Los nacionalistas piden una nueva financiación, otro modelo territorial y más infraestructuras
06 ago 2023 . Actualizado a las 10:35 h.Tanto Pedro Sánchez como Alberto Núñez Feijoo sabían antes del 23J que no contarían con una mayoría suficiente para gobernar en solitario. El candidato socialista buscará repetir coalición, ahora con Sumar, y buscando apoyos entre los partidos nacionalistas para sacar adelante la investidura. Todos tienen un listado de asuntos que ponen precio al voto a favor de sus diputados:
sumar
El pacto natural, pero con distintas líneas rojas
Yolanda Díaz, líder de Sumar, delegó las negociaciones de la investidura con Junts y ERC en uno de sus hombres de confianza antes de que lo hiciese el PSOE. La política gallega dice tener claro que seguirá el Gobierno de coalición, pero para ello será también necesario templar las aguas dentro de la coalición. Más allá del ruido de Podemos por contar con autonomía en su grupo parlamentario, Díaz tendrá que llegar a un acuerdo con Compromís, cuyos dos diputados condicionan su apoyo a «compensar la deuda» de la Comunidad Valenciana y reformar el modelo de financiación.
La vicepresidenta segunda también avanzó que mantener la edad de jubilación será una de sus exigencias a Pedro Sánchez para la investidura.
JUNTS
Referendo y amnistía, pero aún sin interlocutores
El foco apuntó a Junts la noche electoral, ya que en la anterior investidura votaron en contra de Sánchez y, ahora, tendrán como mínimo que abstenerse para evitar una repetición electoral. El PSOE les pide que abandonen sus exigencias «maximalistas», que pasan por la amnistía a los presos del procés —en especial, para el expresidente Carles Puigdemont, fugado en Bélgica— y el referendo de independencia. También al uso de lenguas cooficiales en las Cortes, un tema que propuso Díaz esta semana. Pero por ahora, Junts no ha nombrado interlocutores para la negociación. Ferraz dice no tener prisa, a la espera de que afloren, y fracturen, las «tres almas distintas» que observan en Junts.
ERC
Abordar el déficit fiscal y de infraestructuras
Los republicanos catalanes afirmaron ya en campaña que harían todo lo posible por evitar un Gobierno liderado por PP y Vox. Las reclamaciones a Sánchez pasan por «compensar» el déficit en infraestructuras, con el traspaso definitivo del servicio de Rodalies y el aeropuerto de El Prat, y la deuda autonómica, con una condonación que se estaría debatiendo de forma bilateral y que molestó al resto de comunidades. ERC apuesta por una línea más pragmática, tanto por las reclamaciones para la Generalitat que preside, como por el miedo a una repetición electoral. En la propuesta de máximos, se suma a Junts en la amnistía y referendo.
PNV
Un nuevo modelo territorial
La formación nacionalista ya apoyó la elección de Sánchez hace cuatro años, participando en gran parte de los acuerdos planteados por el Gobierno la pasada legislatura. Pero los nacionalistas vascos se mostraron críticos por la falta de compromisos cumplidos por Sánchez, si bien anunciaron ya su rechazo a apoyar a Feijoo e instan al socialista a alcanzar un acuerdo programático. El PNV pide también negociar un nuevo modelo territorial que defina el «encaje de las realidades nacionales» de vascos y catalanes.
Bildu
Sin reclamaciones en público, a un año de las vascas
El líder de los aberzales, Arnaldo Otegi, confirmó después del 23J que votarán a favor de la investidura de Pedro Sánchez para evitar la coalición de PP y Vox. Sería la primera vez que brindan su apoyo de forma expresa a un presidente socialista, ya que en enero del 2020 se limitaron a abstenerse. La izquierda soberanista vasca busca sacudir el tablero de alianzas a un año de las elecciones en el País Vasco, en una tendencia electoral al alza y tras dar el sorpasso al PNV en las generales, y estarían también en disposición de extender un cheque en blanco en Navarra para mantener a María Chivite como presidenta autonómica. Otegi señaló que no habría líneas rojas «en público» para dar su voto a Sánchez. En el horizonte de Bildu, aun así, está el derecho a la autodeterminación.
BNG
Autogobierno, financiación y competencias
El BNG volverá a contar con un único diputado en el Congreso, lo que limitará la capacidad de influencia de los nacionalistas. Pero cada apoyo vale oro para Pedro Sánchez, y el Bloque se marca el objetivo de «fortalecer o autogoberno». Se une así a los soberanistas vascos y catalanes en «camiñar cara un novo estatus político» para Galicia, defendió esta semana Néstor Rego.
Esto implicará la exigencia de nuevas competencias para la comunidad, para lo que será también necesario el interés de la Xunta en reclamarlas. Otro de los ejes en la negociación será la reforma del sistema de financiación autonómica, que aborde compensaciones a la deuda de todas las comunidades y que no sea «prexudicial para Galiza». Los nacionalistas exigen, además, subsanar el déficit en infraestructuras.
coalición canaria
Aeropuertos y un plan para la isla de La Palma
El voto de la diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido, serviría a Sánchez para ser investido sin apoyo de Junts. Valido se abre a negociar con el socialista o con Feijoo para evitar elecciones. Entre las exigencias, la gestión de los aeropuertos, financiación autonómica y un plan de reconstrucción para La Palma.
Cómo satisfacer las aspiraciones nacionalistas sin romper las costuras constitucionales
David Guadilla
«Va a ser el tema central de la negociación. El problema es que malamente se puede encontrar una solución que sirva a todas las partes». Un veterano dirigente socialista define con claridad las dos variables sobre las que está convencido que van a girar las conversaciones que Pedro Sánchez abrirá con las diferentes formaciones nacionalistas para tratar de sacar adelante su investidura. Cómo satisfacer las aspiraciones soberanistas sin romper las costuras constitucionales ni traspasar líneas rojas que generarían un cisma en el propio PSOE. El modelo territorial ya está sobre la mesa pero nadie tiene muy claro cómo abordarlo.
La necesidad de lograr un acuerdo sobre esta cuestión la han expuesto ya Andoni Ortuzar, Pere Aragonès y los dirigentes de Junts. El presidente de la Generalitat ya ha hablado de la necesidad de un referendo sobre el futuro de Cataluña y el líder del PNV recordó lo obvio, que Sánchez «necesita a los nacionalistas». A partir de ahí puso sus condiciones. «Eso exige un acuerdo sobre el modelo territorial. No digo que acepte el 100% de nuestras peticiones, pero tiene que abrir ese melón», dijo en El País.
En el PSOE siguen convencidos de que hay margen para el acuerdo. Recuerdan lo sucedido durante la investidura de Sánchez en el 2020. También parecía imposible, pero al final el líder del PSOE pactó sendos decálogos con ERC y el PNV para lograrla. En el documento firmado con los republicanos se estableció la puesta en marcha de la mesa de diálogo que daría pie a una consulta, se apostaba por la bilateralidad... En el texto consensuado con los nacionalistas vascos ya se establecía, literalmente, la necesidad de «adecuar la estructura del Estado al reconocimiento de las identidades territoriales» y atender «a los sentimientos nacionales de pertenencia».
«Mucho más allá no creo que se vaya. Hay mucha retórica. Es como hablar de pájaros y flores». afirman desde el PSOE. Y es cierto que aquellas fórmulas sirvieron para desencallar las negociaciones y llevar al líder del PSOE a la Moncloa, pero también que los resultados concretos han sido escasos y que el malestar entre los nacionalistas cada vez es mayor. «El problema es que ya no creen en la palabra de Sánchez y no aceptarán promesas en el aire», afirma Toni Aira. Profesor de Comunicación Política de la Pompeu Fabra (UPF-BSM) y buen conocedor del escenario político catalán no es especialmente optimista: «Creo que hay poco margen de maniobra. Ahora mismo veo más de un 90 % de opciones de que haya un bloqueo y repetición de elecciones». Porque, además, la pieza del puzle que Sánchez tiene más difícil de encajar es Junts. Y, para Aira, la formación liderada por Carles Puigdemont tiene «poco que perder» si no hay acuerdo. Ni tan siquiera cree que las presiones que el expresidente fugado está recibiendo de dirigentes como Artur Mas tengan mucho resultado. «Su influencia es cero. Todavía milita en el PDECat, un partido que ha quedado por debajo del Pacma. Ha quedado en tierra de nadie». De hecho, la formación posconvergente está analizando su posible disolución.
Supuestas «líneas rojas»
Entonces, ¿qué puede ofrecer Sánchez? En el PSOE tienen claro que el problema lo tienen en Cataluña. En el País Vasco, EH Bildu tiene en marcha otra estrategia y ya ha anunciado que votará a favor. «Y el PNV, por mucho que diga Ortuzar, no tiene margen. Si se convence a Junts y a ERC, ¿va a votar que no?». Más allá de una posible amnistía a Puigdemont -que casi todas las partes ven jurídicamente inviable y políticamente explosiva- surgen dos opciones. Y ninguna es sencilla.
Una es recuperar los artículos del Estatuto que tumbó el Tribunal Constitucional en el 2006. Se trata de una vía complicada, pero que los socialistas tienen en mente. La segunda vía es aún más complicada. Poner en marcha una ley de consultas. Algunos socialistas dan por hecho que Sánchez abrirá la puerta a algo parecido antes de que acabe la legislatura, recuerdan que sobre esta cuestión ya llegó a teorizar internamente el PSOE y que en el cajón está guardada una reflexión realizada hace una década por el exvicepresidente del Tribunal Constitucional Francisco Rubio Llorente en la que abría esa posibilidad para evitar «efectos impredecibles». Pero la versión oficial sigue siendo que se trata de una «línea roja» que no se va a traspasar por mucho que insista Aragonès.
Como recuerda el catedrático de Derecho Constitucional de la UPV/EHU, Javier Tajadura, el margen es muy estrecho. Los nacionalistas aluden al artículo 92 de la Constitución que recoge la posibilidad de celebrar «referendos consultivos» sobre cuestiones de «especial trascendencia». Se usó para el de la OTAN. Pero Tajadura recuerda que la Carta Magna añade que deberán ser preguntados «todos los ciudadanos». Es decir, el conjunto de los españoles, no solo los catalanes.
¿Les valdrá a ERC y a Junts recuperar el Estatuto tumbado? Toni Aira lo sigue sin tener claro. «Quizás si se ve alguna apuesta creíble para modificar algunos planteamientos y desinflamar el ambiente... Pero tendría que ser muy concreto». Hay otra hipótesis que no se descarta en el PSOE. Que no haya acuerdo y que Sánchez vaya a unas nuevas elecciones reforzando su perfil de hombre de Estado para recuperar a los votantes socialistas que se fueron al PP.