Se quita la vida después de que lo desahucien del piso en el que llevaba tres décadas viviendo con su mujer enferma
ESPAÑA

El hombre, mayor de 70 años, vivía de alquiler en Sabadell. La pareja, en apuros económicos, priorizó los gastos de comida y servicios básicos provocando una deuda que no pudieron resolver
23 mar 2024 . Actualizado a las 10:03 h.Un hombre se ha suicidado esta semana después de ser desahuciado de su piso de alquiler en la localidad catalana de Sabadell (Barcelona). Junto a su mujer, llevaban 30 años habitando la vivienda, según ha explicado este viernes la Plataforma d'Afectades per l'Hipoteca i la Crisi (PAHC). Desde esta misma entidad han asegurado que ha muerto «por culpa de un sistema capitalista que pone por delante los beneficios de unos al derecho a la vida de muchos», en relación a un hecho que consideran que «no es un suicidio, es un asesinato».
Han explicado que, desde hacía un año, la pareja de más de 70 años tuvo que dejar de pagar el alquiler por la situación económica que vivían: «Priorizaron seguir pagando el resto de gastos, suministros básicos y comida, antes de pagar unas cuotas de alquiler que se les hacían inasumibles».
Los propietarios presentaron la demanda hace un año
Por su parte, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha detallado, en un comunicado, que en abril de 2022 se demandó a la pareja por falta de pago de renta de alquiler, y se avisó a los servicios sociales. La mujer del matrimonio tenía contrato desde 1983 y pagaba una renta de 480 euros. En el momento en el que fue presentada la demanda la deuda era de 3.334 euros.
El juzgado comunicó el emplazamiento a la vivienda en dos ocasiones, y finalmente el procedimiento no tuvo oposición y se resolvió a favor de la propiedad.
Se fijó el desahucio para el 19 de marzo, y en el domicilio encontraron a un hombre, que abandonó el domicilio, y a una mujer «en un estado de vulnerabilidad física y sanitaria que obligó a avisar a Mossos y al 112».
La ambulancia trasladó a la mujer a un centro hospitalario y, una vez la policía catalana realizó el desahucio, se restituyó la posesión del inmueble al legítimo propietario.