Vox se parte en dos en Baleares tras un conflicto con la dirección nacional

Carlos Peralta
C. Peralta REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

El secretario general de Vox, Ignacio Garriga ( a la derecha), junto al presidente del Parlamento balear Gabriel Le Senne
El secretario general de Vox, Ignacio Garriga ( a la derecha), junto al presidente del Parlamento balear Gabriel Le Senne Isaac Buj | EUROPAPRESS

El PP no ve peligrar su Gobierno, que depende de cinco votos de sus socios

15 abr 2024 . Actualizado a las 11:56 h.

Vox vive una crisis sin precedentes en Baleares. El partido contaba tras las elecciones del 28-M con ocho diputados en el Parlamento regional. Aunque no entraron en el Gobierno, sus votos fueron claves para investir a la popular Margarida Prohens. Este lunes cambió nuevamente la configuración de estos ocho diputados. Cinco de ellos, en representación de la formación regional, expulsaron del Grupo Parlamentario a dos de sus ya excompañeros: la líder de Vox Baleares, Patricia de las Heras, y el presidente de la Cámara, Gabriel Le Senne. Según el Reglamento del Parlamento, en caso de que un diputado sea expulsado de su grupo, cesará de todas sus funciones. Por tanto, Le Senne dejará de ser la semana que viene presidente de la Cámara en un caso sin precedentes en esta comunidad.

El carrusel de reacciones no queda ahí. El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, afirmó que expulsará del partido a los cinco parlamentarios autonómicos críticos, a los que acusa de estar «movidos únicamente por una ambición personal». Es decir, se dará la circunstancia de que los integrantes del Grupo Parlamentario de Vox en Baleares no serán ya miembros del partido, mientras que los dos diputados, expulsados y hoy en día no adscritos, sí que serán militantes.

Este sector de representantes desterrados del Grupo Parlamentario cuenta con un tercer miembro. Francisco Cardona dimitió de todos sus cargos en Vox en octubre después de mostrarse contrario a bloquear los presupuestos del PP hasta que estos no implantaran la libre elección de lengua en las escuelas del archipiélago. Actualmente se mantiene en el Parlamento como diputado no adscrito a ningún grupo. «Lo que está saliendo a la luz habla de Vox y de las personas que lo componen», aseguró.

Un comunicado colmó el vaso

Y, de nuevo, la política lingüística volvió a dividir a Vox. Patricia de las Heras publicó un comunicado, firmado únicamente por ella, contra la política lingüística del Gobierno del PP. Según publicó el medio balear Última Hora, los diputados críticos argumentan que este planteamiento viene impuesto desde la dirección nacional y que no cuenta con su respaldo. Gabriel Le Senne remarcó que «el grupo parlamentario queda secuestrado en manos de gente que ya no es de Vox» e insistió en que fue expulsado por «seguir las directrices de la dirección nacional». Le Senne advirtió que, de ahora en adelante, serán ellos los que realmente representen a Vox. La portavoz del Grupo Parlamentario, Idoia Ribas, que será expulsada del partido por la comitiva nacional, afirmó que la salida forzada de los dos diputados son «circunstancias internas del partido».

La presidenta del Gobierno de Baleares, Marga Prohens, reconoce que la ruptura en Vox «evidentemente es una situación desagradable». La popular sitúa la crisis de Vox en «una situación que afecta al Parlamento» y no ve en peligro su mandato.

La crisis balear tiene un precedente similar en la formación de Abascal, recordada el lunes por Garriga. En junio del 2020, tres diputados del Parlamento murciano fueron expulsados de Vox. Al ser mayoría, y al igual que sucederá previsiblemente en el Parlamento balear, mantuvieron el control del Grupo Parlamentario. «En Murcia hubo unos diputados díscolos que decidieron irse, pero hubo personas comprometidas con las ideas que siguieron dando la batalla pueblo a pueblo», recordó el secretario general de Vox.

El goteo de salidas abre una crisis en el partido

Vox reconfiguró el pasado fin de semana su comité ejecutivo en una asamblea general que sirvió para revalidar a Santiago Abascal como presidente al menos hasta el 2028. Pero también para resituar el organigrama de Vox después del goteo de salidas de caras visibles del partido.

Ninguna despedida reciente fue más notoria que la de Iván Espinosa de los Monteros en agosto del 2023. Era el portavoz en el Congreso y uno de los buques insignia del partido desde su formación. Su adiós, junto al de otros diputados relevantes como Víctor Sánchez del Real, se ha entendido como una pérdida de poder del ala ultraliberal de Vox, en beneficio del sector más conservador del partido, liderado por el secretario general, Ignacio Garriga. El también diputado catalán fue refrendado el fin de semana como número dos de Vox, tras erigirse como único vicepresidente. Los otros tres políticos que ostentaban el cargo, el eurodiputado Jorge Buxadé, y los diputados y miembros fundadores de Vox Javier Ortega Smith y Reyes Romero, ahora son vocales.

El eco de la salida de Macarena Olona, ex secretaria general del Grupo Parlamentario de Vox en el Congreso y candidata a las elecciones andaluzas en el 2022, sigue siendo recurrente. Olona es una de las voces más críticas entre todos los políticos salientes de Vox. «Han quitado de en medio a la mayoría de los rostros visibles», apuntó en La Sexta el domingo. La política valenciana puso más nombres encima de la mesa para calibrar la «deriva» de sus antiguos compañeros: Rubén Manso y Juan Luis Steegmann. Este último, el llamado médico de Vox, renunció a recoger el testigo de Espinosa de los Monteros en el Congreso. Sí lo hizo Carla Toscano, concejala en el Ayuntamiento de Madrid, hasta que el 10 de enero también rechazó mantener su acta.

Toscano también renuncia

Toscano es compañera en el consistorio del líder del grupo municipal, Javier Ortega Smith. Fue primero secretario general, después pasó a vicepresidente y ahora es uno de los 17 vocales de la nueva ejecutiva. El político madrileño, que fue reprobado por la totalidad de la corporación excepto su propio partido por encararse con un edil de Más Madrid, negó que quisiera disputarle la presidencia de Vox a Santiago Abascal. El líder de Vox adelantó las asamblea extraordinaria un mes y medio. Una medida que torpedeaba las opciones de un candidato alternativo a disponer de los avales suficientes.

La salida más reciente de Vox es la del número dos del partido en la Comunidad de Madrid, José Luis Ruiz Bartolomé, que vuelve al sector privado. Su adiós acrecienta el arrinconamiento de la presidenta de Vox Madrid, Rocío Monasterio, que quedó sin apenas margen de maniobra en la Asamblea de Vallecas después de que Isabel Díaz Ayuso revalidara su cargo de presidenta con mayoría absoluta. Bartolomé es, para Monasterio, «un lujo de compañero» y era su mano derecha en el parlamento autonómico.