El Gobierno no sabe qué falló para no lograr evitar el triple crimen de Las Pedroñeras

La Voz

ESPAÑA

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la titular de Igualdad, Ana Redondo, este martes en el Comité de crisis institucional ante el repunte de casos de asesinatos machistas.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la titular de Igualdad, Ana Redondo, este martes en el Comité de crisis institucional ante el repunte de casos de asesinatos machistas. Alberto Ortega | EUROPAPRESS

El ministro del Interior, Grande-Marlaska, no anticipa conclusiones, pero apunta a un error de coordinación o una inadecuada valoración del riesgo de las víctimas.

02 jul 2024 . Actualizado a las 21:31 h.

El Gobierno aún no sabe responder a la pregunta de qué falló el viernes pasado en el pueblo conquense de Las Pedroñeras para que un maltratador condenado y reincidente violase la orden judicial de alejamiento, entrase en la casa de su mujer en pleno día y la matase a cuchilladas al igual que a sus dos hijos, de tres y ocho años.

«Está claro que ha habido una quiebra del sistema» cuando no se ha podido salvar la vida de una mujer amenazada y de dos niños, admitió el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que hoy se reunió con la ministra de Igualdad, Ana Redondo, con policías, fiscales, jueces y otros responsables ministeriales y autonómicos en un comité de crisis para determinar qué mejoras es posible adoptar para evitar olas de crímenes de género como las ocurridas en abril y en junio, con 12 mujeres y 5 niños asesinados. Amal, la mujer de 30 años asesinada en Cuenca por su marido, y sus hijos estaban entre las víctimas incluidas en sistema policial VioGén, una red que incluye los datos activos de unas 90.000 maltratadas y que toma medidas a diario para proteger 40.000 de ellas, las que se determina que están entre riesgo bajo y extremo.

Y esa, la inapropiada valoración del riesgo que corría la familia, es una de las posibilidades de error en La Pedroñeras, según el propio Marlaska, que no obstante se negó a anticipar conclusiones, porque es «un asunto complejo» y «aún se está evaluando».

Amal y sus hijos, al parecer, tenían una calificación de riesgo baja y el principal sistema de protección eran las llamadas de control periódicas que les hacía la policía. El titular de Interior no quiso decir si eso le parecía mucho o poco, pero no parece demasiado a la vista de la conocida agresividad de Mahdi, el homicida, su historial de detenciones, su condena y el hecho de que estuviese a punto de ser encarcelado por golpear reiteradamente a su mujer.

La otra opción que el titular de Interior puso sobre la mesa es la de un posible fallo de coordinación de los agentes implicados (policías, juzgados, servicios sociales u otros), que no llegasen a dar la alarma sobre el aumento del riesgo pese a los indicios.

Pese a reconocer fallos en coordinación, tanto Marlaska como Redondo defendieron el buen funcionamiento de VioGén y del sistema de protección a las víctimas, que «salva todos los días miles de vidas». De hecho, aclararon a las víctimas y a sus familiares que «la solución solo está dentro de VioGén, fuera del sistema está el peligro». Les recordaron que no hay protección posible sin denuncia (no lo hizo ni una asesinada de cada cinco) y repitieron el llamamiento a la implicación de familiares y allegados, que conocen cientos de casos, pero no avisan.

Escalada de crímenes vicarios

El comité de crisis también analizó la escalada de asesinatos vicarios, la muerte de los hijos a manos de la pareja o expareja para torturar a la madre. En el primer semestre del año ha habido nueve, una cifra nunca vista desde que existen datos oficiales. Redondo aseguró que hay que tomar medidas, entre las que citó que mejorar las valoraciones de riesgo de los niños, escuchar su opinión siempre y en todo los casos y que las medidas de seguridad sean penales y no civiles.

La ministra, además de reiterar que el creciente negacionismo de la violencia machista por políticos de ultraderecha alientan las agresiones, dijo que está manteniendo reuniones con los ministros de Derechos Sociales y Sanidad para tratar de «exprimir» los mecanismos de detección precoz del maltrato, papel en el que los médicos de atención primaria y los asistentes sociales pueden tener un papel determinante.

Primer comité de crisis del año

Fue el primer comité de crisis contra la violencia de género del año. El Ministerio de Igualdad no había necesitado convocar al grupo de expertos que se reúne los meses en los que hay cinco o más asesinadas para analizar caso por caso y sacar conclusiones porque esta acumulación de crímenes no se había dado hasta ahora. El órgano, con representantes de los ministerios de Igualdad, Justicia, Interior, Sanidad, de la Fiscalía, del Poder Judicial, de las unidades de coordinación de todas las comunidades en que hubo asesinatos y de representantes autonómicos, se ha reunido ya ocho veces desde que se creó hace dos años. Los expertos analizaron los seis asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas ocurridos en abril (dos de ellos no confirmados hasta junio) y los cinco sucedidos en junio, con especial atención a las 24 horas negras vividas entre el viernes y el sábado pasados, con tres mujeres y dos de sus hijos pequeños asesinados y con el homicidio de la madre de una de las víctimas.

Esta ola de crímenes ha elevado las mujeres asesinadas en España por sus parejas en el 2024 a 19, que pese a alarma del último mes es una de las cifras más bajas de la serie histórica en los primeros seis meses del año, en concreto la segunda menor, tras las 18 muertas el primer semestre de 2018.