Un hombre mata a sus dos nietos, de 10 y 12 años, y se suicida tras atrincherarse en su casa de Granada
ESPAÑA
La esposa y la hija del presunto homicida, madre de los niños, fallecieron el pasado marzo en un accidente de tráfico al chocar contra un muro el coche que conducía el hombre atrincherado
20 may 2024 . Actualizado a las 16:32 h.Más de diez horas de angustia han finalizado con el peor de los escenarios. El hombre de 72 años que permanecía atrincherado con un arma de fuego desde la noche de este domingo en su vivienda de Huétor Tájar (Granada) junto a sus dos nietos, de 10 y 12 años, los ha matado y después se ha suicidado.
Fue sobre las 21.40 de este domingo cuando se produjo la alerta de que el hombre, con un arma de fuego y en actitud amenazante hacia los dos menores, se atrincheró en una vivienda de la calle Alfredo Nobel del municipio. En la zona se escucharon disparos a lo largo de la noche. Los agentes, que llevaban horas apostados fuera de la vivienda lograron acceder a la casa esta mañana y encontraron los cuerpos sin vida del anciano y de los menores.
A falta del resultado de la autopsia, que determinará las causas y hora exacta de la muerte de los menores, los investigadores trabajan con la hipótesis de que el hombre se quitó la vida horas después de matar a sus nietos, concretamente esta mañana cuando los agentes intentaron entrar a la vivienda. La irrupción en la vivienda de los agentes especiales trasladados desde Madrid para intervenir en el atrincheramiento se produjo en torno a las 8:25 horas, al ver que los menores no salían de la casa para dirigirse al colegio y al instituto.
Durante las labores de mediación que tuvieron lugar de madrugada, el abuelo había trasladado a los agentes que cesaba la conversación porque debía preparar a sus nietos para que acudieran a esa hora a sus centros educativos. Según ha explicado a los periodistas el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, al ver que a la hora indicada no había movimientos y que los menores no salían de la vivienda, que es el domicilio del abuelo, decidieron intervenir, momento en el que se produjo el suicido del hombre con la escopeta de caza que portó «en todo momento» y para la que tenía licencia. En ese momento, los agentes hallaron en dos habitaciones distintas los cuerpos sin vida de los menores: uno con heridas de arma de fuego y el otro sin ningún tipo de heridas.
Todo comenzó el domingo por la noche, cuando los vecinos observaron una discusión de éste con su yerno y padre de los menores. Ambos vivían en el mismo inmueble, aunque en diferentes plantas. El hombre exhibió un arma y su yerno abandonó el domicilio, y los vecinos, que escucharon «la situación de conflicto» entre ambos, alertaron sobre las 21:45 horas al 112, que avisó a la Guardia Civil. Hasta allí se desplazaron los agentes acompañados de un mediador que estuvo en contacto con el abuelo «de manera casi permanente a modo de negociar la solución al conflicto», según el delegado del Gobierno, que ha precisado que el hombre portó en todo momento una escopeta de caza con la que llegó a hacer dos disparos al aire desde la ventana cuando llegaron los guardias civiles para advertir de que estaba armado.
La Guardia Civil activó el protocolo y hasta allí se desplazó la Unidad Especial de Intervención junto a otro negociador que tomó el relevo del anterior y que estuvo negociando «pacíficamente» con él hasta las cinco de la mañana, momento en el que el hombre señaló que dejaba de hablar porque en un rato tenía que preparar a los menores para el colegio y el instituto. Los agentes confiaron y se mantuvieron a la espera con vigilancia permanente y el uso de «todos los medios tecnológicos al alcance» para visibilizar y escuchar lo que pudiera ocurrir en el interior de la casa, a la que accedieron finalmente cuando a partir de las 8:00 horas no se produjo la salida de los menores. Fue en ese momento cuando, al entrar a la vivienda, el hombre se suicidó con la escopeta que portaba y los agentes hallaron sin vida a los menores.
Una familia marcada por un accidente mortal
Según han indicado a Efe fuentes de la investigación, la esposa y la hija del presunto homicida fallecieron el pasado mes de marzo en un accidente de tráfico en Loja (Granada) como consecuencia de la colisión contra un muro de un vehículo que era conducido por el hombre atrincherado, de 72 años. En el coche viajaban también sus nietos, que resultaron heridos.
El siniestro tuvo lugar el pasado 19 de marzo por la tarde en el kilómetro 6 de la carretera GR-4407, en el término municipal de Loja, en la misma comarca, falleciendo su hija y madre de los dos menores, que también iban en el vehículo. Los niños ingresaron en un primer momento en un centro hospitalario con evolución favorable, sobreviviendo al accidente con su abuelo. Días después fallecía también a causa de los traumatismos sufridos en el mismo siniestro la mujer del anciano y abuela de los menores, que viajaba en el mismo coche, según ha detallado a Europa Press el alcalde de la localidad de Huétor Tájar, Fernando Delgado, que ha decretado tres días de luto oficial tras el crimen de este lunes.
En el municipio, de unos 10.500 habitantes, están todos «consternados». El alcalde ha trasladado sus condolencias a la familia de las víctimas, en especial al padre de los niños, muy conocido por su trabajo en un centro educativo de la localidad.
Según ha detallado el alcalde nadie esperaba que se pudiera llegar a esto. Para Delgado, en el municipio muchos sabían que el abuelo «no estaba muy bien ya» después de aquello pero ninguno pensaba «que iba a hacer lo que ha hecho», que ha supuesto un «desastre» y una «tragedia» para un pueblo desolado.
El silencio y las lágrimas se han sumado a los corrillos en los que los vecinos han asegurado que Antonio quería «mucho» a sus nietos «y no sería capaz de hacerles nada».
Los vecinos han asegurado también a Efe que el padre de los menores no quería que pasasen mucho tiempo con su abuelo, a pesar de que vivía en el mismo inmueble. Añaden además que el presunto autor de los hechos sufría problemas de salud mental desde que murieron su mujer y su hija, pero no recibió apoyo ni ayuda ni profesional ni de familiares.