El Gobierno sostiene que el uso de la bandera española es propio de la derecha, excepto con las selecciones nacionales deportivas
ESPAÑA
El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes afirma que muchos españoles se han distanciado de los símbolos nacionales
09 nov 2023 . Actualizado a las 11:31 h.El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes en funciones, Rafael Simancas, afirma que hay muchos ciudadanos que se han distanciado de los símbolos nacionales por el uso excluyente de los mismos que hace la derecha. En este sentido, sostiene que la exposición pública de la bandera de España suele ser propio de la derecha, con la excepción de las muestras de apoyo a las selecciones nacionales deportivas.
«Salvo cuando se trata de expresar apoyo a las selecciones deportivas de España, generalmente la exposición de la bandera en un balcón, en una pulsera o en una pegatina en el coche, suele ser propio de quienes participan de ideas derechistas», afirma en un artículo de la revista Temas, recogido por Europa Press.
Simancas, que es el subdirector de la citada publicación, dirigida por el presidente del CIS, José Félix Tezanos, acusa a la derecha de utilizar el término España, los símbolos nacionales y el sentimiento de unidad nacional «en beneficio de sus intereses políticos».
A su juicio, los partidos conservadores llevan a cabo un «patriotismo excluyente» que distingue entre buenos y malos españoles y se apropia de los símbolos y sentimientos nacionales de manera exclusiva. En esta categoría sitúa a quienes insultan «a voz en grito» a los gobernantes de España durante el desfile de la fiesta nacional del 12 de octubre.
En esta misma línea afirma que la derecha discrepa y rechaza las concepciones de patria «que incluyen sentimientos nacionales propios en Cataluña, en Euskadi o en Galicia, aunque se muestren de manera compatible con la identidad española».
Además, piensa que mantiene distancia --«cuando no abierta animadversión»--, hacia concepciones de familia diferentes a la tradicional, a la profesión de religiones distintas al catolicismo, a las etnias «no europeas» y a las lenguas «diferentes al castellano».
Por el contrario Simancas sostiene que el país no se define por esas concepciones «excluyentes» de la patria pues «España es otra cosa», una identidad libre abierta y «compatible con otras identidades territoriales».
Considera además que es una realidad jurídica en forma de Estado social y democrático de derecho «que garantiza la unidad nacional y que reconoce el autogobierno de las nacionalidades y regiones, en forma de comunidades autónomas».