Un radical afín al régimen iraní, detrás del atentado contra Vidal Quadras

Melchor Saiz-Pardo / J. Cano MADRID, MÁLAGA / COLPISA

ESPAÑA

Agentes de la policía investigan el lugar de Madrid donde Vidal Quadras recibió un disparo el 10 de noviembre
Agentes de la policía investigan el lugar de Madrid donde Vidal Quadras recibió un disparo el 10 de noviembre Borja Sánchez-Trillo | EFE

Los agentes buscan al sicario, un pistolero tunecino, tras las detenciones de tres personas en Granada y Málaga vinculadas con el asesinato frustrado

23 feb 2024 . Actualizado a las 13:55 h.

Los servicios antiterroristas de la Policía Nacional están muy cerca de esclarecer el intento de asesinato de Alejo Vidal Quadras, el pasado 9 de noviembre en Madrid. Y todo parece apuntar, como dijo la propia víctima, que grupos iraníes afines al régimen de Teherán está detrás del atentado. Efectivos de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional detuvieron la madrugada de este martes en la localidad granadina de Lanjarón a un ciudadano español, musulmán radical, como presunto organizador del crimen.

Los funcionarios además arrestaron en esta localidad de la Alpujarra a su pareja, una ciudadana británica, y en el municipio de Fuengirola, en Málaga, a otro individuo más, relacionado con una moto usada en el homicidio fallido. Los investigadores siguen tras la pista del sicario, un ciudadano tunecino, llegado a España para el crimen, y que habría sido contratado por el arrestado en Lanjarón, quizás siguiendo instrucciones de terceras personas o responsables del régimen de los ayatolás o grupos cercanos. El magrebí, que probablemente ya no se encuentre en territorio nacional, aparece en varias grabaciones de las cámaras de seguridad.

Los funcionarios llegaron este martes a los detenidos, según fuentes del caso, por dos vías. La pista que condujo a Lanjarón fue un coche mal aparcado. El vehículo, de alquiler de una empresa con sede en Málaga y de color azul metalizado, estaba estacionado en la calle Eras del Salado de la localidad serrana granadina, en una zona en la que no estaba permitido aparcar porque se iban a talar los árboles cercanos. Cuando efectivos de la Policía Local iban a retirarlo con una grúa y registraron la matrícula saltó la alarma en la Policía Nacional, ya que el coche estaba siendo buscado en relación con el ataque, pues aparecía en grabaciones de cámaras de seguridad en los escenarios de los hechos. De hecho, los agentes han visionado multitud de grabaciones tanto de posibles vigilancias a bordo de turismos en las inmediaciones de la vivienda de la víctima como de coches huyendo de la zona donde se quemó la moto.

Los investigadores creen que el varón detenido en la zona de la Alpujarra podría ser el cerebro del atentado y la persona que contrató el sicario que disparó. Este individuo estuvo en Madrid, de acuerdo con los investigadores, en los días previos a los atentados haciendo labores de información para el ataque y está relacionado con el traslado a Andalucía del coche de alquiler usado para las vigilancias previas al intento de asesinato.

Estrecha vigilancia

Los agentes, sin embargo, no tiene clara la relación de la mujer británica detenida en Lanjarón (pareja sentimental del chií) con los hechos, pero fue detenida para tomarle declaración. La pareja residía en un apartamento de alquiler del pueblo serrano granadino desde hace poco más de dos semanas que había sido arrendado por la madre, también británica, de la mujer arrestada. Los detenidos llevaban varios días sometidos a una estrecha vigilancia. Su localización y arresto han sido supervisados por el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge, responsable de la causa, después de que la propia Policía Nacional pidiera que el tribunal de la calle Génova se encargara de la causa por los indicios de que el móvil del ataque pueda tener carácter terrorista.

El propio Vidal-Quadras relacionó su atentado con los servicios secretos de Irán. La embajada del Gobierno de Teherán en Madrid descartó la vinculación régimen con el intento de asesinato, al tiempo que insinuó que la oposición a los ayatolás estaba detrás del disparo que le atravesó la zona mandibular el pasado 9 de noviembre en Madrid.

La víctima sufrió una herida por arma de fuego en la zona mandibular con orificio de entrada y salida, que le provocó una doble fractura. La bala le entró por el pómulo derecho, cuando el político movió la cabeza hacia atrás en el momento en el que el pistolero le apuntaba al cráneo.

Dos autores

Los autores del ataque fueron dos individuos, según los numerosos testigos que estaban en la zona en esos momentos. Según los vecinos, una persona poco corpulenta, con un casco negro, abrigo azul y pantalón vaquero, estaba esperando a Vidal-Cuadras en la esquina de la calle Ayala con Núñez de Balboa, muy cerca del domicilio del exresponsable popular.

El político, que acababa de estar en el gimnasio, regresaba a pie a casa. En ese momento, a solo 40 metros de su domicilio, fue cuando el pistolero vio aproximarse a su víctima, le disparó a bocajarro, a una distancia de unos dos metros, sin que conste conversación previa.

Luego, el pistolero tranquilamente se dirigió a la cercana calle Hermosilla y se subió como paquete en una motocicleta, una Yamaha T-MAX negra, en la que una segunda persona, también con casco, le esperaba para huir a solo unos metros de la emboscada. Ambos escaparon, en dirección prohibida y a gran velocidad, hacia las radiales para abandonar la capital con destino hacia el sur a través de las A-42.