La Justicia británica se pronunciará tras el verano sobre la demanda por acoso de Corinna contra el emérito
ESPAÑA
La examiga de Juan Carlos I le reclama 146 millones de euros
21 jul 2023 . Actualizado a las 22:23 h.El caso judicial del supuesto acoso sufrido por Corinna Larsen por parte del rey emérito cerró el jueves un nuevo capítulo. Durante cuatro días se dilucidó el procedimiento civil en el Tribunal Superior de Londres para determinar si existe causa o esta se desestima. La decisión final no se conocerá hasta pasado el verano y puede ser recurrida, por lo que el proceso se puede alargar varios meses más.
Los representantes legales de Corinna volvieron a insistir que es «obvio» que Inglaterra tiene jurisdicción para que vaya a juicio la demanda que la empresaria ha presentado contra el rey emérito Juan Carlos I de España por presunto acoso. Andrew Green, uno de los abogados de Corinna, rechazó ante la jueza Collins Rice, que preside la vista judicial la número 13 de la corte, la afirmación de la defensa del rey emérito de que Inglaterra no tiene competencia porque muchas de las alegaciones no ocurrieron en territorio británico.
La jueza escuchó los argumentos finales de las partes sobre la demanda en la que la examiga del rey emérito le acusa de haberla acosado entre el 2012 y el 2020, si bien los presuntos hechos ocurridos antes del 18 de junio del 2014 —cuando Juan Carlos I abdicó— no pueden ir a litigio porque el Tribunal de Apelaciones reconoció su inmunidad.
Para argumentar la competencia de las cortes inglesas, Green sostuvo que Larsen sufrió situaciones de acoso en diferentes países. En Francia, Suiza, España, Inglaterra, Austria, Arabia Saudí y Bahamas. El equipo de letrados de Larsen reclaman que todos los supuestos casos sufridos se agrupen en una sola causa que se juzgue en Inglaterra. Apelan a que los principios legales en Gran Bretaña y en la Unión Europea establecen que en casos multijurisdiccionales como este deben analizarse en el país de residencia del demandado. Y la denunciante vive actualmente en Londres.
Corinna acusa a Juan Carlos I, por ejemplo, de haber filtrado información a diferentes medios de comunicación españoles para dañar su reputación. O de prolongar esa campaña en reuniones con dirigentes saudíes. El letrado Green también se refirió al estrés y ansiedad que sufrió Corinna —que el jueves no acudió a la vista— al indicar que «ha sido en Inglaterra» donde sufrió ese estado emocional. «Se trata de actos profundamente amenazadores», insistió Green.
Corinna pide una indemnización de 126 millones de libras (unos 146 millones de euros) por daños y afirma que las acciones del rey emérito le provocaron una gran ansiedad.
«Quejas triviales»
«Se trata de una compilación de quejas, algunas realmente triviales, ocurridas a lo largo de diez años. Y ni siquiera señala, en muchas de ellas, a Juan Carlos I», dijo el abogado el emérito en una de las vistas. De hecho, resaltó cómo durante el tiempo en que habrían ocurrido algunos de los supuestos episodios de hostigamiento, Larsen seguía asegurando públicamente que mantenía una gran amistad con Juan Carlos I.
El equipo jurídico del monarca reiteró sus líneas argumentales. En primer lugar, que los tribunales de Inglaterra no tienen competencia para juzgar esta causa por la diversidad geográfica de los hechos narrados en ella y porque debería ser en todo caso la justicia española la que ejerciera su competencia. También intentaron desmontar la exposición de la empresaria danesa, insistiendo en que es incapaz de demostrar la conexión personal de Juan Carlos I con los hechos que denuncia. «Es un relato confuso y poco consistente», sostuvo el abogado del emérito.
La jueza Collins Rice deberá ahora que evaluar la cuestión de la competencia de los tribunales ingleses y, si decide que sí la tienen, señalará el calendario y los recursos necesarios para que el proceso continúe.