Tamames, el paracaidista que se estrena a los 89 años con una moción de censura
ESPAÑA
El economista culmina este martes la última etapa de un viaje ideológico que lo ha llevado desde el PCE a las puertas de Vox
21 mar 2023 . Actualizado a las 10:59 h.El locuaz Ramón Tamames Gómez (Madrid, 1933) había prometido en una entrevista que, al cumplir los 80 años, saltaría en paracaídas para celebrarlo. No consta que llegase a cumplir su promesa. Pero, nueve años después de superar el listón de los ochenta, este martes se dispone a saltar al vacío en el Congreso como candidato a la presidencia del Gobierno de la moción de censura presentada por Vox.
Desde que en 1956 dio con sus huesos en la cárcel por agitar las manifestaciones estudiantiles contra la dictadura franquista hasta que este martes defienda —«como independiente», recalca Abascal— la propuesta de un partido donde anidan nostálgicos declarados de aquel régimen, Tamames ha completado una transición ideológica que lo ubica a años luz de aquel Partido Comunista de España (PCE) al que llegó en 1976 guiado por Javier Pradera y Jorge Semprún.
Del Liceo Francés a Londres
Hijo de una familia acomodada de la capital —su padre era médico y profesor de Anatomía—, cursó el bachillerato en el elitista Liceo Francés de Madrid para doctorarse luego en Derecho y Económicas en la Universidad Complutense y ampliar estudios en la prestigiosa London School of Economics. Técnico comercial del Estado desde 1957, en 1968 se convirtió en catedrático de Estructura económica, materia en la que destaca como autor del superventas Estructura económica de España, publicado en 1960 y que suma ya 26 reediciones.
Uno de los protectores insospechados que tuvo Tamames en su juventud, cuando compaginaba la lucha antifranquista con su carrera académica para conseguir la cátedra, que ejerció primero en Málaga y luego en la Universidad Autónoma de Madrid, fue el torero Luis Miguel Dominguín, amigo íntimo de su padre y que se hizo célebre por aprovechar su cercanía a Franco para defender a destacados comunistas, entre los que estaba su hermano Domingo. Así lo evocaba el editor Pepe Esteban: «Un día, en una recepción, Luis Miguel Dominguín fue a saludar a Franco, y Franco le preguntó: ‘Maestro, en su casa ¿cuál de los tres hermanos es el comunista?'. Y Dominguín le respondió: ‘Los tres, mi excelencia. En mi casa somos todos comunistas'».
Y de la mano del torero del régimen conoció Tamames en un tablao de Madrid a la actriz Ava Gadner, encuentro que califica como uno de los momentos más notables de su biografía.
La foto de la legalización
Ramón Tamames ocupó desde el inicio un asiento de primera fila en el PCE de la Transición, que lideraba el histórico Santiago Carrillo. En la icónica foto en la que los dirigentes del partido celebran su legalización en abril de 1977, decretada por Adolfo Suárez, quien empuña con entusiasmo la bandera roja con la hoz y el martillo no es otro que el ahora candidato a presidente del Gobierno de la mano de Vox.
Ese mismo año fue elegido diputado del PCE en las Cortes constituyentes, que alumbraron los Pactos de la Moncloa, la Carta Magna y el mayor período de democracia y prosperidad de la historia de España. Repitió en las generales de 1979 como parlamentario comunista, cargo que compaginó con el de primer teniente de alcalde en el gobierno municipal de Madrid del socialista Enrique Tierno Galván.
En 1981 llegó el primer hito de su interminable viaje ideológico. Abandonó el Partido Comunista, aunque permaneció en su escaño hasta las generales de octubre de 1982, las de la arrolladora mayoría absoluta del PSOE de Felipe González. Todavía en la órbita de la izquierda, fundó en 1984 la Federación Progresista de la que nació en 1986 Izquierda Unida. Fue reelegido diputado por IU y lideró las protestas a favor de la salida de la OTAN hasta que, en 1989, en el segundo gran episodio de su conversión, saltó a las filas del CDS de Suárez. Pero no triunfó en esas latitudes democristianas y, desencantado, un año más tarde, saltó de la política en marcha y se refugió en las aulas.
De la mano de otros excomunistas como Fernando Sánchez Dragó, Tamames se arrimó desde entonces a las tertulias más a la derecha del espectro mediático, en una deriva imparable que desemboca en esta nueva afinidad con Vox. Aseguran quienes lo tratan que su ego será uno de los protagonistas de la sesión, en la que abundarán las contradicciones —propias y con el ideario de Vox— de este paracaidista que se estrena con su primer salto a los 89 años.