Ferraz veta la inédita coalición entre PP y PSOE para gobernar Ceuta

Melchor Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Juan José Vivas, presidente del Gobierno de Ceuta
Juan José Vivas, presidente del Gobierno de Ceuta Alejandro Martínez Vélez | EFE

El acuerdo frustrado por el momento iba a dar la presidencia al popular Juan Vivas con un Ejecutivo con varias consejerías socialistas

06 ago 2023 . Actualizado a las 12:44 h.

Iba a convertirse en un pacto inédito en el actual panorama de confrontación de bloques. Una gran coalición entre el PP y el PSOE para gobernar Ceuta, con el popular Juan Jesús Vivas como presidente de la ciudad autónoma pero con varias consejerías en manos de los socialistas. Incluso, con políticos de terceros partidos también en el Ejecutivo. Pero ese acuerdo, que los responsables locales habían labrado durante semanas, finalmente no saldrá adelante. Al menos, por el momento.

La dirección del Partido Socialista ha desautorizado a los suyos a última hora, según diferentes fuentes tanto del PSOE ceutí como del PP. Ferraz ha frenado el acuerdo con el argumento de que estos días son «tiempo de vacaciones».

«Los socialistas ceutíes hemos demostrado sobradamente nuestra apuesta por el diálogo y nuestro compromiso con la estabilidad de Ceuta, pero descartamos pactar con quien tiene la mentira y el insulto como únicos argumentos», señaló el PSOE en un comunicado oficial, firmado por el secretario general de los socialistas ceutíes, Juan Gutiérrez, quien negó «rotundamente» un acuerdo con los populares, que, sin embargo, sí que estuvo muy cerca de cerrarse hasta la intervención de Madrid, según todas las fuentes consultadas. De hecho, hace solo unos días el propio Gutiérrez afirmó tajante que «el PSOE no va a dar apoyos puntuales. Vamos a trabajar desde dentro y vamos a hacer un gobierno de coalición».

«Nunca el PP estuvo más solo, y eso tiene un nombre: Feijoo. Necesitan un buen rato en el rincón de pensar», zanjaron en la dirección nacional del PSOE, donde ha molestado particularmente que se hable de conversaciones, acercamientos y acuerdos con el PP cuando todavía no han comenzado los contactos para intentar la investidura de Pedro Sánchez, de los que estarán excluidos los populares.

El pacto en Ceuta que por el momento se frustra tenía como base la buena sintonía entre los populares y socialistas en la ciudad norteafricana, hasta el punto de que durante la última legislatura habían apoyado los presupuestos de Vivas y otras iniciativas importantes del Ejecutivo popular.

Aval de Génova

El borrador del pacto, que sí contaría con el aval de Génova, contemplaba la cesión de consejerías de peso a los socialistas, tales como Sanidad o Participación Urbana.

En las últimas elecciones de mayo, el PP ganó los comicios, pero sin mayoría absoluta. Los de Vivas consiguieron 9 de los 25 escaños en liza, seguidos del PSOE con 6, Vox con 5, Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) con 3, y Ceuta Ya! con 2.

La idea de los populares, que con el único apoyo del PSOE ya hubieran tenido mayoría en la cámara, era también unir a este pacto de Gobierno a MDyC. El PP solo excluía de esa gran coalición para dirigir la ciudad a Vox.

Vivas, a pesar del boicot de Ferraz, sigue trabajando con la idea de que ese Ejecutivo de coalición pueda formarse en octubre, tras cerrar los detalles durante el mes de septiembre para trasladárselos a Génova antes de firmar acuerdo alguno.

Juan Jesús Vivas, que preside Ceuta desde el 2001 de forma ininterrumpida, mantiene últimamente mejor relación con el PSOE que con Vox. Los puentes con esta última formación se rompieron en el 2021 cuando el PP se abstuvo en una votación en la Asamblea local para declarar persona non grata a Santiago Abascal.

Sin embargo, exhibió una muy buena sintonía con Sánchez durante la crisis migratoria que se desató en Ceuta en mayo del 2021 cuando cerca de 10.000 inmigrantes entraron en la ciudad, la mayoría a nado. En marzo del 2022, en la segunda visita del presidente a la ciudad autónoma, reiteró su «absoluta lealtad» al Gobierno, que solo días antes había dado un volantazo a su histórica posición sobre el Sáhara Occidental, apoyando de facto la soberanía marroquí sobre la excolonia.