democrático y Social (CDS). Poco tiempo más tarde, Tamames dejaba la política.