El juez envía a prisión a tres yihadistas detenidos por vínculos con el terrorismo a través de las redes sociales
ESPAÑA
La operación, desarrollada en pleno refuerzo de la seguridad en todo el país por el conflicto en Oriente Próximo, ha permanecido en secreto hasta ahora y se ha desarrollado entre el martes y el jueves en Granada, Barcelona y Madrid
23 oct 2023 . Actualizado a las 18:36 h.El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha enviado este viernes a prisión a tres de los cuatro supuestos yihadistas detenidos en los últimos días en una operación de la Comisaría General de Información de la Policía contra una red enaltecimiento y adoctrinamiento terrorista. Dos de los sospechosos enviados a la cárcel fueron capturados en Cubells (Barcelona), otro más en el pueblo granadino de Huétor Tajar y el cuarto, que ha quedado en libertad, en Madrid.
Los tres detenidos a los que el magistrado ha enviado a prisión fueron arrestados este martes por el presunto adoctrinamiento terrorista a través de las redes sociales. El sospechoso de Madrid, por su parte, fue apresado el jueves. El operativo, desarrollado en pleno refuerzo de la seguridad en todo el país por el conflicto en Oriente Próximo, ha permanecido prácticamente en secreto hasta el paso a disposición judicial de los sospechosos.
Interior acusa a todos ellos «delitos de autoadoctrinamiento con propósito terrorista, adoctrinamiento a terceros y enaltecimiento del terrorismo». Los investigadores han constatado como estas personas, enlazadas a través de grupos cerrados de redes sociales, habían sufrido un proceso de radicalización.
Seguidores del Califa
Según informó este viernes el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, la investigación se inició en el año 2022, cuando los servicios antiterroristas detectaron al denominado Califa, un radical que era el creador y administrador de varios grupos en los que trataba de adoctrinar a jóvenes en el credo yihadista.
El Califa dinamizaba a sus seguidores y creaba grupos privados a los que invitaba a los radicales con los que entablaba mayor confianza y en los que hablaban abiertamente de la causa terrorista.
El seguimiento de estos grupos permitió la identificación de otros miembros del mismo, todos ellos jóvenes, los cuales estaban interconectados entre sí, aunque no se conocían físicamente. Dos de ellos, estrecharon sus lazos y acabaron contrayendo matrimonio, contando para ello con la autorización del líder del grupo y comenzando a convivir en el mismo domicilio.
Esta nueva relación encendió todas las alarmas en la Comisaría General de Información. Ese matrimonio, relatan los investigadores, «supuso un punto de inflexión en la investigación, ya que se detectó como ambos aumentaban exponencialmente su nivel de radicalización, grabando vídeos en los que reclamaban 'derramar sangre para recuperar Al Ándalus y restaurar el Califato».
El operativo ha sido coordinada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional y dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número Cinco. A nivel internacional, ha contado con el apoyo de Europol.