Feijoo afronta la segunda votación sin esperanzas de alcanzar la investidura

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Alberto Núñez Feijoo y su portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra
Alberto Núñez Feijoo y su portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra Juan Carlos Hidalgo | EFE

Los populares rechazan abstenerse para que Pedro Sánchez sea presidente

29 sep 2023 . Actualizado a las 11:50 h.

Alberto Núñez Feijoo afronta este viernes su segunda votación de investidura sin esperanzas de que el marcador que reflejó la primera, que fue de 172 votos a favor y 178 en contra, cambie en absoluto. Ningún partido dio señales en la jornada del jueves de modificar el sentido de su voto. La fallida investidura hará que el plazo de dos meses para conseguir que algún aspirante alcance la presidencia empiece a correr desde la primera votación del pasado miércoles. El debate de este viernes se limitará a una intervención de diez minutos por parte de Feijoo y otra de cinco minutos por el resto de grupos para explicar su posición. Tras ello, y no antes del las 13.22, horas en las que se produjo la primera votación, se votará de nuevo. 

Nueva ronda de consultas

En este caso, el candidato solo requiere la mayoría simple de la Cámara, pero todo indica que no la conseguirá. De ser así, el rey abrirá una nueva ronda de consultas para acabar encargando a Pedro Sánchez que intente la investidura. El líder del PSOE tendrá que informar al jefe del Estado si cuenta o no con el apoyo de los independentistas de ERC y Junts, dado que estos no acudirán a la llamada del rey, como ya hicieron en la anterior ronda.

Lo que el PP descarta por completo es la posibilidad de abstenerse para facilitar la investidura de Sánchez y evitar así que el líder socialista tenga que pactar una amnistía con los partidos independentistas catalanes. El coordinador general del PP, Elías Bendodo, aseguró que quien decidirá si hay investidura de Sánchez o repetición de las elecciones es el expresidente catalán y líder de Junts, Carles Puigdemont.

Bendodo afirmó que «la candidatura de Feijoo perdió la votación, pero ganó el debate, la batalla de los principios». Indicó además que «los españoles pudieron comprobar cómo hay un candidato a presidente y un partido que ganó las elecciones que se va a erigir en un muro de contención a lo que pueda venir y a lo que estamos viendo que va a venir, que es una negociación y una cesión inaceptable, y posiblemente una investidura de un candidato que está dispuesto a desgastar a España para erigirse en presidente del Gobierno», en referencia a Pedro Sánchez.

Sin tirar la toalla definitivamente, Bendodo recordó que queda una segunda votación para que Feijoo intente alcanzar la presidencia. Aunque admitió que «es muy complicado que cambie el sentido de la votación» respecto a la que se llevó a cabo el pasado miércoles, aseguró que «hasta el rabo todo es toro». 

«Candidato fallido»

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que no intervino en el pasado debate, se reivindicó este viernes como única alternativa posible después del fracaso de la investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, a quien calificó como «candidato fallido». Los populares consideran que Feijoo se afianzó como líder de PP y jefe de la oposición a un Gobierno formado por Sánchez con una amalgama de partidos que van desde las muchas formaciones que integran Sumar hasta los independentistas de Junts y ERC, y el PNV y EH Bildu, enfrentados entre sí. Un catálogo de fuerzas dispares que pueden provocar la inestabilidad de ese hipotético Gobierno.

Bendodo aseguró que en el debate se vio a «un Feijoo como hombre de Estado y a un candidato que prefirió no renunciar a los principios y mantenerse en la posición del constitucionalismo democrático, que es la que nunca debió abandonar el PSOE». Consideró «inaceptable que se esté negociando bajo cuerda» por parte de los socialistas, como «confirman los independentistas», y subrayó que una hipotética nueva investidura de Sánchez pasa, sí o sí, por amnistía y referendo», algo que «no cabe» en la Constitución».

«Sánchez ya ha elegido socios, el independentismo y los que quieren romper España. A ellos ha vinculado su futuro. No ha querido saber nada del PP y a España cuando mejor le ha ido es cuando los dos partidos se han entendido, pero con este PSOE es imposible porque ha volado todos los puentes», agregó el coordinador general del PP.

El PP mantiene la presión al PNV y Esteban lamenta su actitud «agresiva»

El PP mantuvo este jueves la presión sobre el PNV, partido en el que Feijoo confiaba para recibir cinco votos que le hubieran hecho presidente. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, aseguró que el PNV, que no es un «partido progresista», se «retrató» ante sus propios electores» en el debate de investidura de Alberto Núñez Feijoo celebrado en el Congreso. Tras señalar que la formación que dirige Andoni Ortuzar «no está haciendo un buen negocio» con su apoyo a Pedro Sánchez, le advirtió del riesgo de que EH Bildu se sitúe como referencia en el País Vasco.

Así se pronunció al ser preguntada por si el duro rifirrafe entre Feijoo y el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, que pudo contemplarse en el debate del pasado miércoles, se debe a que en el PP hay cierto rencor hacia la formación vasca tras su rechazo a apoyar la investidura de su candidato. Gamarra explicó que el debate sirvió para que se retrataran «todos», no solo el partido que optaba a la investidura. «Y el PNV también se retrató ante sus propios electores. Evidentemente no es un partido progresista y las excusas que busca pues están ahí, pero ellos sabrán», señaló.

Esteban no descartó este jueves la celebración de unas nuevas elecciones generales, aunque consideró que Pedro Sánchez intentará una investidura que «no va a ser fácil». Pronosticó que la primera quincena de octubre «va a ser bastante clarificadora». Además, criticó la actitud «innecesariamente agresiva» en la investidura de Feijoo, que «ha querido reforzar su liderazgo dentro del PP y de cara a Vox» pero no ha hecho «ningún amigo». Afirmó que se sabía desde el principio que el PNV no daría su voto a favor, por lo que la agresividad fue innecesaria e incluso «ha ido creando peor clima».