Lara Hernández, Elizabeth Duval, Txema Guijarro y Rosa Martínez compartirán colegiadamente el cargo que hasta el lunes ocupaba Yolanda Díaz
13 jun 2024 . Actualizado a las 23:34 h.Sumar entra en un período de interinidad para decidir «de forma sopesada» su futuro como partido y qué relación tendrá con el resto de formaciones de la izquierda. Su ejecutiva, reunida este jueves en la sede madrileña de la plataforma, propone un liderazgo colegiado y transitorio tras la dimisión de Yolanda Díaz como coordinadora general compuesto por cuatro personas: la secretaria de Organización, Lara Hernández, su homóloga en Comunicación, Elizabeth Duval, la secretaria de Estado Rosa Martínez y el secretario general del grupo parlamentario, Txema Guijarro.
Así se ha elevado en la reunión del grupo coordinador, compuesto por 80 miembros un encuentro que marca el futuro de la plataforma tras la dimisión de Yolanda Díaz de sus cargos orgánicos. La vicepresidenta segunda, que seguirá en el Gobierno y en la coordinación del grupo parlamentario magenta, ha pedido este jueves en una entrevista en RTVE «altura de miras» a las organizaciones que componen el espacio político después de que, algunas de ellas como Izquierda Unida o Más Madrid, hayan visto «superado» el proyecto de la líder gallega y pidan conformar un frente amplio que esta vez tenga una dirección «horizontal».
El encuentro del grupo promotor de Sumar está formado por 80 miembros entre los que se encuentran la propia Díaz, el portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y algunos diputados. Díaz ha señalado que Sumar tuvo un mal resultado en las elecciones europeas y, ante ello, la «cabeza visible» del proyecto político debe asumir responsabilidades y en su caso ha «hecho lo que tenía que hacer, dimitir» como líder de Sumar. Una decisión que la dirección del partido ratificó esta tarde. «Por supuesto soy de Sumar y seguiré en Sumar, pero abandono mis responsabilidades políticas (en la formación)», ha enfatizado la vicepresidenta segunda.
Sobre si su movimiento ha podido generar confusión, al renunciar a la coordinadora general de la formación pero mantenerse como referente en el Gobierno, Díaz ha explicado que una cosa es Sumar como partido, que tiene su «espacio propio», y otra es la coalición electoral con diversas fuerzas progresistas que es un ente complejo.
Eso sí, ha manifestado que el problema no son «las identidades» sino asumir que existe un momento político complicado con grave malestar social y un sector importante de la ciudadanía que siente desafección por la política. «Las formaciones tienen que tener altura de miras, de país, y tienen que servir para hacer lo que a mí me gusta hacer, que es cambiar la vida de la gente. Ahora esta reflexión le compete a las formaciones políticas y yo respetaré lo que hagan y lo que decidan», ha sentenciado.
Protagonismo
Precisamente formaciones aliadas de Sumar como IU, Más Madrid o Compromís han reclamado que las organizaciones aliadas tenga más protagonismo en este frente amplio tras su salida, establecer métodos democráticos y crear una mesa de la coalición para que el espacio sea más «horizontal» en la toma de decisiones.
A la pregunta de si se ha postulado para revalidar como candidata de Sumar cuando se convoquen nuevas elecciones generales, Díaz ha aclarado que no ha dicho nada a este respecto y que no se ha pronunciado sobre esa opción. «Yo no he hecho esta afirmación en ningún sitio», ha ahonda.
La estructura plurinacional e híbrida sobre la que se quiso edificar Sumar, es decir, la convivencia de un carácter estatal (el propio partido magenta, Izquierda Unida o Equo) con otro territorial (comunes, Más Madrid y Compromís) condenó el liderazgo efectivo de Yolanda Díaz a un equilibrio delicado entre esferas de poder internas. Al mismo tiempo, minó su aspiración de pilotar un frente amplio con un proyecto de país para la próxima década, tal y como demuestra el retroceso que el espacio ha sufrido en el último ciclo electoral. Ahora, tras la dimisión de la líder gallega de los cargos orgánicos de la plataforma que fundó, el espacio político situado a la izquierda del PSOE busca reformularse en un proceso que, quieren, esté alejado de los ciclo electorales.