García-Page se suma a las comunidades del PP y también recurrirá la ley de amnistía ante el Tribunal Constitucional

Paula de las Heras MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, este viernes en Toledo
El presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, este viernes en Toledo Ángeles Visdómine | EFE

Alfonso Rueda lamentó la «desgraciada» aprobación de la ley que, al parecer, supone una «quiebra de la igualdad»

01 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

No serán solo los presidentes autonómicos del PP los que recurran al Tribunal Constitucional la ley de amnistía. El presidente de Castilla- La Mancha, Emiliano García-Page, anunció ayer que también tiene intención de hacerlo. El barón socialista, uno de los escasísimos dirigentes de su partido que han manifestado en los últimos meses su desacuerdo con la norma pactada por Pedro Sánchez con el independentismo a cambio de su investidura, solo esperará a la publicación de la norma en el BOE y a tener un informe favorable del Consejo Consultivo de su región para formalizar su decisión.

«Mi discrepancia no es constitucional solo, sino que es de fondo. El perdón no se contrata, se da o no se da, no se hace a cambio de nada», defendió 24 horas después de que el Congreso diera el visto bueno definitivo a la norma que borrará los delitos cometidos en relación al procés. «Tengo la obligación como presidente de velar por los intereses de esta región. Para mí eso está por encima de cualquier otra circunstancia», añadió.

Page, el único de los tres presidentes socialistas supervivientes de las autonómicas del 2023 que gobierna con mayoría absoluta, ha protagonizado claros choques con la dirección de su partido por el cambio de posición sobre una iniciativa que hasta el pasado 23 de julio el propio Sánchez descartaba por inconstitucional. Uno de los episodios más sonados tuvo lugar el pasado enero, cuando afirmó, durante el trámite de enmiendas, que el PSOE se estaba acercando ya al «extrarradio» de la Carta Magna con sus cesiones.

Aquella afirmación le valió al presidente castellano-manchego los reproches del secretario de organización, Santos Cerdán, y del ministro Óscar Puente, quien afirmó que es él quien se está situando en el extrarradio del partido. Semanas después, cuando pidió una reflexión por los malos resultados en los comicios gallegos, la vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, le replicó molesta que «uno tiene que saber cuál es la camiseta que lleva». Como el expresidente de Aragón, Javier Lambán, que será sancionado por no haber asistido al pleno del Senado en el que el PSOE se opuso al veto a la norma defendido por el PP.

Aun así, la decisión de recurrir al Constitucional una iniciativa tan relevante para el relato político de Sánchez supone un salto cualitativo. Pese a la presión recibida desde el PP, durante toda la tramitación de la ley en las Cortes Page se ha negado a pedir a los diputados de su federación que votaran en contra, pese a creer, como insistió ayer, que encierra «una agresión al concepto de igualdad». Tampoco quiso participar en la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado, convocada por el PP con su mayoría absoluta para escenificar la oposición de sus once gobiernos regionales a la polémica medida.

Por su parte, el presidente de la Xunta y del PPdeG, Alfonso Rueda, consideró que el Gobierno gallego «probablemente» tendrá que recurrir la ley, pero antes va a «analizar el texto» para ver si, como parece, supone una «quiebra de la igualdad», y que Galicia esté en peores condiciones que otros territorios, porque eso es lo que más le preocupa, aseguró, la «desigualdad» en la que va a colocar a la comunidad gallega. Así, lamentó la «desgraciada» aprobación de la ley y que los que la exigieron «no tienen bastante y nunca van a tener bastante», sino que «van a por más» por lo que «frente a esto hay que reaccionar», ya que el Gobierno central está «absolutamente cautivo de determinados territorios».