El Obispado de Málaga se desvincula del caso del sacerdote acosador y asegura que se trata de un «litigio entre adultos»

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GUARDIA CIVIL | EUROPAPRESS

Estudia que medidas adoptar después de que el hombre quebrantase una orden de alejamiento y fuese detenido por la Guardia Civil

06 oct 2023 . Actualizado a las 11:27 h.

El Obispado de Málaga estudia qué medidas adoptar ante la detención del sacerdote de los municipios malagueños de Canillas de Aceituno, Sedella y Salares, acusado de acosar a una mujer, y ha dejado claro que se desvincula de «un litigio entre dos personas adultas».

El párroco, Roberto José B., fue detenido por la Guardia Civil después de que hubiera quebrantado la orden de alejamiento que se le impuso por acosar a una mujer con la que convivía, según denunció en su día la propia víctima. Fuentes del Obispado aseguran a Efe que tenían constancia del «litigio» entre ambas partes, aunque «desconocían la gravedad» de los hechos.

Debido a ello, la Diócesis advirtió en su día al sacerdote y la mujer, ambos de origen venezolano, «que resolvieran ellos sus problemas personales como adultos que eran y que no implicaran al Obispado en sus asuntos».

«Nos hemos enterado de la gravedad del asunto por la denuncia», han insistido las fuentes, que han señalado que el Obispado está analizando toda la información de que dispone del caso para tomar «las medidas oportunas» en relación al cura, así como para que los municipios en los que daba misa puedan tener cuanto antes un párroco sustituto.

Según la denuncia de la víctima, esta convivía con el sacerdote en su domicilio de Canillas de Aceituno, aunque decidió irse a Madrid debido a sus desavenencias. Fue a partir de entonces cuando el cura la acosó con llamadas de teléfono, mensajes y correos electrónicos para pedirle que volviera a Málaga.

La mujer, que denunció este acoso en una comisaría de Madrid de la Policía Nacional, también denunció, esta vez en Málaga, que en una ocasión, cuando conducía su vehículo por la A-7, el sacerdote la rebasó a la altura del kilómetro 978 y se rio de ella.

Después, se puso delante del coche de la mujer, redujo la velocidad y ella le adelantó. Pero él volvió a acelerar, se colocó delante de ella y le dio las luces largas a menos de dos metros. Una actitud que mantuvo un tiempo. Lo hizo, según las fuentes, cuando ya tenía una orden de alejamiento por el acoso previo. De hecho, tenía prohibido acercarse a menos de 300 metros del domicilio de la víctima o de cualquier otro lugar que ella frecuentara. Fue en la primera semana de septiembre cuando la Guardia Civil le detuvo por quebrantar esa orden.