Aragonès fija en Madrid el cupo catalán como un «hito» previo a negociar un referendo
ESPAÑA

El presidente de la Generalitat avisa a Sánchez de que debe sentarse a la mesa para discutir su propuesta de concierto catalán si quiere mantener viva la legislatura española
20 mar 2024 . Actualizado a las 11:23 h.Primero, amnistía; luego, un concierto catalán; y como etapa final, un referendo. Esta es la hoja de ruta negociadora con el Gobierno central que ha defendido este miércoles el presidente de la Generalitat en Madrid, si se mantiene al frente del Govern tras las elecciones del 12 de mayo en Cataluña.
El Gobierno presentó ayer su propuesta de concierto económico a la catalana para poder recaudar y gestionar el 100 % de los impuestos, que Aragonès ha definido como «un hito en la resolución del conflicto» catalán. Esquerra reclama al Gobierno un sistema de «financiación singular» para Cataluña, un modelo de «soberanía fiscal plena». Según sus cálculos, se traduciría en un «ingreso potencial» cercano a los 52.000 millones anuales, el doble que con el modelo de financiación actual. El presidente catalán ha hablado de «maltrato» a Cataluña, de salir del régimen común y de acabar con el «déficit fiscal», que «esquilma» a los catalanes y ha criticado a la Comunidad de Madrid de Ayuso, «la España que hace del dumpin fiscal un orgullo y la de la casta extractiva».
El independentismo acelera con su reclamación de un cupo a la catalana. ERC lo ha fijado como propuesta estrella a semanas del inicio de la campaña electoral de las catalanas. Una iniciativa con la que trata de presionar al Gobierno y al PSC. A los socialistas catalanes, Aragonès les ha pedido en el marco de un desayuno informativo en la capital de España organizado por Europa Press que se sumen a su propuesta de «soberanía fiscal total» y les ha recordado que en el País Vasco y Navarra los socialistas defienden el concierto vasco y el convenio foral navarro.

Y sobre todo ha presionado al Gobierno, al que ha advertido de que tiene que «cumplir» con los acuerdos de investidura, y uno de ellos era negociar un nuevo modelo de financiación para Cataluña, si quiere mantener viva la legislatura. El Gobierno descartó ayer de entrada un sistema de financiación propio para Cataluña, en línea con el concierto vasco. Toda negociación debe pasar, según el Ejecutivo central, por el régimen común. Aragonès ha rechazado una negociación multilateral, ha exigido un trato bilateral y no ha descartado la idea de hacer caer al Gobierno si se cierra en banda a sentarse a la mesa para discutir una financiación «singular» para Cataluña. El dirigente republicano se ha conjurado para forzar al Gobierno a negociar durante estos tres años que quedan de legislatura y aprovechar la «fuerza política» y la «influencia» que tiene el independentismo en el Congreso. «También decían que la amnistía era imposible», ha asegurado ante la primera respuesta negativa del Gobierno central.