La fachada ventilada y el material no ignífugo causaron un efecto chimenea
ESPAÑA
La vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia y especialista que peritó el edificio ha declarado que la presencia de este material es lo que ha provocado la rápida expansión de las llamas
23 feb 2024 . Actualizado a las 11:46 h.La vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia (Cogitival) y especialista que peritó el edificio de 14 plantas en el barrio de Campanar que se ha visto arrasado por las llamas en Valencia, Esther Puchades, ha atribuido la voracidad de incendio al revestimiento de poliuretano que se proyectó en la fachada.
En declaraciones a la televisión pública valenciana À Punt, Puchades ha explicado que bajo las piezas de aluminio colocadas en la fachada del edificio hay poliuretano, un producto «totalmente inflamable, que es lo que ha provocado la expansión de las llamas en menos de media hora».
«En el 2005 -fecha de construcción del edificio siniestrado- no estaba tan extendida la mala fama del poliuretano. Hoy no se utiliza, al menos no de esa forma», ha apuntado esta especialista en alusión a un material que ha provocado grandes incendios en edificios en los últimos años, como el de la torre Grenfell de Londres en el 2017. Preguntada por si sabe si hay otros edificios en la ciudad construidos con elementos similares, ha apuntado que lo desconoce pero que es posible, y ha apuntado la conveniencia de revisar este tema «por la seguridad de las personas».
Según ha explicado Puchades, su uso no está prohibido en la construcción, pero dada la virulencia de este incendio se podría replantear su uso, que era muy habitual sobre todo en las décadas de los años 2000 y 2010. Se trata de un material que «cuando se calienta es como un plástico, prende», quien ha precisado que se sigue utilizando hoy en día, pero con barreras cortafuegos para impedir que se propague el fuego en caso de incendio. Las fachadas ventiladas tienen un hueco entre el ladrillo y unos paneles metálicos exteriores y se utilizó en este edificio finalizado en el año 2009 y construido con una calidad media-alta, ha explicado esta experta, que lo conoce porque hizo un peritaje por una cuestión no relacionada con este material.
El poliuretano es un material plástico que deriva de una reacción química entre un diisocianato y un poliol. Se trata de un material muy versátil empleado en productos de todo tipo, desde las suelas de los zapatos a tejidos de ropa deportiva, pasando por la fabricación de colchones o de componentes para vehículos. En el ámbito de la construcción, por su alta eficiencia energética, era habitualmente empleado como aislador térmico y acústico.
La propagación de las llamas a través de una fachada es mucho más rápida
El catedrático Antonio Hospitaler, que estuvo en la torre Windsor de Madrid después de que ardiera en 2005, ha detallado que la propagación por una fachada es «mucho más rápida que un incendio al aire libre» y que, si esta hubiese estado construida con ladrillo y no con un material combustible, «no se hubiera propagado».
Hospitaler ha precisado que el Código Técnico de Edificación desde el año 2006, y con modificaciones recientes que ha habido, -tras 2017- «previene ese tipo de situaciones y que los materiales de la fachada no sean combustibles para evitar una propagación de incendios por la ella».
«La fachada tiene una propiedad física en la que se le pegan las llamas y, al hacerlo, suben a toda velocidad»
«La fachada tiene una propiedad física en la que se le pegan las llamas y, al hacerlo, suben a toda velocidad y entonces, el incendio se extiende por toda la fachada rápidamente. Eso ha provocado que se rompieran los cristales de las viviendas y se proponga el incendio al interior de las casas», ha detallado. El ingeniero ha indicado que las investigaciones deberán determinar el origen, si las llamadas comenzaron en el interior de una vivienda, pasaron a la fachada y, de ahí, al resto del edificio, o si se originó en la propia fachada.
En ese sentido, el fuego de este jueves le recuerda al incendio ocurrido en la torre Grenfell el 14 de junio del 2017. «Ocurrió exactamente lo mismo. Fue un incendio que se propagó por fachada y eso causó una actualización de la normativa europea al respecto. Es muy reciente, si este tiene diez años o 15 años, pues no le afecta ese cambio normativo, ya estaba hecho», ha apuntado. En aquel caso, «el incendio se produjo dentro del edificio, en las oficinas, y de ahí salió a la fachada y se propagó por la fachada a los pisos de arriba».
En cuanto al peligro de derrumbe, «aparentemente no hay, pero nunca se sabe». «El hormigón aguanta bastante el fuego, tiene buena resistencia. Lo que pasa es que no hay que entrar al edificio enseguida, hay que esperar porque el hormigón puede colapsar después, al cabo de unas horas, porque tiene un proceso físico-químico dentro que hace que se deteriore con el tiempo. El calor se queda adentro, no sale hasta que se enfríe. Se ha producido, en algunos casos, que han pasado horas, el incendio se ha ido y ha caído el edificio. Pero yo creo que aquí el nivel de incendio que ha habido no es tan elevado para eso», ha expuesto.