El abogado de Puigdemont, convencido de que el expresidente catalán regresará este año a España
29 mar 2023 . Actualizado a las 12:24 h.La exconsejera y eurodiputada de Junts Clara Ponsatí se ha dirigido a primera hora de la mañana al aeropuerto barcelonés de El Prat para tomar un vuelo que le permita asistir a un pleno del Parlamento europeo que se celebra esta tarde en Bruselas.
Según ha informado la emisora RAC1, Ponsatí ha pasado los controles de seguridad del aeropuerto poco después de las 6 de la mañana para dirigirse a la zona de embarque y tomar un avión.
Ponsatí, acusada de un delito de desobediencia al facilitar el referendo unilateral del 1-O en Cataluña, fue detenida ayer tarde en Barcelona por los Mossos d'Esquadra tras entrar en España en coche por la frontera francoespañola y ofrecer una rueda de prensa en el Colegio de Periodistas de Cataluña. Tras ser conducida a los juzgados de guardia de Barcelona, salió en libertad poco antes de las 23.00 horas, tras acordarlo así el Tribunal Supremo, que la ha citado para que comparezca el 24 de abril próximo con la advertencia de que volverá a ser detenida si no se presenta.
El juez instructor Pablo Llarena dictó ayer mismo un auto en el que acuerda dejar sin efecto la detención de la exconsejera, así como el procesamiento por rebeldía que acordó después de que hace cinco años huyera de la justicia española para evitar ser juzgada por el caso del procés.
En su auto, Llarena cita a la eurodiputada para que comparezca el próximo 24 de abril ante el Tribunal Supremo, asistida por un abogado, con el fin de comunicarle que está procesada por un delito de desobediencia, que no acarrea penas de prisión, solo de inhabilitación. Además, le advierte de que si no comparece podría modificarse «su situación personal» y podría ser conducida ante el tribunal «por la fuerza pública». Gonzalo Boye, abogado de Ponsatí, ha advertido de que no tiene intención de presentarse ante el juez Llarena. El magistrado la ha citado para el día 24 de abril. No está claro si permanecerá en Bruselas o en Barcelona. Su idea, según su letrado, es ir y volver en función de su labor como eurodiputada.
La vuelta de Puigdemont
El abogado de Carles Puigdemont se ha mostrado este miércoles «convencido» de que el expresidente de la Generalitat regresará este año a Cataluña. La situación procesal de Puigdemont, en cualquier caso, es distinta que la de Clara Ponsatí.
La diferencia principal es que la exconsejera está procesada por un delito de desobediencia, delito que solo comporta penas de inhabilitación y no de cárcel, mientras que el expresidente está reclamado por el juez Llarena del Tribunal Supremo para ser juzgado por malversación y desobediencia. Y por tanto, en su caso, si cruza la frontera y es detenido, el juez puede decretar medidas cautelares y enviarlo a prisión. «No le atemoriza su detención», según ha afirmado el abogado Gonzalo Boye, en Rac1. Puigdemont está aún a la espera de la resolución de la justicia europea que resuelva sus recursos contra la decisión del Europarlamento de levantar su inmunidad. Boye anuncia su regreso pero tampoco pone una fecha concreta. El retorno de Ponsatí, aun así, puede servir al expresidente de ensayo general para intentar su vuelta a casa, cinco años después de marchar a Bruselas, días después de declarar la independencia.
Disputas entre independentistas
El regreso de Ponsatí ha vuelto a enfrentar a las fuerzas independentistas. La exconsejera cargó ayer con dureza contra el Gobierno catalán, al que acusó de ser una herramienta de la represión del Estado. El presidente de la Generalitat evitó ayer comparecer para valorar el ida y vuelta de la dirigente nacionalista. Pere Aragonès envió una nota de prensa para expresar su apoyo a la dirigente nacionalista, pero no hizo declaraciones. Aragonès ha hablado este miércoles 24 horas después.
Ha mostrado su alegría por su regreso a casa, pero le ha advertido de que su retorno se ha producido «gracias» al acuerdo que alcanzó con Pedro Sánchez para derogar el delito de sedición del Código Penal. En el regreso de Ponsatí, Puigdemont ha tratado de comparar las dos estrategias, la de Junts y la de ERC. El expresidente insiste en la vía de la confrontación, en seguir poniendo obstáculos al diálogo con el Gobierno, mientras Esquerra aboga por mantener la mano tendida y tratar de resolver el conflicto sentados en una mesa. ERC defiende que el diálogo está dando frutos y ha beneficiado por ejemplo a Ponsatí. «La derogación de la sedición es lo que ha permitido que vuelva», ha recordado también Oriol Junqueras. Aragonès y Junqueras han arropado a Meritxell Serret minutos antes de entrar al palacio de justicia, donde este miércoles le juzga el TSJC por desobediencia al Tribunal Constitucional durante su etapa como consejera del Govern en la organización del 1-O de 2017.
Puigdemont y Junts han querido dejar claro que hay dirigentes que regresan de España pasando por Madrid y entregándose al Supremo, como Serret y Anna Gabriel, a diferencia de Ponsatí, que desafía al Alto Tribunal. Dirigentes de Junts y la CUP también han acompañado a Serret ante el TSJC.
Serret, juzgada hoy por desobediencia, evita polemizar con Ponsatí
La consejera catalana de Acción Exterior y Unión Europea, Meritxell Serret, ha evitado este miércoles polemizar con la eurodiputada de JxCat, Clara Ponsatí, aunque sí se ha reafirmado en su «estrategia jurídica» de ponerse a disposición de las autoridades judiciales españolas.
Arropada por la plana mayor de ERC, incluidos Pere Aragonès y Oriol Junqueras, Serret ha llegado este miércoles a las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), donde será juzgada en un proceso en el que la Fiscalía le pide un año de inhabilitación por desobediencia grave, por facilitar el referendo unilateral del 1-O cuando en el 2017 formaba parte del Ejecutivo de Carles Puigdemont.
Serret, que estuvo tres años huida en Bruselas tras la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre de 2017, regresó a España el 11 de marzo del 2021 para ponerse a disposición del Tribunal Supremo, que la había procesado por los delitos de malversación y desobediencia, igual que a los exconsejeros Carles Mundó, Meritxell Borràs y Santi Vila, quienes tuvieron un papel similar en el 1-O y acabaron condenados solo por desobediencia.
Este martes, tras regresar por sorpresa a Barcelona y minutos antes de ser detenida por los Mossos d'Esquadra, Ponsatí ofreció una rueda de prensa en la que cargó contra Serret por haberse puesto a disposición del Supremo y dificultar la estrategia de confrontación.
En declaraciones ante los medios antes de entrar en la sede del TSJC, Serret ha evitado entrar al choque con Ponsatí y ha asegurado sentirse «muy contenta y muy feliz» por el hecho de que la eurodiputada de Junts «haya podido volver» a Cataluña.
«Respeto plenamente las estrategias de defensa de cada uno de los represaliados y represaliadas. Siempre actuaremos con una actitud de solidaridad plena. Estamos confrontando con un mismo Estado represor, una misma voluntad de criminalizar al independentismo», ha razonado.
Eso sí, Serret se ha mostrado «totalmente convencida de la estrategia jurídica» que le permitió volver a España y también está «convencida de la estrategia política» que defiende ERC «para que un conflicto que es político y con raíces democráticas encuentre las soluciones en la negociación, en la política y en soluciones netamente democráticas».