La sordidez de la trama del Tito Berni erosiona al PSOE en pleno año electoral

Melchor Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Bernardo Fuentes, el diputado expulsado del PSOE, en primer plano, con Marco Antonio Navarro Tacoronte en una fiesta de la trama
Bernardo Fuentes, el diputado expulsado del PSOE, en primer plano, con Marco Antonio Navarro Tacoronte en una fiesta de la trama Colpisa

El retrato de la red Mediador: prostitutas, transexuales, orgías, cocaína, amantes, lenguaje soez, doble moral, comilonas

15 mar 2023 . Actualizado a las 13:56 h.

El PSOE insiste una y otra vez en que la trama del Tito Berni está acotada a un círculo limitado de Canarias. Y que, en modo alguno, la red que dirigía el ya exdiputado canario Juan Bernardo Fuentes Curbelo es comparable a otros grandes casos de corrupción como Gürtel o los innumerables sumarios derivados de los audios del comisario José Manuel Villarejo. Pero más allá de las consecuencias judiciales que puedan derivarse de una causa en la que todavía están pendientes de analizar la inmensa mayoría de los más de 150.000 archivos que Marco Antonio Navarro Tacoronte, el mediador, ha entregado a la policía, lo cierto es que la obscenidad extrema de esta trama está erosionando a un PSOE que, en pleno año electoral, va a estar obligado a contemplar la publicación por entregas de un sumario plagado de prostitutas, transexuales, cocaína, viagra, orgías, amantes, lenguaje soez, doble moral, comilonas pagadas por empresarios y grabaciones subrepticias.

El sumario del también conocido como caso Mediador, reconocen en Ferraz y en la Moncloa, parece ser el guion malo de una teleserie para atacar desde dentro los principios morales del PSOE. Los socialistas no pueden saber hasta cuándo proseguirá este casposo serial que se va a ir renovando según la jueza de instrucción 4 de Santa Cruz de Tenerife vaya levantando el secreto de nuevos tomos de la operación.

Entretanto, los ingredientes del cóctel son explosivos para los socialistas ya sea en forma de fotos, de audios, de imágenes o de las transcripciones. Nunca antes un sumario judicial sobre corrupción había incluido tanta carga grosera. Sobre todo, contra las mujeres. Y todo en puertas del 8 de marzo.

«Viviendo allí (en Cabo Verde) eres el rey, capitán general, un marajá, con cuatro negras día», se jactaba Francisco Espinosa Navas, el general en prisión por su participación en la trama. No es, ni muchísimo menos, la única frase que reproduce ese estilo vulgar y de desprecio a las mujeres. A todas. También a las amantes. El general llamaba a la suya «chocho volador». Y cuando se enteró que esta le había engañado, pidió un singular favor al mediador de la red encabezada por Tito Berni.

-«¿El propósito del viaje a Canarias, cuál es?», pregunta Navarro al mando de la Guardia Civil en la conversación recogida en el sumario.

-«Mire Antonio, yo quiero ir a follarme el churumbel y tengo que justificar el viaje», le responde el uniformado, en referencia a su intención de mantener un encuentro sexual con un transexual que le había pagado la red.

«Yo llevo pagándole prostitutas a Juan Bernardo cada vez que viene a Madrid todos los días. Mil euros, mil euros, mil euros.», se jactaba en esos tiempos de impunidad el mediador, el mismo que califica a las prostitutas de simple catering. O que ofrecía el «catálogo» de mujeres para que sus compinches eligieran.

En una conversación reflejada en WhatsApp, Navarro y Tito Berni se sortean las prostitutas de esa noche. «La paraguaya es la que ha estado conmigo. Si no, esta que es nicaragüense.». Apenas unos días después, el 8 de marzo de 2021, el diputado socialista escribía en su Twitter: «No pararemos en la lucha por los Derechos de las Mujeres. Feliz Día de la Mujer». La doble moral de este parlamentario que votó a favor de suspender la prostitución -los socialistas defienden su abolición-llegó al límite aquella noche cuando volvió a uno de sus clubes de alterne favoritos.

«No me aguanto»

Prostitutas y más prostitutas en orgías también en el hotel que la trama convirtió en su particular lupanar, el Victoria 4 de Madrid, donde se tomaron muchas de las fotografías en las que Navarro, Tito Berni y su sobrino, Taishet Fuentes, montaban sus juergas, consumían ingentes cantidades de alcohol o se dejaban fotografiar esnifando cocaína.

-«Oye, Tai... ¿qué estás haciendo, tío? Ah, te estás metiendo un tiro, vale, vale», pregunta en una ocasión Navarro al sobrino, entonces director general de Ganadería de Canarias, ante el silencio de este durante la conversación -«Es que no me aguanto», le responde el ex alto cargo socialista, en referencia a la droga.

La cocaína, ha confesado el mediador, la traían las prostitutas, que, según su testimonio, también llevaban hachís y viagra a los clientes de la trama.

«Tras la visita en el Congreso (los empresarios, el diputado y el mediador) se iban a almorzar y seguían el resto del día de fiesta. En las juergas eran protagonistas el consumo de alcohol y de cocaína, la contratación de prostitutas y el consumo de viagra», recuerdan los atestados, que desvelan la afición de la trama por acabar en el Sombras, el prostíbulo de cabecera de los imputados.

Y todo pagado por los empresarios. «Yo de entrada por ser ellos, 20.000 pavos. Para empezar y corren con todos los gastos a Madrid. Billetes, hoteles en cinco estrellas, todas las comidas, todo. Todo. Para empezar veinte, cinco pa'ti, cinco pa'mí. Cinco pa'putas y lo demás para pagarle yo a la otra gente» (sic). Más claro no podía ser Navarro.

Los mismos empresarios también pagaron la famosa cena en el restaurante Ramsés de Madrid el 21 de octubre del 2020 a la que supuestamente acudieron 15 «personas del Partido Socialista». «Solo personas del Partido Socialista», se explicita en el sumario. «No pueden entrar los de Vox, ni Podemos, ni arrastrados catalanes, ni toda esa gente extraña», afirma Navarro Tacoronte, en un audio de WhatsApp remitido a Tito Berni.

Una vida de despilfarros. Y es que el dinero aparece por doquier en el sumario, en fotos y en referencias. Billetes de todos los colores agrupados en mazos y fotografiados con orgullo por la propia trama. Unas imágenes que son la prueba fehaciente de las mordidas que pagaban los empresarios para acercarse a los políticos socialistas. Unas fotografías que muy probablemente van a seguir filtrándose en un año en el que el PSOE, como el resto del arco político, se juega todo en las urnas. 

Dinero incautado en la casa del general de la Guardia Civil retirado Francisco Espinosa Navas, en prisión preventiva
Dinero incautado en la casa del general de la Guardia Civil retirado Francisco Espinosa Navas, en prisión preventiva

La casa llena de billetes del general de la Guardia Civil implicado en la trama

El pasado 14 de febrero los agentes de Asuntos Internos de la Guardia Civil que registraron la vivienda de Francisco Espinosa Navas, el general de la trama del exdiputado socialista Tito Berni, se quedaron asombrados. En casi cada rincón de aquella enorme vivienda del número 197 de la calle Príncipe de Vergara de Madrid, los funcionarios hallaron fajos de billetes.

30.250 euros en billetes de 50 dentro de una caja de zapatos en el armario del dormitorio matrimonial, 2.400 euros en billetes de 50 en sobres metidos en un bolso, dentro del mismo armario; y 28.460 euros en billetes de 200 y 50 envueltos en prendas de vestir en el ropero de otra habitación.

Al final fueron un total de 61.110 euros, tal y como atestiguan las fotos que acaban de ser incluidas en los nuevos tomos del sumario y a los que ha tenido acceso este periódico. Los investigadores de la operación Sala 13-Tesón, que así se denomina policialmente este caso, y la juez instructora del sumario, que el pasado viernes denegó la petición del general de ser puesto en libertad, están convencidos de ese dinero proviene de las mordidas que los empresarios que querían hacer negocios en la Guardia Civil.

Sin embargo, el mando en su declaración ante la instructora aseguró que todo ese dinero era fruto de sus ahorros, de la venta de un piso de su padre y de un Rolex. Según su versión, no tenía ese dinero en el banco cuando estalló la pandemia de coronavirus él y su mujer pensaron «que se iba a acabar el mundo» y por eso sacó del banco tal capital.