El Parlamento catalán da luz verde a la reforma que permite el voto telemático de Puigdemont
ESPAÑA
La tramitación por la vía rápida del reglamento fue aprobada con los votos de los independentistas, socialistas y comunes
12 jul 2024 . Actualizado a las 21:36 h.El pleno del Parlamento ha dado este jueves luz verde, con los votos del PSC, Junts, ERC, los comunes y la CUP, a tramitar por la vía rápida la reforma del reglamento, con la que se garantizaría el voto desde el extranjero de los diputados de Junts Carles Puigdemont y Lluís Puig, aún pendientes de la amnistía.
Esta reforma prevé ampliar los supuestos de delegación de voto e incorporar el voto telemático. Añade, además, una disposición transitoria que vincula esta opción a la ley de amnistía, ya aprobada y en curso pero por el momento no efectiva en casos como los de Puigdemont y Puig.
Pactado por las cinco formaciones que han votado a favor del mismo, el texto llega después de que el Tribunal Constitucional (TC) admitiera el recurso del PP contra la decisión de la Mesa de Edad del Parlamento de aceptar el voto delegado de estos dos diputados, lo que permitió elegir a los miembros de la Mesa y constituir la cámara catalana.
Otros cambios previstos con esta reforma son que los grupos parlamentarios se conformen mediante el método que ya se usa en el Congreso de los Diputados, de forma que se puedan hacer cambios de un grupo a otro durante los cinco primeros días de cada período de sesiones; y que las declaraciones institucionales puedan salir adelante solo mediante una mayoría cualificada de dos tercios y no por unanimidad, como era hasta ahora.
En la sesión plenaria de este jueves, los grupos han tenido cinco minutos cada uno para posicionarse sobre si la reforma se debe tramitar por lectura única; una vez lograda la luz verde —habiéndose contabilizado cuatro votos telemáticos, entre ellos los de Puigdemont y Puig—, el pleno votará sobre la reforma en sí el jueves día 25.
Intervenciones durante el pleno
En su intervención, el diputado del PSC-Units Ferran Pedret ha explicado que introducir el voto telemático en el reglamento permitirá que este se pueda ejercer «sin ningún problema desde el punto de vista del encaje constitucional». Ha dicho, al respecto, que los grupos que han pactado la reforma se han inspirado en el funcionamiento del Congreso y del Senado.
En cuanto al voto delegado, ha señalado que en parlamentos como el extremeño este ya está contemplado, mientas que sobre el conjunto de modificaciones planteadas en el reglamento ha defendido que no debería existir, a su juicio, excesiva «controversia».
Por parte de JxCat, la diputada Jeannine Abella ha celebrado que el Parlamento hoy «corrija» la «anomalía» de que no tuviese el voto telemático, y ha lanzado un dardo al PSC-Units por haber recurrido en la pasada legislatura al Tribunal Constitucional (TC) el voto de Lluís Puig.
«No sabemos si porque han tenido una mínima pulsión de arrepentimiento, que han tenido un ataque repentino de democracia o porque forma parte de una operación de blanqueo fruto de las ganas de (Salvador) Illa de ser presidente, que esperemos que no tenga ningún efecto en el futuro de la legislatura», ha añadido Abella.
La portavoz del grupo de ERC, Marta Vilalta, ha defendido que el dado hoy es «un paso más» en la defensa de los diputados, que sigue la lógica de la Mesa «antirrepresiva» por la que apostaron los republicanos al votar por Josep Rull, de Junts, como presidente del Parlament.
Ha recordado cómo en la pasada legislatura ERC y la CUP ya intentaron una reforma similar, si bien entonces «Junts no estuvo por la labor» mientras que el PSC optó por acudir al Constitucional.
Tanto el PPC como Vox se han opuesto a esta reforma del reglamento, al argumentar que permite el voto «de dos fugados de la justicia», como han coincidido en señalar los portavoces de ambas formaciones, Juan Fernández y Joan Garriga.
Fernández ha arremetido, asimismo, contra la posibilidad de aprobar declaraciones institucionales por mayorías de dos tercios, lo que rompe «las reglas de la tradición democrática», y ha criticado que la CUP pueda tener grupo propio gracias a la cesión de diputados de otras formaciones.
Por su parte, Garriga, al que el presidente del Parlament, Josep Rull, ha llamado la atención por sus referencias a la inseguridad y a Puigdemont, ha tildado de «partidista» y «sectaria» la reforma del reglamento de la cámara por querer «complacer» a la CUP y «discriminar a un cuarto de millón de catalanes que votaron a Vox».
Susanna Segovia, de los comunes, ha destacado la importancia de poder «aprobar declaraciones institucionales de la Junta de Portavoces» con más facilidad y de cambiar los requisitos para constituir los grupos parlamentarios.
Ha elogiado que se pueda «clarificar la delegación del voto y ejercer el voto telemático, de forma similar a como se hace en el Congreso de los Diputados».
Desde la CUP, Dani Cornellà ha indicado que el reglamento debe poder hacer frente «a muchas incertidumbres, y entre ellas una judicatura que actúa como partido único con programa propio para diluir más la democracia». «Nadie se puede poner de perfil ante lo que sufre este país», ha añadido antes de apuntar que se trata de «un acuerdo amplio que supera trampas».
Por parte de la formación de extrema derecha Aliança Catalana, Sílvia Orriols ha anunciado la abstención porque, a su entender, la reforma del Reglamento ha sido impulsada por «el españolismo y la extrema izquierda», si bien se ha mostrado a favor del voto telemático.