La izquierda se agarra a la violencia machista para recortar la ventaja demoscópica de la derecha
ESPAÑA
El PSOE intenta revertir el marco de debate de la precampaña que el PP ha logrado establecer desde las elecciones del 28M
21 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.«Hace 20 años, es verdad. Es un catedrático de Derecho Constitucional, es verdad. Ha cumplido la sanción, es verdad. Se ha producido hace 20 años, es verdad. Tuvo un divorcio duro y conllevó un abuso verbal hacia su exmujer». Estas fueron las palabras literales con las que Alberto Núñez Feijoo se refirió a los argumentos que se daban en torno a Carlos Flores Juberías, el candidato de Vox a la Comunidad Valenciana que renunció a su acta de parlamentario por el veto del PP a pactar con un condenado por maltrato.
Pero esa reflexión, seguida de una condena explícita de cualquier acto de violencia machista, refrendada por los principales cargos del PP en la mañana del martes, desde Cuca Gamarra a Borja Sémper, entre otros muchos, sirvió para que el PSOE —y Yolanda Díaz y alguno de sus aliados— se lanzara contra Feijoo para intentar reprocharle su supuesta tibieza con el maltrato a las mujeres.
El tufo electoralista es evidente. El PSOE intenta revertir el marco de debate de la precampaña que el PP ha logrado establecer desde las elecciones del 28M y que se resume en una frase: «Derogar el sanchismo».
Así, Alberto Núñez Feijoo tuvo que soportar los improperios de María Jesús Montero, que reaccionó a sus palabras casi en tiempo real, al filo de la medianoche. Y las de Adriana Lastra, Pilar Alegría, casi todas las ministras del Gobierno, Yolanda Díaz y hasta Ana Pontón. Todas con el mismo argumento de supuesto menosprecio del candidato popular hacia las mujeres. «Durante los últimos años, la secretaria de Igualdad de la Xunta dependía directamente de mí como presidente porque siempre quisimos hacer de esas políticas algo transversal que implicara a todo el Gobierno», defendió Feijoo.
En la mañana del martes, Alberto Núñez Feijoo encontró un inesperado apoyo en la negativa de su candidata en Extremadura, María Guardiola, a pactar con Vox la presidencia del Parlamento extremeño. «Yo no puedo pactar con quien niega la violencia machista», dijo Guardiola entre otros reproches a la formación de Abascal minutos después de entregar el control de la Mesa de la Cámara legislativa extremeña al PSOE y a Podemos pese a que las derechas sumaban mayoría.
Vox, mientras tanto, sigue empeñado en negar un concepto que considera «ideológico», su manera de calificarlo como de izquierdas. De momento, la bronca parece no pasar factura a las derechas en las encuestas. Y hasta las izquierdas discuten entre ellas, con Yolanda Díaz atacando a Pedro Sánchez por decir que sus amigos de entre 40 y 50 años se sienten atacados por las políticas del Ministerio de Igualdad. La pelea seguirá.