Creen que se le debería haber abierto un expediente después de que otros investigados por la Justicia hayan sido expulsados del partido
07 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Sectores del PSOE críticos con Pedro Sánchez denuncian el trato de favor que el partido está teniendo con Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, a pesar de estar investigada por los delitos de tráfico de intereses y corrupción en los negocios privados. Aseguran que el trato que le está dando el partido, y los aplausos que recibió cuando se presentó junto a Pedro Sánchez en un mitin del PSOE en Benalmádena (Málaga), contrastan con la firmeza que ha mostrado el partido con otros afiliados que han llegado a ser expulsados de al formación, incluso en algunos casos sin tener ningún tipo de acusación en los tribunales.
Ese sería el caso del exministro de Transportes y exsecretario de organización del PSOE José Luis Ábalos, que fue obligado a dejar el escaño cuando se conoció que su subordinado, Koldo García, estaba implicado en un caso de presunta corrupción en la compra de material sanitario para la pandemia del coronavirus. Ábalos, repudiado por los socialistas pese a no estar implicado por ahora en la trama, fue obligado a abandonar el grupo socialista en el Congreso y a integrarse en el grupo mixto.
En el caso del propio Koldo García, investigado en el caso al igual que lo está siendo Begoña Gómez en el suyo, no fue necesario que el PSOE lo expulsara porque al haber dejado de pagar varios meses las cuotas de afiliado se decidió darle de baja.
Pero sí fue expulsada del PSOE la esposa de Koldo García, Patricia Úriz, que estaría también implicada en la trama del cobro de comisiones por la compra de mascarillas en el ministerio de Transportes y en el de Interior, además de en los gobiernos de Canarias y Baleares.
Comparación con otros casos
Esa reacción inmediata contra dos afiliados al PSOE investigados por el juez contrasta con el trato que el partido da a Begoña Gómez, a la que muestra su apoyo público pese a estar investigada en el caso de las adjudicaciones al empresario Juan Carlos Barrabés por parte del Gobierno, y a la que, según los críticos, siguiendo el mismo criterio utilizado con otros militantes se le debería haber abierto al menos un expediente.
Aunque en el caso de Ábalos y de Koldo García se trataba de militantes del partido que ejercían un cargo público, el primero como ministro y el segundo como asesor, en el de la esposa de Koldo, Patricia Úriz se trata de una persona que no desempeñaba ningún cargo público.
El código ético de los socialistas establece que se procederá a la suspensión cautelar automática de la afiliación de las personas «incursas en un proceso penal respecto de los cuales se haya dictado auto de apertura de juicio oral por un delito relacionado con la corrupción». Algo a lo que no esperó en los casos de Ábalos y de Patricia Uriz.