«Si militase en el PSOE habría sido expulsada hace años», afirma el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños
01 abr 2023 . Actualizado a las 17:05 h.El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), emplazó ayer a JxCat a mover ficha para proponer un nombre para relevar a Laura Borràs al frente de la presidencia del Parlamento catalán, que en todo caso debería formar parte de la «mayoría independentista» del hemiciclo, cerrando así la puerta a un posible pacto con el PSC de Salvador Illa.
Borràs, líder de JxCat y presidenta suspendida del Parlamento, reclamó el viernes que se le restituya en el cargo «para acabar con la interinidad» en la que se encuentra la Cámara, a pesar de que el jueves fue condenada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña a cuatro años y medio de cárcel y trece de inhabilitación por adjudicar contratos a dedo en la Institución de les Lletres Catalanes, si bien el tribunal propuso su indulto parcial para evitar la prisión.
«Hemos de superar esta situación de interinidad en la presidencia del Parlamento. No es positivo que estemos en esta situación. Creo que la mayoría independentista ha de ser capaz de encontrar un punto de consenso para que haya una nueva presidencia en el Parlamento», afirmó el jefe del Ejecutivo catalán en un acto en Barcelona.
El presidente de la Generalitat y coordinador nacional de ERC consideró en este sentido que «debe ser JxCat en primer lugar, ya que hasta ahora han tenido la presidencia, quien pueda poner nombres sobre la mesa, para que el resto de formaciones de la mayoría independentista puedan valorarlos, hablando con ellos».
Preguntado sobre la posible candidatura de Anna Erra, diputada de JxCat y alcaldesa de Vic, quien se perfila como uno de los nombres que el sector más pragmático de ese partido vería con buenos ojos como posible opción si Borràs dejara el cargo, Aragonès se ha limitado a señalar que «hay mucha gente que puede estar al frente» del Parlamento, pero matizó que él personalmente tiene una «excelente relación» con Erra.
Aragonès, a pesar de apostar por un independentista para dirigir la Cámara catalana, se desmarcó desde un principio de la tesis que sigue manteniendo Borràs, quien afirma que su condena es política. El presidente catalán siempre ha hablado de un caso de corrupción, una línea en la que coincide con los socialistas. Ayer, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños aseguró que si Borràs militase en el PSOE «estaría expulsada desde hace años», aunque matizó que la sentencia no es todavía firme ya que será recurrida en el Supremo.