PSC y ERC intentan pactar un concierto económico que dé la presidencia a Illa

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Pere Aragonès (ERC), Salvador Illa (PSC) y Josep Rull (Junts), antes del debate del martes en TV3
Pere Aragonès (ERC), Salvador Illa (PSC) y Josep Rull (Junts), antes del debate del martes en TV3 Quique García | EFE

Sánchez se implica en una negociación que debe cerrarse antes de dos meses

17 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre tanta incógnita para la investidura catalana, hay una certeza: a partir del 25 de junio, los partidos tendrán dos meses para llegar a un acuerdo, que evite la repetición electoral, que tendría lugar en octubre. Solo el calendario está claro. Todo lo demás, en el aire. Eso sí, empieza a haber movimientos. El presidente de la Cámara catalana, Josep Rull, de Junts, abre el lunes una ronda de contactos con los partidos con vistas a proponer un candidato a la investidura, cuya primera sesión está prevista para el 25 de junio.

Solo Salvador Illa (PSC) y Carles Puigdemont (Junts) tienen opciones aritméticas de ganar la votación para ser presidente de la Generalitat. El líder socialista es quien más posibilidades tiene, porque puede sumar tres mayorías absolutas distintas: un tripartito de izquierdas con ERC y los comunes, un pacto a dos con Junts o incluso con el PP y Vox. El dirigente nacionalista solo puede ser investido con una ecuación a día de hoy imposible, que necesita los votos secesionistas y la abstención del PSC. E

El PSC y ERC se reunirán hoy para empezar a ver si es posible el acuerdo. De momento, las dos partes ya han puesto las cartas sobre la mesa. ERC exige como «mínimo» un concierto económico como el vasco para Cataluña. Y reclama además la implicación en persona del presidente del Gobierno. Los socialistas ya asumen el lenguaje de los republicanos y hablan de financiación «singular» para Cataluña. El propio presidente del Gobierno recogió el domingo el guante y trató de seducir a los independentistas, desde La Vanguardia, donde aseguró que ve «factible» una «financiación singular para Cataluña». Abogó por «mejorar el sistema de financiación autonómica» en un plano «multilateral», extremo que rechaza ERC, que quiere una relación bilateral como el País Vasco y Navarra.

Los límites

El marco negociador está fijado, lo que está por ver es hasta dónde pueden llegar unos y otros. El Gobierno no puede ir muy allá, teniendo en cuenta que tiene a todas las autonomías del régimen común en contra, incluida la Castilla-La Mancha de Emiliano García Page. Y ERC no se puede mover de la posición de máximos, porque el acuerdo al que pudiera llegar con la militancia deberá ser ratificado por la militancia en una consulta. Y días atrás, ya se pudo ver en la votación para decir la entrada en el Gobierno del PSC en Barcelona que las bases republicanas están con ganas de reventar todo lo que proponga la dirección del partido.

ERC necesita tiempo. Por tanto, se da por hecho que el miércoles, Rull no designará a ningún candidato a la presidencia de la Generalitat. Illa no quiere quemarse con una derrota segura y prefiere madurar un posible acuerdo con los republicanos. Los socialistas tienen asumido que la división que hay en ERC es un problema añadido. Y Puigdemont no tiene tiempo de ser amnistiado y poder cumplir su promesa de presentarse a la investidura. Ante la falta de aspirantes, Rull podrá recurrir al llamado acto equivalente, que es firmar un documento que hace las veces de investidura fallida para que el reloj reglamentario de la legislatura empiece a moverse.

ERC se reunirá esta semana también con Junts. El factor Puigdemont es clave. El expresidente de la Generalitat no quiere postularse primero para la investidura. Quiere ganar tiempo. La aplicación de la amnistía es una de las incertidumbres del contexto de la investidura. Los junteros quieren convencer a ERC y la CUP para apurar los plazos y que sea el PSC, con su negativa a investirle, quede como responsable de la repetición electoral. Los postconvergentes quieren nuevas elecciones. Puigdemont cree que puede ganar si hace campaña pueblo a pueblo, una vez haya vuelto amnistiado. En caso de acuerdo entre el PSC y ERC, el expresidente se guarda su regreso y posible detención, como última carta para reventar la elección de Illa.

Si hay elecciones, Puigdemont intentará seducir a ERC para ir juntos en la misma candidatura, como en 2015, ante la delicada situación que se vive en ERC.

El PP denuncia que una financiación singular para Cataluña sería una cesión más al independentismo

Pedro Sánchez pretende que sus pactos con el independentismo lo paguen todos los españoles». Con estas palabras la vicesecretaria de Organización Territorial del PP, Carmen Fúnez, denunció el anuncio del presidente del Gobierno de estar dispuesto a ofrecer una financiación singular para Cataluña, al estilo de los cupos vasco y navarro. Esta es una condición tanto de ERC y de Junts no solo para permitir la continuidad de la legislatura, sino también para cerrar cualquier acuerdo que haga presidente de la Generalitat catalana al socialista Salvador Illa. «La desigualdad no puede ser el precio para que un perdedor como Sánchez esté en el Palacio de la Moncloa», añadió Fúnez durante un acto de los populares en Ciudad Real.

El escenario de estas declaraciones no pudo ser más oportuno, toda vez que el presidente socialista de Castilla-La Mancha es, además de un firme opositor a la ley de amnistía, contrario a cualquier beneficio económico que prime a Cataluña frente al resto de comunidades autónomas.

La respuesta a los populares desde las filas socialistas llegó por voz de Patxi López. El portavoz en el Congreso del PSOE criticó que desde el PP no se hagan propuestas en positivo para reformar la financiación autonómica, más aún cuando en base al actual sistema muchas de las comunidades en las que gobierna están entre las más perjudicadas, muy especialmente la Comunidad Valenciana. El exlendakari recordó que los gobiernos regionales deben sufragar las competencias transferidas por el estado central, entre las que se encuentran la educación y la sanidad. Por eso, continuó López, hace falta que todas y cada una de las autonomías dispongan de los recursos suficientes para sufragar sus servicios públicos. Respecto a las quejas de los gobiernos socialistas de Castilla-La Mancha o Asturias, el portavoz socialista aseguró que el Gobierno de Sánchez buscará «el equilibrio» para que ninguna autonomía se vea lastrada como ocurre con el actual sistema de financiación.