![](https://img.lavdg.com/sc/5VUo_SwjODzDS_N8nDOvQCginR4=/480x/2023/12/12/00121702389662115620618/Foto/eup_20231128_171156770.jpg)
Las nuevas pantallas táctiles sustituirán a los antiguos monitores y teclados que hay en todos los escaños
10 ene 2024 . Actualizado a las 11:55 h.El pleno del Congreso que debate sobre tres decretos ley económicos y las enmiendas a la ley de amnistía del PSOE se celebra este miércoles de forma extraordinaria en el Senado. Lo hace debido a que la Cámara Baja se encuentra en obras para la instalación de nuevas pantallas táctiles que sustituirán a los antiguos monitores y teclados que hay en todos los escaños. Dichas obras imposibilitan las votaciones y se prevé que se alarguen todo el mes de enero. El coste de las mismas es de tres millones de euros.
Tal como informa Europa Press, en esos nuevos dispositivos sus señorías podrán ver información sobre las votaciones que tengan lugar en los Plenos y también les servirán para conectarse a la traducción al castellano de las sesiones plenarias y para seguirlas mediante subtítulos.
Las obras estaban pensadas para el pasado otoño de forma que no coincidiera con las elecciones generales de diciembre una vez disueltas las cortes. Sin embargo, con el adelanto de los comicios al 23 de julio, el plan se desbarató y se aplazó hasta el inicio de este año. Además, el cambio en el calendario también implicó el alquiler de petacas y auriculares para las traducciones al castellano de las intervenciones en catalán, gallego y euskera con un coste de 45.900 euros, aunque estas ya no serán necesarias con las nuevas pantallas.
En las nuevas pantallas táctiles seguirá luciendo el nombre del ocupante de cada escaño y sus dueños podrán ver de cerca el panel de la votación electrónica que también pueden consultar en las dos pantallas gigantes que hay en los laterales del Salón de Plenos, pero no les servirá para navegar por Internet.
Lo que continuará funcionando igual que hasta ahora es el sistema de votación, es decir, no se tocarán los botones que hay al lado de las pantallas para que los diputados dejen constancia de su presencia en el hemiciclo y puedan elegir entre el 'sí', el 'no' o la abstención. Tampoco se sustituirá el botón para activar el micrófono, según la agencia.
El Gobierno negocia contra reloj con Junts para salvar sus tres decretos
Gonzalo Bareño
Madrid /La Voz
Si la convalidación de los tres decretos presentados por el Gobierno se presentaba difícil, este martes se complicó aún más con la exigencia Junts de que se pongan incentivos a las empresas que sacaron su sede de Cataluña durante el procés y se castigue fiscalmente a las que no regresen. El Gobierno mantiene abiertas pese a todo las vías de negociación con Junts para impedir que los decretos no sean convalidados por el Congreso, lo que entre otras cosas pone en peligro la llegada de un paquete de 10.000 millones de euros de la Unión Europea.
Sin los siete votos de Junts, y con la negativa del PP a apoyar los decretos que este martes reiteró su líder, Alberto Núñez Feijoo, el Gobierno no tiene mayoría para sacarlos adelante. El portavoz del PSOE, Patxi López, evitó censurar la actitud de Junts y cargó contra el PP, al que acusó de «cerrar todas las puertas» a una negociación. Recriminó a los populares «no hacer política» con su «no permanente con el único objetivo de atacar a Sánchez».
Las negociaciones se mantienen hasta el último momento a varias bandas, porque el PSOE también se opone a la exigencia de Podemos de que se incluyan en el decreto anticrisis medidas para contener el precio de los alquileres. «No sería entendible que quienes han apoyado la formación de un Gobierno progresista no respalden ahora estas iniciativas progresistas», afirmó Patxi López.
La aprobación de los tres decretos estaba este martes casi imposible. El Gobierno solo tenía asegurado para el decreto anticrisis el voto a favor del PSOE, Sumar, ERC, PNV, EH Bildu, BNG y Coalición Canaria. Entre todos suman 167 escaños de los 350 del Congreso frente a los 183 que sumarían PP, Vox, UPN, Junts y Podemos. El Gobierno necesita como mínimo sumar el apoyo de Podemos y la abstención de Junts.